Transportistas comentaron que los antisociales les quitan los vehículos, los llaman y les piden que no denuncien porque les devolverán el carro, pues van a usarlo para otras fechorías
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Pensar que un malandro le pida a una de sus víctimas que lleve a unos abuelitos al hospital, después de quitarles la camioneta, sería de un programa de comedia. Pero no, pasa y en Ocumare del Tuy.
A un taxista, a quien en seis meses le robaron dos vehículos, le ocurrió. Contó que una madrugada se trasladaba con su esposa y su bebé por la avenida Miranda, y a la altura del Farmahorro vio un vehículo Fiesta Power delante de él.
“De repente puso luces intermitentes y bajó la velocidad. Como ya he pasado por malas experiencias le dije a mi esposa que se agarrara porque si ellos frenaban yo iba a darme a la fuga, no me dejaría robar de nuevo”, detalló.
El conductor no se equivocó y momentos después los sujetos fingieron muy bien una falla mecánica en toda la intercepción de la vía. “Aparecieron dos motorizados detrás de mí, nos interceptaron, nos pidieron que nos bajáramos y las llaves del carro. Me dejaron agarrar a mi hijo que iba atrás”.
Y como bien dijo durante de su relato, por suerte para él y mala suerte para otros, en el sentido contrario de la vía pasó una camioneta Fortuner que fue interceptada rápidamente por los delincuentes, dejando al taxista solo con su familia.
En ese vehículo iban unos abuelitos hacia el hospital, pero no fue impedimento para los malandros porque igual los despojaron. No sin antes pedirle al transportista que llevara a los señores hasta el centro asistencial y les lanzaron las llaves. “Fortuner mata Corolla”, gritaron antes de agarrar.
Usan carros para delitos
Conductores detallaron que los antisociales son descarados a la hora de quitarles un vehículo, que normalmente usan para cometer otra fechoría y luego abandonarlo, o pedir rescate.
“A un compañero le robaron su carro, luego lo llamaron y le dijeron que no denunciara porque su carro lo usarían para un trabajo, y después se lo entregaban. Pasaron cuatro días, decidimos denunciar y en la vía a la policía vimos el carro accidentado, y al malandro montándolo en una grúa”, contó con risa irónica un transportista.
Otras de las modalidades de los hampones es secuestrar a los choferes, quitarles tanto el vehículo como sus pertenencias y después dejarlos botados en algún lugar.
Denunciaron que las vías no tienen suficiente vigilancia, lo cual le hace más fácil el trabajo a las bandas. También exigieron mano dura con los cuerpos de seguridad, ya que funcionarios han quedado involucrados en atracos.
“Secuestraron a mi hermano con su ayudante y después los dejaron botados. Buscamos el vehículo por tres días y cuando decidimos denunciar en la Policía del Municipio Paz Castillo vio a uno de los delincuentes, que resultó ser policía”, soltó un afectado.
Pese a las protestas y diligencias que ha hecho el gremio con las autoridades, la inseguridad no ha disminuido en Ocumare, y de acuerdo sus declaraciones va cada vez peor.
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Foto: Cristian Hernández
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