Panaderías trabajan con las rejas a medio abrir para que sea más rápido cerrar en caso de que se repitan los hechos violentos de las últimas dos semanas.

Caracas. Caras largas, preocupación, miedo y tristeza es el saldo que dejaron los saqueos y protestas de las últimas dos semanas a los trabajadores de los comercios de Palo Verde, Petare y la avenida Fuerzas Armadas.

William trabaja en una panadería ubicada detrás del centro comercial Palo Verde y de los saqueos le quedó el miedo, pues el pasado 9 de junio se intentaron meter en el negocio: “No pudieron meterse porque cerramos rápido. Pero intentaron saltar lar rejas. Ese día estaba asustado”.

El encargado de la panadería, Héctor Manzaneda, comentó que desde entonces laboran con las puertas a medio abrir para que sea más fácil cerrarlas si se repite la situación. “Los trabajadores ya saben el procedimiento para cerrar las santamarías en caso de que algo ocurra. Ya están entrenados”, apuntó.

En Palo Verde, según testimonios de los empleados, entre varios comercios se han puesto de acuerdo con las acciones que tomarían en caso de que ocurra otro evento similar, la mayoría trabaja con algunas rejas cerradas, o con la santamaría por la mitad, pues la orden que les dan a todos es cerrar apenas vean algún alboroto.

CRÓNICA UNO/Mariana Mendoza
Comercios trabajan con rejas medio abiertas para que sea más fácil cerrar si se repiten los hechos violentos. CRÓNICA UNO/Mariana Mendoza

La encargada de otro local de venta de víveres en Palo Verde comentó que dejan pasar de 10 en 10 a los clientes para evitar el bululú de las personas, igualmente colocaron vigilancia en la entrada del edificio donde queda ubicado el establecimiento.

Trabajadores comentaron que desde que ocurrieron los saqueos, hay un grupo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) cerca del elevado de Petare, para apaciguar los ánimos, pues indicaron que aún el ambiente está tenso.

Uno de los comercios más afectados por la ola de saqueos fue la panadería Duri, ubicada en la avenida principal de La Urbina. Luego de dos semanas, sus trabajadores ayudan en lo que pueden con las reparaciones del comercio, mientras tratan de olvidar lo que sucedió.

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Uno de sus empleados, que por seguridad no reveló su nombre, dijo que en una semana tal vez vuelvan a abrir, pero después de lo que pasó vive con zozobra. “Ese día fue tenso, habían clientes y no sabían para dónde agarrar. Yo me resguardé en el piso de arriba”.

algunos encargados indicaron trabajar con miedo y zozobra luego de los saqueos registrados en la zona. CRÓNICA UNO/Mariana Mendoza

Aunque los dueños han hablado con su personal, todavía respiran el miedo por los hechos violentos y no saben muy bien qué medidas tomar cuando abran nuevamente.

“Pudiéramos cerrar dos de las tres santamarías, pero eso también es un peligro por la inseguridad que hay en la zona y eso llaman la atención”, resaltó uno de los trabajadores.

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La panadería Duri, en La Urbina, sigue con las reparaciones luego del saqueo. Trabajdores no están claros con las previsones que tomarán cuando abra el negocio. CRÓNICA UNO/Mariana Mendoza

En la avenida Fuerzas Armadas, volvieron las colas regulares luego de las protestas del pasado 2 de junio. Sin embargo, los trabajadores no quisieron hablar por temor.

Cuatro sujetos que no se identificaron ni como trabajadores o encargados de algún comercio indicaron que las personas hacían las colas por gusto. “Ya se les dijo que no llegaría nada, en la mañana lo que se vendió fue mantequilla y ya se acabó”, comentó uno de los hombres.

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Chispa que se extiende por el hambre

En las últimas dos semanas se han registrados saqueos, intentos de saqueos y protestas por la escasez de alimentos y en contra de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), que son los encargados de realizar la distribución de las bolsas de comida, la cual no es uniforme.

Manifestantes trancaron vías en La California, La Candelaria, Las Adjuntas, El Valle, Catia y la avenida Fuerzas Armadas. Hubo saqueos en La Urbina, Petare, El Llanito y La Vega e intento en Coche y el centro comercial El Valle.

Por otro lado, el presidente Nicolás Maduro aseguró en cadena de radio y televisión, el pasado 16 de junio, que la oposición le paga a “delincuentes” para generar la violencia en el país para “sabotear” la distribución de alimentos.

La organización no gubernamental Cofavic (integrada en su mayoría por las víctimas del Caracazo) indicó a través de un comunicado que a raíz de la grave crisis que atraviesa el país “el desbordamiento social es inimaginable” en las condiciones actuales de violencia y frustración lo que representa “un claro debilitamiento del Estado de Derecho”.

Por la situación, la organización hace un llamado al Gobierno a actuar con responsabilidad para no contribuir a la escalada de violencia en la actualidad.

Crisis alimentaria

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró en mayo de este año al menos 172 protestas en rechazo a la escasez y desabastecimiento de alimentos, lo que representa un aumento del 320 % en comparación al mismo mes del 2015. En los primeros cinco meses del año han documentado 680 protestas en todo el territorio.

También se registraron 254 saqueos o intentos de saqueos en el país durante lo que va de año, en contra de locales comerciales, abastos, supermercados y transportes.

Fotos: Mariana Mendoza


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