Ballenas, bombas lacrimógenas y rejas metálicas volvieron a impedir que las personas llegaran hasta la Defensoría del Pueblo para pedir la destitución de magistrados.
Caracas. El humo, las detonaciones y los chorros de las ballenas tomaron posesión de la autopista Francisco Fajardo y, tras 5 horas de batalla, los cuerpos de seguridad volvieron a lograr que los manifestantes contra el Gobierno no pasaran de Plaza Venezuela, a pesar de que la cantidad de personas que logró evadir todos los cercos y pisar la autopista llegaba a los miles. “El pueblo unido, jamás será vencido”, fue el cántico que se oyó en la principal arteria vial de Caracas, en donde parecía haber un incendio, por el humo de los gases tóxicos.
Poco a poco, los opositores al gobierno de Maduro van mejorando sus técnicas para burlar cercos y piquetes policiales y paliar el efecto del gas lacrimógeno, sin embargo, la muralla infranqueable sigue siendo la pared metálica que los cuerpos de seguridad despliegan en la vía y que frena el paso de los manifestantes, quienes este jueves se dirigían a la Defensoría del Pueblo.
A pesar de esto, quienes protestan obtienen pequeñas victorias, como hacer retroceder a un piquete de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) o hasta la misma ballena, lo que parece reforzar su confianza. “Cuando todos nos unamos va a caer Maduro”, dice un marchista. “Pero espero que esto no se achante en Semana Santa”, acota.
En la autopista los más entusiastas no llegan a los 18 años de edad. Suelen usar capuchas y llevan palos y piedras en sus manos. Son los primeros en llegar a la muralla metálica o en lanzarle objetos a los policías. Este jueves, los marchantes burlaron todos los obstáculos y tomaron los dos niveles de la autopista a la altura de El Recreo. En ese punto idearon un sistema para que los del nivel superior pudieran arrojar piedras a los funcionarios: amarraron varias banderas de los partidos para luego bajar uno de sus extremos al nivel inferior, ahí alguien aseguraba el objeto a ser lanzado para que fuera subido a la parte superior de la autopista.
Los manifestantes se organizaban en grupos de 20 o 30 personas, uno de ellos era dirigido por una muchacha de unos 15 años. “Vamos, vamos para adelante, no retrocedan”, ordenaba a todos los hombres con una piedra en la mano.
Los diputados y líderes de la oposición parecen recuperar el respaldo perdido con su presencia en las protestas y con sus lesiones. A un lado de la vía, el diputado Miguel Pizarro se mantenía junto a los jóvenes luego de 4 horas de protestas y se quejaba de que se le impida a la oposición marchar hacia el centro de Caracas. “Ábranle el portón a la gente, nadie lanza una piedra si te dejan ir a su institución. Nadie se pone molesto con la autoridad si le dejan llegar, lo que exigimos son derechos”, expresó.
Por el mismo punto estaba el diputado Henry Ramos Allup quien trataba de convencer a los manifestantes de desistir de actitudes violentas. “No te voy a decir que te quedes para que te maten, estoy siendo responsable, las protestas van a seguir”, indicó a varios jóvenes que lo escuchaban. También se veía al diputado Carlos Paparoni, con marcas en su ropa que evidenciaban que estuvo en algunos de los puntos en conflicto.
Los cuerpos de seguridad también arreciaron su ataque. Motorizados cercaron a varios marchistas que estaban en las cercanías de El Recreo y estos se defendieron con piedras. Un grupo de policías incluso lanzó bombas a los vecinos que salieron a mirar lo que sucedía y de los techos de talleres mecánicos y otros locales se veía expandirse el gas lacrimógeno. A las 4:00 p. m., la acción de las ballenas logró replegar a los manifestantes hasta Bello Monte, en donde se mantuvieron algunos focos de protesta que también fueron apagados.
A protestar en Semana Santa
Como en otras ocasiones, aunque tarde, la gente logró vencer los cercos que impedían llegar a los puntos de concentración. El punto que estaba en Parque Caracas fue cambiado, en el de Los Cedros se veía poca gente en la mañana y a Santa Mónica logró llegar un grupo más nutrido. Desde ahí partieron hacia a Bello Monte y luego a la avenida Río de Janeiro en donde lograron meterse en la autopista, a la altura de Las Mercedes.
La tarima del acto estaba ubicada a la altura del distribuidor Altamira. Allí se congregaron miles de los que burlaron los cercos y se rehusaron a ceder ante las órdenes que les comandaban a abandonar ciertos espacios. El primer vicepresidente Freddy Guevara tomó la palabra y empezó por reconocer que la dirigencia opositora ha cometido errores, pero que los están enmendando. “Estamos resteados y vamos a seguir la protesta. La pregunta es: ¿Nos van a acompañar?”, la gente respondió con un estruendoso “Sí”.
Indicó que la movilización es ahora la principal estrategia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y que tiene como objetivos que la AN pueda ejercer sus competencias, que se hagan elecciones generales y que se liberen a los presos políticos.
Anunció la creación del “Frente Ciudadano para exigir la destitución de los magistrados”. Explicó que en la página web de la AN se colocará una planilla, que la gente puede firmar, en la que se solicita la destitución de los 7 jueces que firmaron la sentencia en la que el TSJ asume las competencias del Parlamento.
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Recordó que la destitución de los magistrados se decide en el Consejo Moral Republicano, conformado por la Fiscalía, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo y que se requiere del apoyo de dos de las instituciones. “Tenemos un voto y falta otro, eso solo lo lograremos si el pueblo se mantiene firme (…) ¿Están dispuestos a protestar en Semana Santa?”, de nuevo el “Sí” fue estruendoso.
Los marchistas coincidieron en señalar que asistieron porque se rompió el orden constitucional en el país. Wilfredo Corniel, párroco de San Miguel Arcángel en El Cementerio, asistió con sus hábitos a la manifestación. “Vengo a luchar por el derecho de cada uno de nosotros a tener libertad, a tener comida y seguridad personal. No nos podemos quedar callados. La Iglesia ha denunciado la ruptura del hilo constitucional y vengo como ciudadano a acompañar al pueblo que está sufriendo”, declaró desde Santa Mónica.
Fotos: Francisco Bruzco
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