William Arcila afirmó que no aceptarán la “cajita feliz” que propone la empresa para que renuncien y además se quejaron porque desde abril no les han cancelado las quincenas respectivas, pese a que ganan salario mínimo.
Barcelona. Los trabajadores de la empresa automotriz Mitsubishi Motors salieron a protestar el jueves pasado: el conflicto que desde hace 10 años mantiene la masa laboral con sus patronos no parece tener fin.
Este jueves acudieron al Palacio de Justicia de Barcelona, estado Anzoátegui, con la finalidad de solicitar celeridad en el recurso que introdujeron contra la empresa para el pago de pasivos laborales, adeudados desde el 2017.
William Arcila, obrero activo de la ensambladora, indicó que la empresa apuesta al desgaste de los trabajadores para que renuncien a sus derechos y acepten “las tres lochas que nos quieren dar”.
“La empresa junto con el Consejo Legislativo de Anzoátegui, la Central Bolivariana, la inspectoría del trabajo y un sindicato, que no tiene representación laboral por estar vencido, montaron unas mesas de negociación con los trabajadores y no sabemos que se discute allí. La empresa dice que no tiene recursos, pero nos quiere arreglar con una cosa que ellos llaman ‘cajita feliz’ que de feliz no tiene nada porque nos quieren dar 120 dólares de arreglo“.
El grupo indicó que se encuentra desesperado porque desde abril no reciben el pago de sus quincenas, además de que les fue eliminado el subsidio gubernamental.
“Nosotros ganamos salario mínimo y desde abril no nos pagan, sospechamos que quieren liquidarnos para ingresar nuevo personal. El vicepresidente de Mitsubishi que ahora pertenece al grupo Jamine, Arturo Álvarez, nos bataqueó la mesa e indicó que vayamos donde vayamos no nos pagarán nada“, indicaron.
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