Empleados de la firma automotriz nipona sostuvieron que es inconcebible que su salario sea el mínimo establecido en la ley. El dirigente sindical, Ángel Mota, indicó que 60% de la nómina fue mandada a su casa.

Puerto La Cruz. Nosotros apenas ganamos el sueldo mínimo y la empresa vende los carros en dólares, entonces qué hacemos manteniendo una empresa viva cuando ganamos salarios de miseria.

La afirmación la realizó el dirigente sindical de la ensambladora automotriz Toyota de Venezuela, Ángel Mota, luego de que un grupo de trabajadores tomara este martes la sede de la planta ubicada en la ciudad de Cumaná, estado Sucre.

Mota sostuvo que alrededor de 400 empleados decidieron paralizar las operaciones de ensamblado de los vehículos modelos Corolla y Fortuner, en reclamo por el pago de pasivos por parte del gigante nipón.

Somos un total de 918 trabajadores y el 60 % está en calidad de no convocado; es decir, la empresa los envía a su casa y lo único que se les garantiza es el pago del sueldo mínimo estipulado en la ley de 3.250.000 bolívares más el bono de alimentación. Con esta medida, los trabajadores dejan de percibir beneficios como bonos de asistencia y productividad”, refirió Mota.

El dirigente afirmó que, según un acuerdo refrendado entre la directiva de la ensambladora y los trabajadores, el salario sería ajustado a un promedio de 3,25 sueldos mínimos y este sufriría los incrementos sucesivos cada vez que el Gobierno Nacional dictara una nueva alza.

“A nosotros se nos debe de todo. Según nuestro contrato, los ajustes salariales se deberían hacer de acuerdo con el índice de inflación, pero como el Banco Central de Venezuela no los publica, acordamos la opción de calcularlo en base a 3,25 salarios mínimos, pero esto lo han incumplido. Hemos dejado claro que estamos dispuestos a dialogar, pero la empresa alega que no tiene como honrar esos ajustes”, dijo.

En declive

Un punto que reconoce Mota es el de la caída en la producción de la empresa. Antes de 2010, sostiene, en la planta cumanesa se armaban, en promedio, 100 vehículos diarios, en tres turnos, para un total de 3.000 al mes.

Para este 2018, la empresa tiene pautado ensamblar un total de 1.000 vehículos, una cifra muy lejana a los 3.000 mensuales, aunque con la diferencia de que ahora tiene la libertad de comercializarlos, hasta 90% de su valor, en dólares.

Una camioneta Fortuner se vende en 36.800 dólares, aparte de los tres millardos que se deben cancelar en bolívares, y está previsto que se vendan 1000 de estos carros. Por eso no entendemos que la empresa no tenga para hacernos el ajuste. Sí sabemos que compañías como Ford Motors de Venezuela, con menos producción que nosotros, ajustó los salarios de sus empleados, dijo.

Mota sostuvo que esperan reunirse este miércoles, a través de videoconferencia, con miembros de la directiva en Venezuela de la empresa para discutir el pago de los beneficios, de lo contrario mantendrán la paralización de la producción.

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Nueva marcha

Al igual que la semana anterior, trabajadores de las empresas estatales Hidrocaribe, Corpoelec, Cantv, Pdvsa, Venezolana de Cementos y empleados del sector salud, marcharon para exigir reivindicaciones salariales.

Los trabajadores lo hicieron desde el elevado de Puerto La Cruz hasta la redoma de Guaraguao, para llamar la atención de la ciudadanía.

José Bodas, secretario general de la Futpv, sostuvo que mantendrán las acciones hasta que el Ejecutivo Nacional reconozca los derechos de los trabajadores.

“Estamos aquí marchando para que el Gobierno haga valer el artículo 91 de la Constitución Nacional, el cual ubica el salario mínimo a la par de la Canasta Básica. La clase trabajadora está en la calle para decirle al Gobierno que cese los salarios de hambre”, dijo.

Fotos: Cortesía Diego Reina


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