Este martes realizaron una asamblea en la sede de la Unión de Conductores del Oeste, y acordaron entregar una carta con la propuesta a la alcaldesa Érika Farías. La respaldarán con firmas y le darán ocho días de plazo para que la acepte. En caso de que el despacho municipal no dé luz verde, los voceros de los cinco bloques del transporte público, amparados por los asistentes a la asamblea, dejaron claro que cobrarán la nueva tarifa.

Caracas. Bs. 20.000 esa es la tarifa que acordaron los cinco bloques del transporte público que hacen vida en el Área Metropolitana. Pretenden cobrar a partir del 15 de julio con o sin la autorización de la Alcaldía de Caracas. También tienen en reserva llamar a un paro como medida de presión.

Pedro Jiménez, presidente del Bloque Suroeste, en su función de vocero de la asamblea, realizada en la sede de la Unión Conductores del Oeste (UCO) dijo que para este miércoles 4 de julio tienen la primera reunión con el ministro de Transporte, Hipólito Abreu, desde que asumió su cargo el pasado 18 de junio. Le plantearán algo que, se presume, debe conocer: cómo es la crisis del sector por la falta y el alto costo de los insumos y repuestos, y el ajuste tarifario.

Los transportistas desde agosto de 2017 vienen alertando los problemas del servicio. De hecho, la Federación Nacional del Transporte pronosticó una paralización nacional para finales de año por las fallas técnicas.

Esa paralización en estos momentos, de acuerdo con Jiménez, está en más de 70 %. Hay líneas donde de 380 unidades solo funcionan 80, otras con 100 carros tienen operativas 20. Y eso ocurre en todas las líneas y cooperativas. Incluso hay unas que han cerrado.

No vamos a llamar a un paro, ya hay uno técnico y con un pasaje a 20.000 bolívares tampoco es que se soluciona la crisis, pues una paila de aceite cuesta 500 millones de bolívares y cada 20 días hay que cambiar ese rubro, destacó el transportista.

La propuesta de llevar la tarifa a Bs. 20.000 será entregada el día miércoles a la alcaldesa del municipio Libertador, Érika Farías, la respaldarán con firmas de los agremiados. El plazo que darán para su consideración es de ocho días. Vencido el tiempo, dijeron que cobrarán el nuevo monto arbitrariamente.

El último ajuste por Gaceta Municipal fue en septiembre de 2016, cuando se autorizó un alza de Bs. 15, lo que llevó el pasaje  a Bs. 60. En diciembre de ese mismo año, los transportistas pretendieron llevar la tarifa a Bs. 100. El ministro de Transporte, para la fecha,  Ricardo Molina, no autorizo el incremento.

Desde entonces, los aumentos no se discuten y quedaron al libre albedrío del sector.

Este año, la hiperinflación también desestabilizó el pasaje. Y desde mayo, el servicio oscila entre Bs. 5000; Bs. 7000 y hasta en Bs. 10.000 en horas de la noche.

Montos que no son soportables por los usuarios, que prefieren caminar desde sus casas hasta sus puestos de trabajo: de La Hoyada hasta La Bandera, de El Valle hasta el Hospital Clínico Universitario, desde Plaza Sucre hasta la avenida Urdaneta, por ejemplo.

Otros no ven más solución que subirse a las llamadas perreras —camiones que sacó la Alcaldía del municipio Libertador en respuesta a la escasez— o no van a trabajar precisamente porque el sueldo tampoco les alcanza para pagar esos aumentos.

Jiménez adelantó que también se reunirán con organizaciones bolivarianas del transporte. No dijo los nombres, pero asomó la posibilidad de que estos se sumen a las acciones de protesta.

Foto referencial: Francisco Bruzco


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