David Vallenilla, padre del joven asesinado el pasado 22 de junio en La Carlota durante una manifestación, indicó que las investigaciones han sido obstruidas por órdenes del Ministerio de Defensa, por lo tanto, piensan llevar el caso hasta organismos internacionales de ser necesario.

Caracas. Casi tres meses después del asesinato David José Vallenilla, su padre, David Vallenilla, sigue exigiendo justicia por la muerte de su único hijo a mano de un funcionario policial, y denunció este 13 de septiembre ante los medios de comunicación, los obstáculos que se han presentado desde que empezaron las investigaciones.

El padre del joven indicó que su hijo de 22 años fue presuntamente asesinado por el sargento de la base aérea de La Carlota, Arli Méndez Terán, quien dispararía las cuatro esferas metálicas que le quitaron la vida al muchacho el pasado 22 de junio mientras se encontraba en una manifestación opositora en la autopista Francisco Fajardo, la cual fue reprimida por los organismos de seguridad.

Aunque para el día de su muerte el Ministerio Público —bajo el mandato de la fiscal destituida Luisa Ortega Díaz— designó al fiscal 126 del Área Metropolitana de Caracas para investigar el caso, estas labores han sido obstruidas, pues se ha negado el acceso a la base aérea, donde falleció el joven.

El general de brigada de aviación y encargado de la base aérea de la Carlota, Táriba Guillén, le comunicó al fiscal designado que no se le permitiría la entrada al lugar, pues esas eran las órdenes del Ministerio de Defensa y que cualquier solicitud tenía que ser procesada primero ante ese despacho, lo cual se ha hecho sin recibir respuestas. Igualmente, el tribunal 21 de control, quien lleva el caso, realizó la orden de aprehensión contra el sargento, pero este tribunal no tiene juez asignado desde el 20 de diciembre de 2016, por lo que temo que haya un retardo procesal, dijo el padre.

El pasado 5 de septiembre fue la imputación y presentación de Méndez Terán, no obstante, de acuerdo con Vallenila, tanto a él como a su abogada, Maria Alejandra Poleo, se les negó estar presentes en la audiencia.

Solo nos indicaron que el sargento sería recluido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Digecim). Sin embargo, yo no tengo la certeza de que esto sea cierto. Yo no he visto el rostro del asesino de mi hijo, sostuvo el padre, con voz entrecortada.

Por su parte, Tareck William Saab, fiscal designado por la Asamblea Nacional Cosntituyente (ANC), informó a través de su cuenta de Twitter, el 5 de septiembre, que Méndez Terán fue imputado de homicidio calificado ejecutado con alevosía y por motivo fútil.

David Vallenilla falleció el pasado 22 de junio, luego de recibir cuatro esferas metálicas en su cuerpo a manos de un funcionario policial

Vallenilla relató que se ha reunido con William Saab, al tiempo que le envió una carta a la Comisión de la Verdad de la ANC en la cual solicitó una audiencia  privada para presentar su caso.

Me respondió la presidenta de la asamblea, Delcy Rodríguez, quien me dijo que me llamaría para conversar. Luego recibí la llamada de un integrante de la comisión, quien indicó que realizarían una audiencia pública, a la cual me negué, pues no me prestaría para un show mediático, explicó.

El padre del joven comentó que para su familia la situación ha sido difícil tras la muerte de su único hijo. La madre de Vallenilla se encuentra en tratamiento psiquiátrico, mientras él ha tenido que “bajar y subir escaleras para buscar justicia”, a pesar del vacío de no tener a su hijo.

Por ello, tanto su abogada como él esperan agotar todas las instancias legales que hay en el país para lograr justicia. Y de ser necesario, acudirán a los organismo internacionales.

El pasado 1° de abril comenzó una ola de protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro en la que se registraron diversos casos de represión hasta el 30 de julio, una de las jornadas más violentas. De acuerdo con el Ministerio Público, bajo la gestión de la fiscal destituida Luisa Ortega Díaz, se registraron 129 muertes en el contexto de las manifestaciones.

Foto: cortesía Mariana Souquett


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