Más de 15 alumnos lesionados, así como tres profesores y cinco funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana fue el saldo de una revuelta en el plantel, ubicado en Los Rosales, por la suspensión de una actividad y las camisas de promoción de quinto año.
Caracas. Estudiantes del Liceo Urbaneja Achelpohl, en Los Rosales, se enfrentaron a pedradas con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), a las 9:00 a. m. de este martes 21 de marzo, en el patio de la institución.
El rebullicio comenzó luego de que el nuevo director, Alejandro Tovar, les suspendiera una actividad cultural a los alumnos de 5to año —secciones de la A hasta la F—, prevista para este jueves 23 de marzo y además rompiera el acuerdo que hicieron con la exdirectora, Marvis Silva, de poder usar fuera del plantel las camisas de promoción los días lunes y viernes. Presuntamente, Silva fue destituida poco después de llegar a ese convenio con los alumnos.
Según el artículo 20 del decreto Nº 5.287, de fecha 10 de abril de 2007, para planteles oficiales y privados adscritos a la zona educativa, quedó suspendida la autorización para compra y venta de los paquetes de graduación.
En vista de que el director se sintió “arrinconado” —según versiones extraoficiales— llamó a los policías y los jóvenes se alteraron mucho más, pues comenzaron a lanzarles piedras y, en respuesta, los funcionarios dispararon perdigones.
El saldo fue de más de 15 estudiantes lesionados, así como los profesores de Matemáticas, Juan Carlos Bandres y Carlos Garrido, y el de Educación Física, Félix González. También cinco policías fueron heridos. Un jovencito fue retenido.
Los jóvenes relataron que a uno de sus compañeros lo arrodillaron, le dispararon un perdigonazo en el cuello y fue trasladado hasta el hospital Clínico Universitario.
Morela Pacheco comentó que su hermano, de 17 años, recibió perdigonazos en el brazo y estaba agolpeado por la cara. “Es increíble que esta situación se le haya salido de las manos al director, él le dijo a los alumnos que aquí se hacía lo que le daba la gana y eso tampoco puede ser así. Volvimos a los tiempos de antes donde no se podía alzar la voz porque nos agredían”.
Con rejas reventadas a punta de patadas, ventanas rotas, pedazos de peñones en el piso y hojas de cuadernos por todo el patio quedó el Urbaneja Achelpohl. Los adolescentes —acelerados aún— tenían sus camisas por fuera y varias jovencitas que resultaron lesionadas seguían con los ojos llenos de lágrimas. Otros, al contrario, estaban dispuestos a mantener la protesta después de la agresión de los policías.
“Los muchachos se han fajado y han gastado demasiado dinero para la actividad del jueves [23 de marzo] para que ahora se las vayan a suspender”, gritaba una representante que acudió luego de enterarse de la situación.
Varias adolescentes comentaron que el nuevo director anteriormente las había insultado, cuando en diciembre conversaron acerca de las camisas de promoción. “Nos dijo que las camisas eran muy caras y que si nuestros papás nos iban a dejar prostituirnos para pagar eso no había rollo”, confesó la jovencita, a quien se le resguardará su identidad por ser menor de edad.
Y aunque la prensa intentó hablar con el director Tovar para obtener la información oficial de los hechos no fue posible, pues el paso hacia su oficina estaba resguardado por uniformados quienes no permitieron el acceso a la prensa.
Fotos: Luis Miguel Cáceres
Participa en la conversación