En una nueva sentencia, el órgano judicial acusó al parlamentario de la Asamblea Nacional de estar involucrado en los delitos de traición a la patria, conspiración, instigación a la insurrección, rebelión civil, concierto para delinquir, usurpación de funciones e instigación pública a la desobediencia de las leyes y el odio continuado.
Caracas. El Tribunal Supremo de Justicia se mantiene en la línea de persecución en contra de la Asamblea Nacional y publicó una nueva sentencia en la que viola la inmunidad del diputado Rafael Guzmán, al relacionarlo con los hechos del pasado 30 de abril y autorizar su procesamiento por parte del Ministerio Público.
En el fallo se señala que ante la solicitud del fiscal general designado por la ANC, Tarek William Saab, se compromete “la responsabilidad” de Guzmán por los hechos del 30-A, cuando se registró una insurrección cívico-militar que contó con el apoyo de funcionarios de varios cuerpos de seguridad del Estado.
La medida viola la inmunidad del diputado Rafael Guzmán quien, al tener fuero parlamentario, no puede ser procesado sin previa autorización de la Asamblea Nacional, incluso en instancias de presunta flagrancia como la que argumenta el TSJ.
La nueva acción del TSJ podría obligar al diputado Rafael Guzmán a refugiarse o abandonar el país, lo que en efecto dejaría vacía su curul en la Asamblea Nacional.
Guzmán, diputado por el circuito 4 del estado Miranda, fue electo de forma nominal, lo que significa que en caso de su ausencia en las sesiones de la AN, le correspondería a su suplente asumir el cargo.
Ahora bien, el suplente de Guzmán es el diputado Gilber Caro, quien fue detenido el pasado 26 de abril por efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en horas de la madrugada. Desde su desaparición forzada, no se ha sabido información del paradero de Caro o de los cargos que se le estarían imputando y que justificarían su detención.
En riesgo la cuarta curul en el Parlamento
La curul de la C4 del estado Miranda pudiera convertirse en la cuarta curul “perdida” a causa de la persecución judicial en contra de la Asamblea Nacional y de los diputados.
Anteriormente los electores del C5 del estado Táchira quedaron sin representación parlamentaria luego de que el diputado Sergio Vergara, y su suplente Rosmit Mantilla, se vieran obligados a no asistir más a las sesiones de la AN debido a la arremetida del TSJ en su contra.
Lo mismo ocurrió con la C2 de Miranda cuando el diputado Freddy Guevara se vio obligado a refugiarse en la Embajada de Chile en Caracas en el año 2017. En aquel momento asumió la curul su suplente, Juan Andrés Mejía quien el 8 de mayo fue objeto de un fallo del TSJ y se vio obligado a ir a la clandestinidad. La segunda curul sin ocupante en el Parlamento.
La tercera curul corresponde al diputado lista del estado Amazonas, teniendo a Julio Ygarza como primer ocupante y a la parlamentaria Rosa Petit como suplente. Ambos se vieron afectados por el fallo del TSJ de 2016 que dejó al estado del sur del país sin diputados. Ygarza optó por desincorporarse de lleno, mientras que Petit optó también por la clandestinidad tras la arremetida reciente, luego del 30-A.
Crece la lista de perseguidos por el 30-A
La sentencia emitida por la Sala Plena del órgano judicial sigue la línea de persecución judicial que comenzó el pasado 2 de mayo cuando el mismo TSJ violó la inmunidad del primer vicepresidente de la AN, Édgar Zambrano, también por los hechos del 30-A.
Luego de aquel fallo, el 7 de mayo el Poder Judicial prosiguió con otro que violó la inmunidad de los diputados Henry Ramos Allup, Richard Blanco, Simón Calzadilla, Américo De Grazia, Luis Florido y Mariela Magallanes. El 8 de mayo también se pudo conocer de una medida contra Juan Andrés Mejía, Freddy Superlano y Sergio Vergara.
El tercer fallo, publicado el 14 de mayo, amplió la lista de diputados perseguidos al incluir a los parlamentarios Carlos Paparoni, Franco Casella, Miguel Pizarro y Winston Flores.
Las acciones del TSJ han tenido como consecuencia que varios parlamentarios como Américo De Grazia, Mariela Magallanes y Richard Blanco se refugiaran en sedes diplomáticas –los primeros dos en la embajada de Italia y el último en la de Argentina–, mientras que otros como Simón Calzadilla y Juan Andrés Mejía han optado por la clandestinidad.
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