Tumeremo se convirtió en un pueblo herido tras desaparición en una mina de oro

Cuatro días de angustia, llanto y desesperación han vivido los habitantes de esta localidad, un sector del estado Bolívar, que se volvió noticia por la desaparición de 28 personas tras la localización de un yacimiento de metal dorado.

Deivis Ramírez Miranda/@deivisramirez

Caracas. Los hermanos Ruíz: José Ángel, de 25 años; José Armando, de 27, y Néstor, de 31 años, no llegaron a la fiesta familiar la noche del viernes 4 de marzo.

Sus parientes los esperaban con ansias, pues el cumpleaños de un primo era la excusa para disfrutar un fin de semana largo.

El hallazgo de un gran yacimiento de oro en la mina Atenas, ubicada cerca de Tumeremo, capital del municipio Sifontes del estado Bolívar, cambió toda la historia. De la celebración se pasó a la desgracia. Al llanto.

José Armando tenía una semana metido en la mina. Como en esa zona la principal fuente de ingresos es esta práctica, el joven siempre se dedicó a eso. Una especie de tradición familiar.

El viernes al mediodía cuando fue encontrado el yacimiento, se generó un gran revuelo en la zona, al punto de que muchas familias se organizaron para acercarse y obtener ganancias minerales. Los Ruiz no se quedaron atrás y a las dos de la tarde se metieron a la mina Néstor y José Ángel aupados por su hermano. Incluso la madre de ellos también lo hizo.

Estimaron regresar a la casa a eso de las cinco de la tarde con los bolsillos llenos y alegres para iniciar la fiesta familiar. Sin embargo, solo la madre logró salir de la mina.

Un pariente que no quiso identificarse, relató el drama que ahora los embarga, el que empezó a las tres de la madrugada del sábado cuando la mujer dejó a sus hijos en la mina y salió.

“Todos nos asustamos porque ninguno regresó. Ella nos contó que eso estaba feo allí adentro y comenzaron los rumores. El sábado nos enteramos de la desaparición y las muertes. Los sobrevivientes dijeron que hubo una masacre y los cadáveres se los llevaron en un camión. Lo único que pedimos es que nos entreguen los cuerpos de nuestros familiares”.

Así como la familia Ruiz está convencida de que los tres hermanos están muertos, lo mismo piensan los demás parientes de desaparecidos. “Este pueblo está herido por todo lo que ha pasado”.

Aunque en Tumeremo han ocurrido casos similares, nunca con tantas víctimas. Por eso, a los parientes no les queda otra opción que aceptar una muerte que aún no ha sido confirmada.

“Si fue un enfrentamiento entre bandas de mineros, si fue un ajusticiamiento o una masacre lo aceptamos. A este punto no nos importa la causa, solo queremos que consigan y nos entreguen los cuerpos”, comentan los deudos. Están preparados para recibir así sea restos quemados y darles cristiana sepultura.

Juan Cuello también sufre por la desaparición de su hijo Ángel Ignacio Trejo Sosa, de 31 años.

El joven no era minero, sino estudiante de tercer año de derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, núcleo Puerto Ordaz.

El viernes estaba con un amigo en su moto y juntos fueron a un sector cercano a la mina Atenas donde tiene con su hermano un molino.

Antes de llegar al lugar, fue detenido por sujetos armados que instalaron una alcabala. El hombre asegura que su hijo al ver eso decidió huir pero le dispararon. El amigo logró escapar a tiempo.

“Me lo mataron y su amigo fue testigo. Esos hombres armados son los llamados sindicalistas mineros, pero realmente son unos delincuentes que matan gente, liderados por uno que llaman ‘el Topo’”.

Ese testigo dijo haber visto cuando los sujetos mataban a los mineros sin compasión alguna. “Estaban vestidos como funcionarios del Sebin y del Cicpc”, reveló.

Aunque no los han dejado llegar al lugar, los familiares de los desaparecidos aseguran que los restos humanos están en la otra mina llamada Hoja de Lata, en el sector Nuevo Callao. Hasta allí los llevaron en un camión volteo.

Lo cierto es que desde el sábado el pueblo está ahogado en manifestaciones, trancas de calles y un paro general de servicios. Solo tres comercios quedaron abiertos a petición de los propios habitantes: un abasto chino, una carnicería y una pollera.

El gobernador de la entidad, Francisco Rangel Gómez, se ha pronunciado dos veces y ha sido enfático en destacar que “no hay elementos que demuestren que hay fallecidos o masacrados”. Para él solo hay “presuntos desaparecidos”.

Informó que tras cuatro días de protestas solo han colocado una denuncia en la Fiscalía de Ciudad Bolívar. Por tal motivo, cree que han politizado el caso para dañar la imagen del Gobierno Nacional que anunció la creación del Arco Minero Orinoco, donde se busca la organización y creación de pequeños comerciantes de la minería.

Mineros en Bolívar / Foto: Clavel Rangel
Mineros en Bolívar / Foto: Clavel Rangel

Sin embargo, Rangel Gómez no descarta que haya fallecidos por una pugna entre bandas que buscan el control de las minas. “No voy a dar nombres de bandas, pero estamos trabajando para investigar todo”, refirió.

Por el momento, Tumeremo se mantiene militarizado y bajo un clamor colectivo de justicia. Nadie tiene respuesta. Esperan que cuatro fiscales comisionados del Ministerio Público, 500 militares y demás funcionarios policiales ofrezcan, más temprano que tarde, una versión real de lo que ellos aseguran ocurrió: una masacre.

Tumeremo, en el estado Bolívar, está militarizada
Tumeremo, en el estado Bolívar, está militarizada

Fotos: Clavel Rangel y referenciales


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