Un efectivo de la Dirección Contra Inteligencia Militar se defendió de un sujeto a bordo de una moto que pretendía despojarlo de su vehículo, la mañana de este jueves en La Carlota.

Caracas. Pasaban de las 7:30 a.m. en el reloj cuando quienes estaban en la avenida 8 con avenida principal de La Carlota oyeron una detonación. Un mercadito de verduras ya estaba vendiendo en la esquina y a las personas que estaban cerca de él no les quedó de otra que correr, al no saber qué sucedía.

Se trataba de un presunto delincuente ultimado. Su cadáver había quedado encima de la moto marca Empire, modelo Arse azul, placa AH8M76M, que conducía. Parte de su cuerpo se encontraba recostado —por la ventana del piloto— de un vehículo marca Ford, modelo Fiesta Power plateado, aún con el casco puesto.

De acuerdo con versiones extraoficiales, el sujeto había intentado robarle el vehículo a un funcionario de la Dirección General Contra Inteligencia Militar (Dgcim) la mañana de este jueves 30 de marzo, pero él en defensa le disparó.

Se investiga si el hombre iba acompañado por otro presunto antisocial, quien al parecer viajaba de parrillero y se bajó de la moto para abordar a su víctima por la puerta del copiloto, pero no contaban con su reacción.

El presunto delincuente fue identificado como Jonathan Guerrero Escobar, de 34 años. Se averigua si estaba evadido de la Penitenciaría General de Venezuela, en el estado Guárico.

Testigos comentaron que minutos antes de que los sujetos trataran de robar al funcionario despojaron de sus pertenencias a dos personas, entre ellas a una mujer.

Carmen Rodríguez, quien tiene casi 30 años viviendo en la zona, contó que es muy peligrosa ya que roban a adultos y jóvenes en todo momento.

“Tienen la zona azotada a cualquier hora del día, quitan muchísimos celulares. Hace año y medio secuestraron a una familia, esto es una locura”, agregó.

Exigió a los funcionarios que hagan más patrullaje por las calles de La Carlota para tratar de disminuir el índice delictivo. “Solo hay seguridad en La Casona, de resto, todos estamos azotados”.

Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas  estuvieron en el sitio del crimen para iniciar las averiguaciones. La Policía Nacional Bolivariana y la Dgcim resguardaron la escena y se encargaron de dispersar a los cuirosos.

Durante la cobertura periodística, los efectivos que resguardaron el área impidieron tomar fotografías a los medios de comunicación. Transcurrida más de una hora de constantes amenazas —como quitar los equipos y hasta ofrecer golpes— los uniformados llegaron a un acuerdo con la prensa y le permitieron realizar su trabajo

Fotos: Yohana Marra


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