Un alud de trámites impide a médicos lusovenezolanos ejercer en Portugal

Salud | médicos lusovenezolanos

Aderito de Sousa, presidente de la Asociación de Médicos Luso-venezolanos (Asomeluve), que tiene unos 300 afiliados, explica que los hijos de portugueses que se han ido recientemente a Portugal no están ejerciendo su carrera. Solo en la isla de Madeira, a finales de octubre, existían 48 pedidos de equivalencias académicas por parte de emigrantes que regresaron a la región autónoma. De ese número, 15 están relacionados con la Medicina, de los cuales 5 pertenecen al área de Odontología.

Caracas. Según las estadísticas de la Asociación de Médicos Lusovenezolanos (Asomeluve), unos 150 galenos criollos han intentado emigrar para ejercer su carrera en Portugal, sin éxito. Las gestiones administrativas para reconocer las credenciales de los profesionales extranjeros están paradas desde hace casi dos años porque se están revisando los criterios de aceptación. Recientemente, las autoridades lusas anunciaron que en el mes de enero de 2019 se abrirán nuevamente estos procesos de equivalencias académicas, lo que beneficiará a los médicos lusodescendientes que buscan ejercer en el país ibérico.

El cirujano especialista en Otorrinolaringólogía, Aderito de Sousa, presidente de Asomeluve, donde están afiliados 300 galenos con raíces lusas, explica que ninguno de los médicos lusovenezolanos que se han ido recientemente a Portugal está ejerciendo su carrera. Y hay médicos especialistas con posgrados, que emigraron hace más de 10 años, trabajando como médicos generales, también los hay desempeñándose como paramédicos o manejando una ambulancia.

Hay casos dramáticos de profesionales de la Medicina trabajando en panaderías, un neumonólogo recogiendo duraznos, un cardiólogo pediatra y un hematólogo trabajando en cafeterías, cuando por ejemplo la isla de Madeira carece de especialistas en Hematología y en Cardiología Pediátrica”.

Quirófanos

Solo en la isla de Madeira, a finales de octubre, existían 48 pedidos de equivalencias académicas por parte de emigrantes que regresaron a la región autónoma. De ese número 15 están relacionados con la Medicina, de los cuales 5 pertenecen al área de Odontología.

Además, no se le puede pedir a un profesional con formación especializada, con posgrados y doctorado que actúe como médico general. Eso no ocurre en ningún país del mundo. Y es paradójico que ocurra en Portugal, un país que tiene déficit de médicos en todas las especialidades, se estima que faltarían entre 4000 a 5000 especialistas. 30 % de los que se gradúan en Portugal buscan desarrollarse profesionalmente en Inglaterra, Alemania o Francia, donde son mejor remunerados. Las consecuencias las pagan los pacientes que integran largas listas de espera cuando se trata de un cirugía electiva. Una persona puede esperar de seis meses a tres años por una operación de hemorroides y la medicina privada es muy costosa, precisa Aderito.

De Sousa cree que hay casos de equivalencias académicas y homologaciones que deben ser tratados con mayor flexibilidad porque dentro de esa migración hay médicos con altas cualificaciones, profesores, investigadores, que hicieron cursos de formación superior en países como Estados Unidos y Alemania y que serían de gran ayuda para el sistema de salud portugués.

De los 28.563 médicos que, a finales de 2017, trabajaban en el Servicio Nacional de Salud de Portugal, 1828 (6,4 %) eran extranjeros y la mayoría (55 %) provenientes de países ajenos a la Unión Europea. Actualmente, hay 87 médicos cubanos en el servicio público, debido a protocolos firmados entre Lisboa y La Habana, que le habrían costado 12 millones de euros al Estado. El número de médicos venezolanos en Portugal ha aumentado desde 2012 cuando había 13 en el sistema público. En 2017 eran 23, según cifras publicadas por el diario Público.

Cristina de Cámara, una lusovenezolana egresada de la Escuela Razetti de la UCV, bien conoce el rigor de las normas en Portugal. Hija de madeirenses, ejerció la medicina en el Domingo Luciani en El Llanito y estuvo un año en el Internado de ese hospital. Cree que ser médico es un privilegio, una labor de sacrificio que deja recompensa.

La lusovenezolana asegura que la red pública de salud enfrenta a los médicos a situaciones retadoras. Lo más difícil es lidiar con la falta de insumos, la ausencia de sangre para hacer transfusiones, los equipos dañados. Trabajamos con las uñas. En mi primer año de educación solo había dos cadáveres para más de 500 alumnos de Anatomía. En algunas guardias en el Domingo Luciani solo contábamos con una ampolla de adrenalina para cuatro servicios: Medicina Interna, Obstetricia, Pediatría y Cirugía. Además, lo que ganas no te alcanza ni para comprar los alimentos básicos.

Venezuela prácticamente forma profesionales para exportar, argumenta De Cámara y agrega que de unos 360 médicos egresados de su promoción, la mitad se fue a Argentina, Chile, Ecuador y Perú. Los médicos recién egresados tenemos entre 23 y 25 años, somos muy jóvenes y hemos crecido en este gobierno, no tenemos otra referencia y muchos creen que no hay ningún rayo de esperanza. Yo me fui a España para hacer la gestión de homologar mi título de Médico General. Es mucho más fácil que en Portugal. Solamente vas al Ministerio de Educación Universitaria, pagas una tasa de 80 euros, entregas los papeles y te dan la homologación directa, sin necesidad de realizar otro examen, pero debo esperar entre 10 a 12 meses.

Mientras aguarda por este trámite, Cristina está en Lisboa con su hermana y trabaja en una oficina como analista de contenido web en Accenture Portugal. Me veo forzada a trabajar en una cosa que no tiene nada que ver con mi carrera, como tantos otros que están empleados en cafés o en bares haciendo de mesoneros y son médicos de Venezuela.


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