Arelis González denunció que la Policía Nacional Bolivariana mató a su hijo, David Rivas, en La Dolorita, y luego le colocaron un arma en la mano y la accionaron. Jhonjaiver Contreras fue asesinado en las mismas circunstancias pero en Ciudad Tiuna.

Caracas. Yo escuché la ráfaga de tiros pero jamás me imaginé que me habían matado a mi hijo. Cuando llegué a la casa vi como lo llevaban cargado, entre cuatro policías, y lo montaron en una unidad.

Arelis González vio a su hijo salir de casa, del barrio La Lira en La Dolorita, a las 6:30 a.m. del pasado jueves 16 de noviembre. Pero a David Yavier Rivas, de 29 años, se le quedó su comida y se regresó. En ese instante fue abordado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

Según testigos, a David le preguntaron si estaba bajo régimen de presentación y luego de golpearlo le dispararon. Él corrió pero los funcionarios volvieron a dispararle.

Alegaron que se enfrentó a la policía. Sin embargo, su mamá lo niega y aclaró que era un muchacho trabajador, que aprendió a pulir carros desde muy pequeño con su papá y actualmente laboraba en un taller en Chacao.

“Vean bien a quién están matando en los operativos. Estos policías salen a matar inocentes y los culpables les pagan para que no los busquen”, sollozaba Arelis.

Dannyr Rivas, hermano de la víctima, detalló que él en 2010 estuvo detenido acusado de cometer un homicidio, pero al no conseguir pruebas lo dejaron en libertad y quedó bajo régimen de presentación.

Todos vieron cuando lo mataron, estaba su hijo de tres años y algunos vecinos, dijo.

De acuerdo con Arelis, a David le pusieron un arma en su mano y dispararon para simular que se había enfrentado a la PNB. Era padre de tres hijos, vivía con su esposa y niños.

Ajusticiamiento y robo de comida

A las 7:00 a.m. del pasado jueves 16 de noviembre a Jhonjaiver Francisco Contreras González, de 20 años, también lo ajusticiaron uniformados de la PNB y según su papá, Yorman González, alegaron enfrentamiento.

El muchacho se encontraba en su casa, ubicada en el piso 4 de la torre 29, con sus dos hermanos y su cuñada. De acuerdo con los testigos, los funcionarios sacaron a todos y le dispararon.

Pensaban que su cuñada era su esposa y la amenazaron, la querían meter presa. Además los amenazaron con sembrarles droga.  Cuando mi hijo estaba muerto le pusieron la pistola en la mano y dispararon.

Denunció que además de quitarle la vida a su hijo también robaron televisores, ropa y el mercado que había en la casa. “Hasta cocinaron y comieron”.

La víctima había llegado desde San Cristóbal hace un mes y buscaba empleo. Vivía con su madre, sus hermanos y su cuñada. Su papá desmintió que estuviese solicitado y pidió justicia.

“Son un poco de asesinos los que pusieron en la policía, no están haciendo nada bueno, están matando a puros inocentes”.

Hartos de injusticias en Cacique Tiuna

Al mediodía de este viernes 17 de noviembre fue asesinado un joven en bloque 46 de Cacique Tiuna, por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Vecinos —con identidad protegida— contaron que el muchacho se llamaba Iván, aunque no precisaron su apellido. Detallaron que se encontraba en casa de un amigo y los uniformados sacaron de la vivienda a todos los habitantes.

Protestaron por la cantidad de injusticias que se han cometido en la comunidad, ya que aseguran que no es la primera vez que le quitan la vida a un inocente y alegan enfrentamiento.

El pasado 6 de junio Gilbert Sosa fue asesinado cuando salía de su casa, a bordo de su moto. Su madre, Carmen Arellano, detalló que hasta ahora no han detenido a los responsables. Exigió que cesen estos procedimientos y que respeten los derechos humanos.

Hace un mes llegaron a mi casa de nuevo, revisaron y se robaron un reloj, soltó.

Fotos: Yohana Marra


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