Grupos armados bloquearon todos los accesos a la parroquia, exigiendo la destitución del jefe de operaciones de la PNB, general Eduardo Serrano. Habitantes se encerraron en sus casas por miedo, pues no sabían qué sucedía.
Caracas. En cuanto suena la sirena del colectivo La Piedrita, en el 23 de Enero, los vecinos ya saben que algo malo puede pasar y acatan el toque de queda por su seguridad. Así sucedió a partir de las 3:30 pm de este lunes.
Caras tapadas con pasamontañas negros, sujetos armados en las azoteas de los bloques y grupos con armas largas desplegados por toda la parroquia, trancando el paso, fue el panorama después de la alarma.
Desde las estaciones del Metro los vecinos no sabían qué pasaba en el barrio, pues las camioneticas no estaban trabajando y el mensaje que rodaba en boca de mototaxistas era que los colectivos tenían todo trancado. Pero nadie entendía a qué se debía la protesta que los grupos armados llevaban a cabo desde la tarde.
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“Caminé desde la estación Capitolio hasta mi casa, en La Cañada, sin saber qué pasaba. El ambiente fue demasiado tenso, toda la gente que iba caminando también estaba muy asustada y nadie sabía qué pasaba. No hay nadie en el 23 de Enero que diga que no tuvo miedo ayer”, detalló una vecina, quien por miedo a venganzas de los colectivos pidió mantener su nombre en reserva.
Aunque ya son 17 años viviendo con el aplique de los colectivos en el 23 de Enero, los habitantes todavía se asustan cuando ocurren situaciones de este tipo. “No es lo mismo ver a un policía armado, que a unos sujetos vestidos de negro, con pasamontañas y con armas largas. Les pasábamos por al lado asustados, sin preguntarles nada y sin siquiera verlos”.
Los niños, tomados de las manos de sus representantes, narraban lo que veían por la comunidad. “Mira, hay colectivos armados en los bloques”, oyó esta vecina, de boca de los menores, cuando pasó por el bloque 7 y vio en lo alto a varios hombres encapuchados.
Añadió que la gente se encerró tempranito porque sospechaban que algo malo iba a suceder y las calles estaban vacías, nadie se asomaba por las ventanas para no levantar sospechas en los colectivos.
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“Estaba muy preocupada, yo llegué a mi casa temprano pero mi familia no y los estuve llamando a cada rato para saber de ellos. Los vecinos estamos cansados de esta zozobra cada vez que ellos quieren, no podemos estar así, asustados y aterrados de verlos”.
Otro habitante de la parroquia, comentó que después de las 9:00 pm observó que muchas personas llegaron a bordo de una camioneta que les dio la cola a los que se habían quedado varados en las estaciones del Metro.
La mañana de este martes los vecinos salieron más temprano de lo normal para llegar a sus obligaciones, previendo otro bloqueo de las calles. “Incluso esta tarde la gente está preguntando cómo está la cosa por aquí, para tener tranquilidad a la hora de regresar a su casa”.
Acuerdos con el Gobierno
Se conoció de manera extraoficial, que integrantes del colectivo Tres Raíces fueron los protagonistas de la protesta la tarde del lunes, exigiendo la destitución del jefe de operaciones de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), general Eduardo Rafael Serrano Díaz, luego de que presuntamente el funcionario ordenó la detención de cinco miembros. Lo calificaron de “traidor a la patria” y “contrarevolucionario”.
Grupos armados de la zona se unieron a la manifestación, en apoyo, y bloquearon todos los accesos al 23 de Enero con barricadas y alcabalas. “Revisaban los carros, en algunos casos mandaron a bajar a los conductores para revisarlos”, sostuvo un habitante, quien tampoco quiso identificarse por miedo a represalias.
Trascendió que en horas de la noche el vicepresidente de la República, Aristóbulo Iztúriz, se reunió con representantes del Tres Raíces, en el Cuartel de la Montaña, y acordaron que el general Serrano “no se metería con las organizaciones sociales”.
“Hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales a una reunión y nos reservamos las acciones a tomar. Anoche el profesor Aristóbulo nos habló y al parecer este general no se detiene en sus propósitos. Estaremos informando al pueblo de Caracas de futuras acciones de calle, si no obtenemos respuesta vamos a radicalizar”, decía parte de un mensaje que difundió el colectivo Tres Raíces a través de WhatsApp.
Se conoció que la mayoría de quienes integran este colectivo, supuestamente, son funcionarios y por eso se oponen a las decisiones del general Serrano. Abarcan la zona desde el bloque 37 hasta el 41 y, según la fuente, es uno de los más “fuertes” porque lo componen uniformados.
“Ellos combaten todos los problemas que hay con el hampa en El Observatorio, apoyan a los cuerpos de seguridad cuando se van a meter a ese barrio”, soltó extraoficialmente una fuente ligada a estos grupos.
Varios habitantes, consultados por el equipo reporteril de Crónica.Uno, indicaron que durante la toma no se presentó ningún cuerpo de seguridad a disolver la protesta.
Foto referencial Cristian Hernández/cortesía red social Twitter.
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