Los residentes de la zona comentaron que al menos dos veces a la semana los visita una tanqueta de la Guardia Nacional Bolivariana, que se para en el puente 5 de Julio. Han tenido que costear los destrozos de ventanas y rejas, luego de las constantes represiones a las manifestaciones opositoras.

Caracas. La semana pasada le sacaron una hojilla a un señor, le hirieron el brazo para robarle las bolsas de comida mientras caminaba. Las protestas pasaron, pero los robos se mantienen, dijeron Herminia Sabo y Fátima Jardím, vecinas de La Urbina.

Comentaron que los atracos de alimentos se deben a que cerca de las principales calles de la urbanización se encuentran varios supermercados y carros de verduras, y los delincuentes aprovechan para atacar a los clientes desprevenidos.

Igualmente, vecinos denunciaron que jóvenes merodean por la calles del sector para robar celulares y carteras a quienes transiten por el lugar. De acuerdo con la señora Sabo, algunos hampones se esconden en las canchas para luego cometer los asaltos.

“Las protestas pasaron, pero rateros todavían quedan por aquí”, soltó uno de los vigilantes de las residencias.

Estos hechos acontecen cuando al menos dos veces a la semana una tanqueta de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se estaciona en el puente 5 de Julio, próximo a las residencias que anteriormente fueron atacadas por los uniformados, tras su participación activa en las manifestaciones convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en contra del gobierno de Nicolás Maduro.

Esas tanquetas se la pasan ahí por el rollo entre los manifestantes y la GNB, porque las que se estacionan ahí son del Sebin y del Conas, y esos no son para seguridad ciudadana, argumentó uno de los vigilantes del sector.

Sabo expresó que los vehículos solo se encuentran para amedrentar a los habitantes, puesto que en la zona aún se vive con el temor y paranoia de las constantes represiones, mientras que los delincuentes hacen de las suyas a cualquier hora del día, el robo de celulares es uno de los actos más fecuentes. 

El 2 de mayo grupos paramiliatares abrieron boquetes en la residencia Los Mangos

De acuerdo con los residentes de La Urbina, desde que se realizaron las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) —el pasado 30 de julio—, la “tranquilidad” volvió al sector. Sin embargo, aún perdura el recuerdo de lo ocurrido el pasado 2 de mayo cuando vecinos trancaron la calle ante el llamado de la MUD.

En esa oportunidad fueron reprimidos por al menos 7 horas, pues uniformados de la GNB arrojaron bombas lacrimógenas directo a los edificios Los Mangos y Las Palmeras, en la calle 3-A.

Un apartamento se incendió producto de los artefactos, al tiempo que grupos paramilitares en presunta complicidad con la GNB, dispararon a las viviendas, abrieron boquetes para ingresar a los estacionamientos y desvalijaron los vehículos, según vecinos.

Como pudimos cerramos con cadenas las rejas del edificio. Yo mismo vi a un funcionario de la GNB dirigir a un civil armado para atacarnos, denunció Arturo Córdoba, vecino.

Al menos 14 personas resultaron heridas después de ese ataque, informó el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol.

Todo cambió totalmente, ya la gente no se agrupa. Aún queda el temor de todo lo vivido, pero ahora todo está tranquilo, comentó el vigilante.

Los impactos de bombas lacrimógenas causaron destrozos a los apartamentos durante las represiones

Pagan ataques con dinero de sus bolsillos

Rejas dobladas, ventanas con bolsas negras y teipe son los arreglos que a duras penas han logrado los vecinos de La Urbina, luego de los destrozos ocasionados por funcionarios, junto con grupos paramilitares, durante las represiones por las manifestaciones opositoras.

Desde entonces, los arreglos a los edificios y garitas de seguridad han corrido por cuenta de las juntas de condominio de las residencias, con aporte de los vecinos.

Con los mismos restos de las rejas y lo demás, hemos intentado arreglar las cosas, soltó uno de los vigilantes de la residencia Los Mangos, quien por seguridad pidió no revelar su nombre.

La noche del lunes 26 de junio funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la GNB allanaron tres apartamentos de las residencias Erise, en la calle 3A. También lanzaron lacrimógenas, y perdigones, y causaron destrozos en las instalaciones de las calles 2 y 3-A.

El 26 de junio, cuerpos de seguridad allanaron -ilegalmente- las residencias Erise, en horas de la noche

La represión se dio luego de que los habitantes mantuvieran la zona trancada, en apoyo a la actividad convocada por la MUD.

Testigos denunciaron que vieron a presuntos funcionarios, vestidos de negro, bajarse de taxis gubernamentales en cuadras más abajo de las calles que agredieron con lacrimógenas. Igualmente, vecinos reportaron que los funcionarios robaron celulares cuando ingresaron a los apartamentos.

En la noche, Jhonatan José Zavatti, de 25 años, recibió un tiro en la cabeza cuando caminaba por el barrio 5 de Julio, una protesta se registraba en el lugar.

Ahora las cosas están bastante calmadas, pero no me confío. Todo lo vivido fue algo muy feo, vi mucho abuso policial. Todo era tiro y tiro y bombas lacrimógenas. Lo que todavía se ven son los rateros, esos no se fueron, soltó Niuman Guevara, quien lleva 35 años viviendo en el sector.

Vecinos relataron que durante las manifestaciones en la zona los habitantes del barrio 5 de Julio, en Petare, se unieron en apoyo a las convocatorias.

Saldo rojo

Al menos tres asesinatos se registraron en el sector 5 de Julio, cerca de La Urbina, en el contexto de manifestaciones antigubernamentales que iniciaron el pasado 1° de abril.

El primero fue el de Mervins Guittian, de 26 años, quien caminaba por el puente mientras la Guardia reprimía una barricada el pasado 20 de abril. Su abuela, Nervis Díaz, acusó a los efectivos de dispararle en el abdomen.

El segundo hecho fue el de Carlos Eduardo Aranquren, de 30 años, quien también perdió la vida cuando recibió dos tiros, el pasado 2 de mayo, al pasar por el puente Baloa, donde la GNB dispersaba una protesta.

Posteriormente, le quitaron la vida a Jhonatan José Zavatti, de 25 años, quien recibió un tiro en la cabeza el 26 de junio.

El Ministerio Público, bajo la gestión de Luisa Ortega Díaz, registró 129 muertes en el contexto de manifestaciones.

Fotos: Luis Miguel Cáceres


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