Vecinos de la Cota 905 denunciaron que delincuentes presionan a la GNB para que se retire

Testigos indicaron que el pasado domingo, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana detuvieron a dos hombres y los antisociales del sector Las Quintas lograron que salieran de nuevo, presuntamente porque “desde arriba” ordenaron que los dejaran en libertad.

Caracas. La noche del domingo 3 de septiembre, los habitantes del sector Las Quintas, en la Cota 905, cerraron puertas y ventanas, pues la escuelita cercana, donde se ubica la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fue rodeada por delincuentes.

Según denuncias de vecinos, quienes pidieron no ser identificados por miedo a venganzas de los antisociales, un grupo de sujetos con armas largas y granadas arrinconaron a los uniformados para exigirles que soltaran a dos hombres, que habían detenido más temprano.

Presuntamente fueron arrestados por las investigaciones del asesinato de Robert José Azuaje Maldonado, de 20 años, el pasado viernes 1° de septiembre en el sector Brisas del Paraíso.

Ellos rodearon a los guardias, eso fue feo porque discutieron por más de una hora porque ellos querían que soltaran a los dos tipos y amenazaban con explotar el módulo con las granadas. Los guardias pidieron refuerzos, llegaron más y hasta tanquetas, nosotros estábamos aterrados y cerramos puertas y ventanas, contó una habitante, de manera anónima.

Aunque las denuncias no pudieron ser confirmadas de manera oficial, los habitantes aseguraron que los uniformados recibieron una llamada “de arriba” y tuvieron que dejar en libertad a los hombres capturados.

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Estamos a merced del hampa, es increíble que los guardias tuvieron que doblegarse por la decisión de ellos. Estamos completamente desprotegidos y muy asustados, comentó otro vecino.

El joven Robert Azuaje, quien era prospecto del baloncesto con Marinos de Anzoátegui en categorías menores, recibió 15 impactos de bala luego de que la Cota 905 fuese decretada, de manera extraoficial y por segunda vez, zona de paz.

El pasado sábado 26 de agosto hubo una reunión en la cancha de Las Quintas con la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez; el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez; el ministro para la Juvetud y Deporte, Pedro Infante; y el presidente del Poliedro, Antonio “Potro” Álvarez.

Según una publicación del medio Ciudad Caracas, la reunión fue para lograr mecanismos de paz con la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz, y vecinos, así como cuidar las extralimitaciones de los operativos de seguridad. Sin embargo, los habitantes aseguran que el acuerdo fue otro y con los delincuentes: cesar actividad delictiva a cambio de que no hubiesen más rondas policiales.

Una fuente policial indicó —extraoficialmente— que no han recibido órdenes directas, pero desde que se dieron esas conversaciones no han recibido más informaciones de la Cota.

“Después de esa reunión estamos a merced del hampa y los delincuentes dijeron que hay toque de queda, todos tratamos de llegar antes de las 7:00 p. m., a esa hora ya la mayoría está encerrada. Así no se puede vivir, antes nos sentíamos seguros con la policía subiendo al barrio”, añadió un residente.

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Señalaron que tras los “acuerdos de paz”, los antisociales de Las Quintas serán los encargados de entregar las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y amenazaron a quienes viven en ese sector con quitárselas si hablan mal del Gobierno o los denuncian.

De acuerdo con los vecinos, hace aproximadamente tres años también hubo conversaciones entre el Gobierno y los delincuentes, pero con el viceministro de Seguridad Ciudadana para el momento, José Vicente Rangel Ávalos, quien dirigió la creación —sin decreto— de las zonas de paz en 2013 con el Movimiento por la Paz y la Vida. El acuerdo: cesar actividad delictiva y entregar las armas, a cambio de materiales de construcción y equipos de línea blanca.

Desde entonces, los habitantes fueron testigos de compra y venta de droga, vieron cómo llevaban carros robados y a víctimas de secuestro, sin poder denunciar a la policía, por su seguridad.

En julio de 2015, con la puesta en marcha de la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), testigos indicaron que vieron con menos frecuencia estos delitos y a los jóvenes portando armas largas y granadas. Situación que culminó hace dos semanas con este nuevo “decreto de paz”.

Foto referencial: Yohana Marra


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