Los camioneteros se tardan en llegar a las paradas porque la vía principal está muy dañada. Recientemente se anunció que le colocaron 80 toneladas de pavimento, pero lo pusieron por donde pasa la novia.

Caracas. Los habitantes del sector Las Torres, en la parte alta de la parroquia La Vega, se sienten estafados porque la vía principal da pena ajena debido a la cantidad de huecos y desniveles, aunque recientemente autoridades locales anunciaron la colocación de 80 toneladas de asfalto. Los vecinos denunciaron que lo colocaron por donde pasa la novia.

La promesa de la rehabilitación de la vía se anunció en agosto pasado. El plan de asfaltado iba desde el sector Los Laureles hasta La Pedrera, justo en el límite con Las Torres. Pero quedaron casi tres kilómetros de dos canales por donde no han pasado las maquinarias.

Según los cálculos, en ese tramo se colocarían 80 toneladas de material (lo mismo que dijeron que pusieron en la carrera 4 que va de Táriba a San Cristóbal y que mide 5.7 kilómetros).

Hasta la fecha, según lo publicado en algunos medios impresos, se vaciaron solo 54 toneladas de paños continuos en la parte de La Pedrera. “Aquí lo que hicieron fue tapar los huecos sin escarificar la calle. Hay casos en los que el asfalto se quebró por las por las filtraciones y por alcantarillas hundidas. Vemos que los obreros no trabajan de forma continua”, comentó el señor Isidro Díaz.

El mal estado de la calle trajo como consecuencia que los transportistas disminuyan el servicio y la cobertura de rutas. Alegan que las troneras se comen los cauchos y que si se les cae el tren delantero es difícil reponer ese repuesto.

“Son costosos y no hay en el mercado, hay compañeros que tienen tres y cuatro meses con las unidades paradas. Nadie paga los carros cuando tienen fallas ocasionadas por el mal estado de las vías”, dijo Díaz.

Pero el costo de este problema lo pagan los usuarios. Los vecinos de la parte alta de Las Torres se quejaron porque pasan ronchas esperando al transporte público. Sostuvieron que a eso de las 5:00 am ya están saliendo para la parada y que se organizan en grupos para evitar ser sorprendidos por el hampa. Hacen ese sacrificio para agarrar las primeras camionetas que van saliendo hacia La Redoma de La Vega o hasta el Metro La Paz; a veces esperan 40 minutos, pero cuando les agarra la hora pico, el tiempo puede ser hora y media.

“De un tiempo para acá los camioneteros han disminuido las rutas, los horarios y el número de unidades. A veces uno tenemos que caminar largos trechos porque no quieren llegar hasta el final de Las Torres. Es una calamidad salir y para regresar es el mismo calvario”, soltó Josefina Noguera, quien expresó sentirse engañada, porque para esta zona es muy poco lo que se hace.

“Aquí la vía tiene severos daños y cuando llueve se pone peor. Tan es así que la los carros no quieren llegar hasta dónde está la planta eléctrica”, acotó.

Su testimonio no está lejos de la realidad, pues José Rodríguez, conductor de la ruta Las Torre-Metro La Paz, comentó que constantemente sufren por los daños a la mecánica. “Un caucho nos los están vendiendo en más de 100 mil y cada seis meses hay que cambiarlos. Hay carros parados por falta de repuesto. En esta línea había 300 unidades y cerca de 100 están fuera de circulación por falta de repuestos. Uno presta el servicio, pero hasta donde puede”.

Más atención

Ciertamente la falta de unidades se nota en las paradas. Siempre están repletas, principalmente en las horas pico. Cuando llueve o pasan las 7:00 pm los más vivos hacen su agosto, incluso los mismos choferes de las rutas formales cobran 50 bolívares por persona para subir a Las Torres.

Los habitantes de esta comunidad pidieron a las autoridades locales sincerarse con los proyectos que destinan para la parroquia. “Pues entendemos que colocaron los baches, porque venía Jacqueline Faría, pero eso no puede ser así, en Las Torres hay cosas puntuales que atender y el tema de la vialidad y el del transporte público son dos realidades que no se pueden eludir”, destacó Isidro Díaz, también transportista.

Foto: Mabel Sarmiento


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