Para conseguir un pasaje por tierra hay que madrugar, pagarlo bien caro y rezarle a los santos para que la unidad no se accidente por el camino

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. “Salí para Cumaná a las 10 pm. Me embarqué en el terminal de Oriente. Nos dijeron que era una unidad ejecutiva habilitada y la verdad es que resultó todo un fraude”, contó Josefina Segura, quien viajó en plan de vacaciones con la familia hacia el oriente del país.

Dijo que el autobús durante todo el viaje se paró, y lo peor era que no lo hacía en zonas aptas, sino en cualquier matorral.  “Primero fue por un ruido, luego por la manguera del aire, la tercera vez por un caucho, la cuarta porque la GN encontró que los papeles del chofer eran ilegales y de allí en adelante, perdí la cuenta de la paradas por problemas mecánicos”, manifestó.

De Caracas a Cumaná máximo son ocho horas, a 80 Km/h. Josefina se quedó asombrada que pese a los problemas que se presentaron en la vía hizo un recorrido de menos de siete horas.  “No pegué un ojo en todo el trayecto, ese autobús parecía que se iba a voltear. Cada vez que aceleraba se movía un barco. Fue todo un suplicio”.

A la semana, cuando se disponía a regresar a la capital, ya se sentía más confiada pues tenía pasaje de regreso en una línea privada. “Se suponía que salíamos a las 9:00 pm. Pero hora y media después nos dijeron que el autobús se accidentó. Nos regresaron el pasaje, nos tuvimos que regresar al hotel y pagar una noche más que no estaba en el presupuesto”.

Al día siguiente fueron a buscar pasajes y consiguieron en la línea Responsable Venezuela. “Era un buscama completamente nuevo. Por lo menos me entró un fresquito, pero eso solo duró lo que dura un suspiro, porque echamos casi 12 horas de viaje y no te quiero contar por qué. Realmente viajar ahora es una lotería”, completó.

A Carmen Toledo, le pasó algo similar. Venía de Barinas con su hija de dos años. “Se me presentó una emergencia con un familiar y tenía que viajar. No conseguí transporte directo y tuve que  hacer dos trasbordos. Viajé durante 14 horas y gasté mucho más en pasaje. No quiero imaginarme cómo será esto en diciembre. Allá en Barinas no hay autobuses. Eso es lo que dicen en las líneas. Por ejemplo me comentaron que Expresos Mérida ya no tiene los mismos carros. Y están haciendo un viaje en la noche y otro en el día”, comentó.

Sin repuestos

Ciertamente viajar por tierra debería ser algo tan normal para un venezolano. Pero no todo lo contrario, cada día que pasa, hacer turismo interno es una tarea titánica; y si se trata de una emergencia es una verdadera tragedia griega.

Primero hay que reunir la plata y, luego, peregrinar por los terminales terrestres a ver si se consiguen los boletos.

Los destinos más demandados son Puerto La Cruz, Maturín, Ciudad Bolívar, Machiques, San Cristóbal, Valera, Mérida y Trujillo. Pero no todos llegan a esos lugares cuando quieren, sino cuando se puede, debido a que en la actualidad hay menos unidades Buscamas.

En 2007 según la Cámara Venezolana de Empresas del Transporte Extraurbano, Cvete, había 3.600 autobuses grandes para rutas que superaban las 8 horas.

Hoy en día, según Fernando Mora, directivo de la Cvete, se calcula un déficit de 2.500 vehículos, debido a la escasez de repuestos.

Destacó que hay muchas unidades que vencieron su vida útil y que, por tanto, las unidades se están accidentadas en la carretera, por eso las personas están haciendo trasbordo y usando unidades habilitadas.

Informó que hace meses el Gobierno hizo entrega de 145 unidades de tecnología de punta a casi 35 de empresas, pero aún con esas no se cubre la demanda.

Foto Cortesía AVN


Participa en la conversación