Violencia en fiestas de la capital deja dos muertos en Nuevo Horizonte y Ojo de Agua

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Ambos eran jóvenes que no alcanzaban los 22 años. Sus familiares aseveran que eran muchachos tranquilos que vivían con sus madres. Ninguno tenía hijos o pareja.

Caracas. Los DJ conocidos como Locotrón y Cara de lápiz organizan las fiestas todos los fines de semana en el barrio Nuevo Horizonte, al noroeste de Catia, Caracas. Son temidos por la comunidad porque al caer la madrugada, luego de varios tragos y otras sustancias, buscan peleas y se entran a golpes con quien sea. Así lo asevera Luz Pérez, tía de Jesmil Jaimes Narváez, de 21 años. Sin embargo, los vecinos no dejan de asistir a las rumbas. 

Pérez y Jaimes fueron a una de estas farras el pasado viernes 7 de diciembre. En esta ocasión no hubo golpes, pero el festejo tomó otro rumbo. En horas de la madrugada, a las 4:30 a. m., Luz escuchó unos disparos en la casa ubicada en la calle Isnotú. Cuando corrió al exterior del lugar a indagar qué ocurría, encontró a su sobrino desangrado.

“Son gatillo alegre”, dice la mamá de la víctima para describir a quienes asesinaron al joven, quien era el mayor de tres hermanos y, aunque era obrero, estaba próximo a alistarse en la Milicia Nacional. Mismo componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) al que pertenece su madre desde hace tres años y que está integrado por civiles para, supuestamente, servir de puente entre ambos grupos.  

Los presuntos delincuentes están solicitados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), de acuerdo con los familiares de Narváez. Tras colocar la denuncia en una de las sedes de esta institución en Propatria, los funcionarios les dijeron que son varios los homicidios en los que Locotrón y Cara de lápiz son partícipes. Nosotros sabíamos que eran peligrosos pero en ninguna fiesta habíamos escuchado disparos y en el barrio no se hablaba de que eran asesinos, acota Pérez.

Otra fiesta, otro muerto

Yeiner Eduardo Aponte, de 20 años, también murió en una fiesta a manos de la violencia. Sucedió a las 4:30 a. m. el pasado sábado 8 de diciembre. Su festejo era del otro lado de la capital, en el barrio Ojo de Agua, sector La Bala, Baruta. Al momento de salir del lugar junto con su hermana, un sujeto le disparó en el pecho y, al caer al piso, el joven recibió tres disparos más. La hermana no sabe quien fue y manifiesta que no tuvieron problemas con nadie durante la noche. El responsable del homicidio se dio a la fuga

Aunque trasladaron a la víctima al Hospital Domingo Luciani, en El Llanito, ingresó sin signos vitales. Vivía con su madre en Ojo de Agua, pero en el sector Los Mangos. Desde allí trabajaba como técnico de teléfonos. “Él mismo aprendió y le iba bien”, contó su mamá.

De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Violencia de la Región Capital, 85 % de los delitos durante el mes de octubre de este año fueron homicidios y, según reciente informe de Amnistía Internacional, Venezuela se posiciona entre los países más violentos del mundo con una tasa de homicidios de 89 por cada 100.000 habitantes para el 2017, donde los principales protagonistas de la violencia son hombres jóvenes entre 15 y 44 años de edad en situación de pobreza.


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