Aunque se retomó el cobro de pasaje y se hacen operativos de limpieza que muchos usuarios llaman “maquille”, el servicio dentro del subterráneo sigue dejando mucho que desear. Las fallas eléctricas y de trenes son constantes en el sistema.

Caracas. “Atención: se informa a los usuarios que debido a fallas eléctricas en la vía, el servicio de trenes presenta fuerte retraso, por lo que se sugiere utilizar transporte superficial“. La frase fue emitida el martes en la tarde en la estación La Hoyada del Metro de Caracas, pero fácilmente puede ser atribuible a cualquier día, hora y estación del subterráneo. Durante esta semana, hubo al menos tres inconvenientes que generaron retrasos prolongados en el sistema, aunado al ya de por sí deplorable estado en el que se encuentra la otrora “gran solución para Caracas”.

El lunes, a través de su cuenta en Twitter, el Metro de Caracas informó que por una “falla de energía” las estaciones Palo Verde, Petare, La California y Los Cortijos no estaban prestando servicio comercial. Casi tres horas después, alrededor de las 10:00 a. m., el servicio fue restituido “de manera normal”, sin dar detalles de las razones de dicha falla ni cómo se solventó. Usuarios de la red social afirmaron haber presenciado explosiones y humo en la estación La California a primeras horas de la mañana.

El presidente de la ONG Familia Metro, Ricardo Sansone, afirmó a Crónica.Uno que el inconveniente en sí se debió a que uno de los trenes presentó un cortocircuito, y el mismo fue tan fuerte que “afectó a la subestación Los Cortijos”. El inconveniente se produjo debido al desgaste de la zapata de freno, “que se calentó tanto que hizo que se soldara al riel. Eso formó un corto franco que ‘disparó’ las protecciones de las subestaciones”.

Sansone mencionó que el cambio de las zapatas se debe hacer una vez que alcanzan cierto grosor y se desgastan “entre 8 mm y 1 cm”, en el caso de los trenes antiguos fabricados por la compañía francesa Alstom. Afirmó que ni siquiera el personal técnico del Metro de Caracas tiene conocimiento de cuál es la vida útil de las zapatas de los trenes tipo CAF, incorporados al sistema a partir del año 2010.

Del otro lado de la ciudad, por su parte, una nueva “falla” mantuvo restringido el paso de trenes entre las estaciones Capitolio y Propatria. La compañía de transporte informó por redes sociales que una “falla de energía de tracción” fue la causa por la que se dejó de prestar servicio desde la estación Caño Amarillo. 

Más que un desperfecto originado por la crisis eléctrica, el problema en esta ocasión se debió a falta de mantenimiento de los trenes. “Cuando un tren se encuentra con problemas de tracción, quiere decir que está fallando”, dice Sansone, quien advierte que los imperfectos en el sistema Metro pueden ser por generación, transformación o distribución de la energía eléctrica, “pero también pueden tener su origen abajo [debido a los trenes]”.

Durante la tarde del lunes, por ejemplo, el servicio ferroviario de los Valles del Tuy estuvo suspendido hasta primeras horas de la noche, el motivo también fue una falla eléctrica. Ricardo Sansone descarta que el hecho haya guardado relación con el corte de energía que hubo en la mañana en La California, y apunta a que, probablemente, se debió a problemas en la subestación Santa Teresa del municipio Independencia, estado Miranda. 

La escasez de personal se acentúa

La escasez de trenes y personal operativo también le han jugado en contra al subterráneo. Las líneas 2 y 3 son las más afectadas: más de media hora es lo que normalmente debe esperar quien aborde un tren en la estación Zoológico, sin sumar un posible retraso o dificultad en el trayecto hasta Zona Rental. 

La disponibilidad de trenes está por debajo del estándar necesario. A la escasez de personal hay que sumarle el ausentismo laboral, debido a que la empresa no le está correspondiendo a los trabajadores las primas de bono nocturno ni de domingos o feriados. Es por eso que vemos que en la noche los trenes se tardan más en pasar, advierte Sansone.

Pone como ejemplo un hecho ocurrido hace dos semanas, un domingo, cuando al iniciar operaciones tan solo se contaba con un tren disponible para hacer el recorrido por la falta de operadores. La falta de transporte para llegar a los puestos de trabajo es otra de las razones del ausentismo que expone Sansone.

Y, aunque se retome el cobro de pasaje y se “maquillen” de vez en cuando algunas estaciones con jornadas de limpieza —publicitadas en la cuenta Twitter del Metro— para el presidente de Familia Metro “el servicio sigue siendo pésimo y de mala calidad”.

“Si te salvaste de que te agarrara un retraso en la mañana, prepárate, porque en la tarde o en la noche te tocará caminar o esperar quién sabe cuánto tiempo para poder llegar a tu casa”, exclamó con desesperanza un ciudadano mientras aguardaba, con medio cuerpo afuera del vagón, porque no tenía aire acondicionado, que se resolviera la “falla” y llegar a su destino.


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