Yulimar Rojas pegó el gran salto hasta las olimpiadas

Yulimar Rojas

La caraqueña se fue de niña a Anzoátegui donde superó grandes obstáculos y triunfó en el atletismo. Ahora sueña con colgarse una medalla en Brasil.

Caracas. El nombre de Yulimar Rojas figura entre los 44 atletas venezolanos clasificados a los Juegos Olímpicos Río 2016. Y más allá de la importancia de asegurar en 2015 un cupo en la máxima cita del deporte universal, la joven de 20 años, especialista en salto triple, no quiere conformarse con solo participar y hacer un saludo a la bandera en Brasil.

“Si el sueño de todo atleta es estar en unos Juegos Olímpicos (JJOO) el mío es darle una medalla olímpica a mi país”, señala con confianza la caraqueña. Si es por su precocidad y su ubicación en el ranking mundial de la especialidad, se puede concluir que la posibilidad de colgarse una medalla y subirse al podio en unos JJOO no es tan solo un deseo personal.

Rojas es la novena del mundo y la más joven en una lista que comandan la colombiana Caterine Ibarguen (32 años), la kazaja Olga Rypakova (31 años) y la rusa Yekaterina Koneva (27 años), todas posiblemente en su último ciclo olímpico, lo que en apariencia le concederá al menos una oportunidad más de escuchar el Gloria al Bravo Pueblo en Tokio 2020.

De Caracas a Oriente

La carrera de la deportista está marcada por una decisión de su madre Yulecsi Rodríguez, quien de muy niña hizo maletas y se la llevó de Caracas al estado Anzoátegui.  En suelo oriental, Yulimar tuvo que superar varios obstáculos, siendo la ausencia del apoyo paterno uno de los más significativos.

“Yo fui criada por mi padrastro que ha sido mi ayuda y apoyo porque mi padre no se ocupó de mí”, revela la atleta, quien, no obstante, dice no albergar rencores en su corazón. “Muchas veces por no estar cerca de mí no podía firmar los permisos para salir a competir fuera del estado o fuera del país y me perdí muchas competencias. A pesar de eso pude salir adelante y si llego a ver a mi papá le pediría la bendición sin ningún problema”, afirma.

La pobreza fue el otro escollo de peso con el que debió lidiar Rojas. “Cuando crecí vivíamos en un rancho y cuando llovía nos mojábamos”, recuerda, para luego subrayar cómo con el atletismo su vida y la de su familia dio literalmente un salto de calidad. “Gracias al atletismo mi familia y yo tenemos un hogar seguro”, subraya.

Rojas debió olvidarse del voleibol —su disciplina predilecta hasta los 14 años— para incursionar en salto alto, largo y triple por consejo de unos entrenadores que la vieron competir en lanzamiento de bala. Su recorrido formal en el deporte de pista en campo inició en 2009 y ya en 2011 empezó a representar a Venezuela en el ámbito internacional.

La medalla de oro en el Suramericano Junior de Medellín en 2011, la plata en salto alto en los Bolivarianos 2013 y la presea dorada en los Juegos Suramericanos 2014 figuran entre sus éxitos deportivos más resaltantes, al igual que la marca obtenida en los Panamericanos del año pasado, donde inscribió su nombre en Río 2016.


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