3 de cada 4 empresas químicas tienen ociosa más del 60% de su capacidad instalada

A pesar del rebote de la economía, los industriales insisten en que se mantienen asuntos estructurales que atender, como la escasez de combustibles, las interrupciones eléctricas, la seguridad jurídica o la apreciación de la moneda. La industria venezolana sigue muy por debajo de sus pares en la región. Colombia, por ejemplo, opera al 81 % de su capacidad.

Caracas. La mayoría de las industrias químicas y petroquímicas opera por debajo del 40 % de su capacidad instalada. El sector considera que el rebote de la economía que se observa este 2022 no es lineal y que para algunas empresas la recuperación será más lenta.

La Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim) revela en su encuesta de coyuntura del I trimestre de 2022, que, a pesar de una leve mejoría en el sector, 74 % de las empresas operan por debajo del 40 % de su capacidad. Es decir, 3 de cada 4 empresas tienen ociosa más del 60 % de su capacidad de producción. 

Para los industriales, la recuperación de la economía en 2021 y lo que va de 2022 es de carácter “coyuntural y no estructural”. Y que los principales problemas que limitan la producción y al comercio son la falta de financiamiento, la baja demanda nacional, la competencia del producto importado y los excesivos tributos. 

El gobierno de Nicolás Maduro estima que el año pasado la economía creció 4 %, luego de siete años consecutivos de contracción. Las perspectivas de firmas independientes son alentadoras para este 2022. FocusEconomics, por ejemplo, proyecta que la economía crecerá 9,5 % este año. 

A pesar del rebote de la economía, los industriales locales insisten en que se mantienen asuntos estructurales que atender, como la escasez de combustibles, las interrupciones eléctricas, la seguridad jurídica o la apreciación de la moneda. La industria venezolana sigue muy por debajo de sus pares en la región, Colombia, por ejemplo, opera al 81 % de su capacidad.

“El sector tiene un gran potencial para generar empleo y eso se está empezando a materializar. Pero si eso es así bajo las actuales condiciones, ¿cómo sería si hubiera un cambio de reglas y políticas que permitieran un cambio fundamental en la actividad privada?”, indica Wallis en una nota de prensa divulgada por la asociación. 

Retiro de exoneración 

A principios de este mes, las autoridades emitieron el decreto Nº 4.683 donde se exonera de impuestos a 3223 códigos arancelarios correspondientes a bienes de importación. Esta medida, que ha privilegiado la entrada de bienes terminados, se aplica desde julio de 2018 y ha sido fuertemente criticada por los industriales.

En el último año el decreto ha sido modificado varias veces y, tras la presión de los productores locales, a cada vez más bienes y materias primas se les ha retirado la exoneración. En el último decreto se le retiró a 1262 bienes de importación. 

Asoquim celebra esta decisión y explica que los sectores que resultaron más beneficiados fueron pinturas, tintas y resinas termoestables. No obstante, señalan que quedan pendientes los ajustes en sectores como el de pegamentos, lubricantes e higiene del hogar e industrial.

IGTF

Las empresas químicas temen que el impacto positivo que podría generar el retiro de los beneficios de importación pueda verse afectado por medidas como la reforma a la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que desde marzo se aplica también a los pagos en divisas.

“Este impuesto tiene un efecto cascada sobre los productos, dado que se aplica desde el primer eslabón de la cadena (adquisición de materia prima), pasando por la fábrica procesadora, el distribuidor, el comercio al detal hasta llegar al consumidor final. En cada una de esas cadenas debe aplicarse el 3 % del impuesto señalado, lo que hace que el consumidor tenga que pagar un monto mucho más alto con respecto a cuando este tributo no existía”, dice Wallis, presidente de Asoquim.

Esta situación también ha sido advertida por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria). Este gremio estima que el impuesto podría incrementar entre 12 % y 18 % el costo de los productos.

Asoquim sostiene que para los privados también es esencial la confianza a la hora de invertir en maquinarias, nuevas líneas de producción e innovación, lo que a su vez elevaría la capacidad de empleo de las empresas. 

En los últimos años las empresas se han visto obligadas a financiar sus actividades con recursos propios, lo que ha limitado la expansión. Conindustria estima que, actualmente, 55 % de las industrias se autofinancia con recursos que provienen de accionistas, mientras que apenas 26 % recibe créditos de la banca nacional.


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