La coordinadora de Cáritas Parroquial en el municipio Obispos, Mariángel Briceño, indicó que en dos años de gestión se ha registrado un total de 37 % de niños, entre 0 y 5 años, con bajo peso o desnutrición.
Barinas. Las carencias de nutrientes y una dieta balanceada hacen estragos en la población infantil del municipio Obispos, en el estado Barinas, en la que organizaciones como Cáritas Venezuela sostienen que 37 % de los niños de la zona, entre 0 y 5 años, presentan bajo peso o desnutrición.
Pediatras, nutricionistas y docentes manifiestan su preocupación para que esta realidad se revierta con políticas públicas eficientes.
Ángel Avendaño es docente del liceo José Antonio Páez, ubicado en el sector Palma Real, del municipio Obispos, y para él es preocupante el desempeño escolar por parte de los niños y adolescentes que hacen vida en la Escuela Básica Simón Díaz, de la misma jurisdicción.
“Los niños necesitan una buena alimentación, aquí tenemos pequeños que no reciben la bolsa de comida como parte del programa de la base de misiones. Hay padres que tienen para alimentar a sus hijos, otros que no, si tienen para el desayuno de hoy, no tienen para el de mañana”, dice el docente.
Avendaño informó que en el liceo estudian un aproximado de 60 estudiantes, mientras que en la escuela cerca de 120. Vecinos de la comunidad destacaron como variable a observar, la baja estatura y rendimiento cognitivo de los jóvenes de la zona.
Preocupante
De acuerdo con la información suministrada por la coordinadora de Cáritas Parroquial en el municipio Obispos, Mariángel Briceño, en dos años de gestión se ha registrado un total de 37 % de niños, entre 0 y 5 años, con bajo peso o desnutrición.
Las comunidades con mayor número de casos en la parroquia Obispos están ubicadas en Ezequiel Zamora, El Piñal, La Gran Villa, Caimital III, Borburata, Mata e’ Agua, Mathiera, con mayor prevalencia a partir del año 2017.
Generalmente, indicó Briceño, se trata de zonas en las que la dieta diaria no es balanceada y suele haber mayor consumo de carbohidratos y poca o casi ninguna ingesta de proteínas.
Victoria Ruiz, presidente de la Fundación del Niño del municipio Obispos, informó que los casos de desnutrición son preocupantes. Además de eso, no cuentan con los recursos para ayudar a la cantidad de niños y adolescentes que necesitan apoyo.
La Fundación se ha apoyado en organizaciones como Cáritas Parroquial Obispos y la Asociación de Productores de esta Jurisdicción (Asopagro), con quienes realizaron un operativo médico en agosto pasado para la entrega de suplementos y vitaminas a un total de 150 niños de la parroquia Obispos.
Estadísticas en rojo
Los ingresos en el Hospital Materno Infantil Samuel Darío Maldonado, en el municipio Barinas, también permiten inferir que la calidad en la alimentación que reciben los niños menores de un año ha disminuido. De cinco niños que ingresan a este centro de salud, tres de ellos presentan desnutrición.
Según indica la pediatra Melvis Miquilareno, cerca de un 60 % de los niños que llegan al Materno están desnutridos, caso contrario, los niños que sí reciben la lactancia materna son niños sanos.
Existe una gran cantidad de infantes que no fueron amamantados, bien por desinformación, porque la mamá no recibió asesoría o porque no los trajeron a control de niños sanos.
La lactancia materna debe ser exclusiva en los primeros seis meses de vida. Hay madres que optan por darle fórmula de inicio a sus bebés, a pesar de lo costoso que puede llegar a ser. Un pote, que alcanza apenas para cinco días, puede costar entre 15 y 20 dólares.
Cuando la gente se da cuenta de que no le puede dar leche de fórmula, opta por la leche completa la cual suele producir muchas complicaciones como microhemorragias en el intestino, distensión, diarrea, vómitos; allí el niño comienza a fallar en la alimentación”, dice Miquilareno.
La pediatra indicó que existen varios casos de desnutrición de niños pertenecientes a grupos indígenas por falta de lactancia materna.
“Es el grupo en el que se registra más desnutrición, los niños llegan con muchas carencias en la parte nutricional”, comentó.
Otra variable es el tema migración, las madres que salen del país buscando mejores fuentes de ingresos y dejan a sus hijos con las abuelas; o madres que se van a trabajar en la economía informal y no pueden darle buena atención a sus hijos.
La especialista añade que la falta de poder adquisitivo del venezolano para la compra de alimentos como: carne, pollo, queso, también influye. Además de ello, para quienes dependen de la bolsa de alimentación, la ingesta de harina es alta.