68% de candidatos son disidentes que buscan pasar factura al PSUV y oposición

1.113 hombres y mujeres pelearán el 6D con el oficialismo y la MUD para llegar a la AN. Su plan es quitarle votos a ambos

Hernán Lugo Galicia/@HLGNapita

Caracas. En el reino animal, hay épocas de celos o apareamiento. Cada especie coquetea. En el mundo político, ocurre algo similar aunque el fin no es procrear sino conquistar el poder. Las campañas electorales persiguen seducir a los votantes con promesas de un mejor vivir.

En el caso de Venezuela, las ofertas suelen ser diversas: Por un lado, el PSUV; la MUD y una tercera opción que lleva 16 años, para no entrar en otras épocas históricas, en el plan de despolarizar y ganar a quienes se identifican como ni-nis. Son los llamados disidentes de la oposición y del oficialismo, la tercera vía, los rebeldes o la alternativa independiente.

En todo caso, la intención de ellos es enamorar a un elector que se declara anti PSUV y anti oposición, o no alineados.

Las encuestas Delphos, Hinterlaces o Datin Corp señalan que, en esa banda, se ubica 40% de los electores. “46% Los venezolanos consideran que sólo un nuevo liderazgo, diferente al actual liderazgo del chavismo y de la oposición, será capaz de resolver los problemas del país”, indicó Tracking de DatinCorp, hecho en julio en 1.197 electores en todo el país, cuyo informe está en manos de la MUD.

Al indagar sobre la definición política, 60% de los encuestados dijo no identificarse con “ninguno”, ni con Nicolás Maduro, ni con Leopoldo López; y 27% no se identifica con ningún de los bloques.

Tras ese universo anda 68% de los postulados como candidatos a la Asamblea Nacional. El Consejo Nacional Electoral admitió a 1.799 aspirantes, de los cuales 334 son del PSUV; 334 de la MUD, y 1.134 que se mueven en la periferia de independientes, alternativos o terceras opciones. No obstante, estas iniciativas no están agrupadas, sino atomizadas y, por eso es que no hay una alianza perfecta (que postulen los mismos candidatos en los 23 estados y el Distrito Capital).

La estrategia

El plan de los disidentes es ganar los curules pero están conscientes que no será fácil y que van con un fin: Quitarle votos al PSUV y MUD. En Caracas, por ejemplo, hay que medir el impacto que tendrían las candidaturas de Gonzalo Gómez (fundador del portal chavista Aporrea.com) y Nicmer Nicolás Evans en los circuitos 1 y 3. En el primero, le disputarán la silla a Ernesto Villegas y Freddy Bernal (PSUV) y a Jesús Abreu y Edith Hernández (MUD). Y, en el circuito 3, compiten Daniel Aponte (PSUV) y Henry Ramos Allup (MUD).

“La probabilidad de que ganen los disidentes en un escenario de polarización es nula; su propósito es restarle votos a los bloques fuertes”, señalaron en Patria Para Todos.

Empero, en política, como en el sexo, todo es probable y no se descarta que, durante la campaña, el tercer grupo logre seducir a los electores y coronar la noche del 6-D.

Por los lados del chavismo y la MUD

En el lado de la oposición, el MAS intentó construir un grupo, llamado GANA (Gran Alianza Nacional), que murió al nacer porque no lograron ponerse de acuerdo. Y, en el lado del oficialismo, surgieron otras tendencias. Yoel Acosta Chirinos, Manuel Isidro Molina y Marcela Maspero se reunieron para constituir la Alianza Alternativa Patriótica, pero no alcanzaron aprobar ni las propuestas de principios, programa de acción política y menos elegir candidatos.

¿Resultados? Cada quien se fue por su lado y, como consecuencia, los partidos presentaron candidatos diversos en los estados. Al final, los masistas armaron un grupo que bautizaron “Alianza Para Rescatar la República”, con el Movimiento Laborista, Solidaridad Independiente y Opina, que inscribió a la capitana de la Aviación, presa política en Uribana, Layded Salazar de Zerpa, en el circuito 1 de Aragua.

Los chavistas no pudieron agruparse, sino que buscaron tarjetas para postularse. Marea Socialista tenían candidatos en 15 estados, en las tarjetas del PSOE, Juan Bimba, Poder Laboral, PRT, Mopivene y PSL. Sin embargo, ex dirigentes de VBR denunciaron que, desde Miraflores, presionaron a Mopivene, un partido de origen indígena, para que respaldara a los “mareistas”. De hecho, acusaron al CNE de tumbar el ingreso al Sistema Automatizado de Postulaciones para verificar si habían admitido los candidatos.


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