De acuerdo con el informe anual del Monitor de Víctimas, en las parroquias Petare, El Valle, Sucre, Coche y La Vega ocurrieron más de 52 % de los crímenes. Las megabandas y los colectivos tienen mayor poder y control territorial en estos espacios.
Caracas. En el año 2020 se registraron 599 homicidios en la capital, según el informe anual del Monitor de Víctimas —una iniciativa de data periodística—, que recogió datos de los crímenes ocurridos en los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas.
Aunque la violencia homicida disminuyó 33 % con respecto a 2019, cuando hubo 897 muertes, en Caracas fueron asesinadas al menos 50 personas cada mes durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, que empezó en marzo del año pasado en Venezuela.
Según las investigaciones del Monitor, en los meses de cuarentena radical o semanas radicales fue cuando más homicidios ocurrieron, gran parte de ellos cometidos por los cuerpos de seguridad.
La letalidad policial, que incluye a los caídos en ejecuciones extrajudiciales y casos de resistencia a la autoridad, es el móvil que más víctimas ha cobrado desde 2018. En 2020 se documentaron 244 casos en Caracas.
Los municipios Libertador y Sucre reunieron 91 % de los casos que ocurrieron durante 2020. Sucre con Petare, la parroquia más peligrosa de la capital —según el monitoreo—. Mientras que en las parroquias El Valle, Sucre, Coche y La Vega, que corresponden a Libertador, hubo la mayor cantidad de homicidios.
En dichas parroquias hubo 52 % de los crímenes, que son 314 casos de letalidad policial y cometidos por civiles. Estas también son territorios donde, presuntamente, hay presencia de colectivos y megabandas.
El Valle, Coche, La Vega y El Paraíso están bajo el dominio de la megabanda de la Cota 905, que tiene como cabecilla a Carlos Luis Revete, apodado el Coqui, junto con Carlos Alfredo Calderón, conocido como el Vampi, y Garbis Ochoa.
Durante el 7 y el 8 de julio, la megabanda de la Cota 905 protagonizó un conflicto armado que paralizó gran parte del oeste de la ciudad. Presuntamente, integrantes del grupo delictivo atacaron sedes policiales, porque habían herido a Leonardo Polanco, cabecilla del Loco Leo, una banda aliada.
El viernes 9 de julio el Estado desplegó un operativo en El Valle, El Cementerio y la Cota 905. Según las cifras ofrecidas por Carmen Meléndez, ministra de Interior, Justicia y Paz, y Delcy Rodríguez, vicepresidenta, hubo 22 muertos, presuntamente miembros del grupo armado.
Sin embargo, el Monitor de Víctimas identificó a 37 víctimas entre el 7 y el 11 de julio. Entre los fallecidos determinaron que 11 personas fueron alcanzadas por balas perdidas, nueve eran supuestos miembros de la megabanda, a 10 presuntamente los ejecutaron los policías y cuatro eran funcionarios de seguridad.
Además, entre el 10 y el 23 de julio hubo 27 muertos, supuestos integrantes del grupo armado. “Los cuerpos de seguridad usaron como argumento la persecución a la banda de la Cota 905 para justificar enfrentamientos en diversos estados del país”, dice el informe. En estos enfrentamientos no fallecieron policías.
En la parroquia Petare opera la banda del Wilexis, específicamente en José Félix Ribas, mientras que la parroquia Sucre está dominada por colectivos como Tres Raíces, Alexis Vive y La Piedrita, de acuerdo con la investigación reportada en el informe.
“En esas parroquias, buscaría la relación que puede haber con las bandas y con el surgimiento de economías ilícitas. Y deberíamos ver, dentro de esas parroquias, en qué sitios se están produciendo esas muertes y ver si se puede hacer la asociación entre las bandas y la lógica bélica, y las bandas y los policías. Es una hipótesis que hay que revisar”, explicó para el informe Fernández-Shaw, quien es investigador de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin).
Niños y adolescentes víctimas de la violencia
En el año 2020, 428 niños, niñas y adolescentes quedaron huérfanos de padre o madre debido a la violencia homicida en Caracas.
“Eso significa que cada semana los cuerpos de seguridad dejaron un promedio de tres pequeños sin al menos uno de sus progenitores”, indica el informe.
57,95 % de los huérfanos se concentra en las parroquias Petare, Sucre, La Vega, Antímano y Coche. Solo en Petare, en el estado Miranda, 24,77 % de los menores de edad perdieron a uno de sus progenitores.
Con respecto a 2019, el registro de niños, niñas y adolescentes huérfanos por los homicidios bajó 44,05 %, pues ese año se registraron 765 casos.
En tanto, el informe también reveló que 52 mujeres fueron asesinadas en el 2020 y 17 de ellas fueron víctimas de femicidios.
Puedes consultar el informe completo aquí.
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