El 74 % de los hogares venezolanos ha utilizado estrategias relacionadas con el consumo de alimentos. Estos mecanismos se han visto en mayor proporción (60 %) con la reducción del tamaño de las porciones de comida, aceptar trabajar a cambio de alimentos (33 %) o vender bienes para cubrir las necesidades básicas (20 %).

Caracas. Una de cada tres personas (32,3 %) en Venezuela está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia, reveló el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en una encuesta que recogió la situación de 8375 familias distribuidas en los 24 estados del país.

La evaluación que se llevó a cabo entre julio y septiembre de 2019 demostró que 7,9 % (2,3 millones de venezolanos) está en inseguridad alimentaria severa y un 24,4 % adicional (siete millones) presenta inseguridad alimentaria moderada.

Estas cifras llevaron a los expertos a considerar que se trata de una preocupación de carácter  nacional. Incluso en los estados Lara (18 %), Cojedes (19 %) y Mérida (23 %), que tienen menor índice de inseguridad alimentaria, una de cada cinco personas corre riesgo en su alimentación. Las localidades con mayor prevalencia de inseguridad alimentaria severa son Delta Amacuro (21 %), Amazonas (15 %), Falcón (13 %), Zulia (11 %) y Bolívar (11 %). 

A través de los análisis de patrones de consumo de alimentos, estrategias de sobrevivencia de medios de vida y vulnerabilidad económica, integrados en el Puntaje de Consumo de Alimentos (FCS, por sus siglas en inglés), determinaron que uno de cada cinco hogares (17,8 %) tiene un nivel inaceptable de consumo de alimentos, del cual 12,3 % tiene un consumo límite y un 5,5 % un consumo pobre.

Solo un 8 % de las familias encuestadas son capaces de suplir sus necesidades alimentarias y no alimentarias esenciales sin emplear estrategias de afrontamiento atípicas. En contraste, 59 % tiene un consumo mínimamente adecuado, pero es incapaz de afrontar algunos gastos no alimentarios; 24,4 % es marginalmente capaz de satisfacer sus necesidades mínimas empleando estrategias irreversibles; y un 7,9 % tiene dificultad extrema para adquirir alimentos.

Seis de cada 10 familias han gastado sus ahorros en comida. Foto: Luis Morillo
Sobrevivencia 

El 74 % de los hogares venezolanos ha utilizado estrategias relacionadas con el consumo de alimentos. Estos mecanismos se han visto en mayor proporción (60 %) con la reducción del tamaño de las porciones de comida, aceptar trabajar a cambio de comida (33 %) o vender bienes para cubrir las necesidades básicas (20 %).

El Programa Mundial de Alimentos alertó en su informe que cuando una familia está en proceso de agotar las estrategias de sobrevivencia puede que no logre cubrir sus necesidades nutricionales en el corto plazo. Esta realidad afecta a la población más vulnerable: niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.

El 59 % de los hogares no tiene ingresos suficientes para comprar comida y 65 % no puede adquirir artículos esenciales de higiene, ropa o calzado. Aunque siete de cada 10 venezolanos opinaron que los estantes de los supermercados están llenos, los altos costos que superan fácilmente el ingreso integral de 450.000 bolívares les impide surtir sus viviendas.

La crisis en Venezuela ha afectado directamente las fuentes de ingreso del hogar. Un 51 % ha tenido una pérdida parcial de sus ingresos por la reducción de salario o pérdida de un trabajo, y un 37 % experimentó la pérdida total. Como método de supervivencia también se recogió que 18 % de los hogares depende de asistencia gubernamental y sistemas de protección social.

Servicios básicos 

A la dificultad del acceso a la alimentación se le suman irregularidades en los servicios básicos. El 43 % de las familias encuestadas aseguraron que redujeron el número de comidas al día por falta de gas y solo 72 % tiene un suministro irregular de la bombona.

Además, cuatro de 10 hogares tienen interrupciones diarias de electricidad y cuatro de 10 personas afirmaron que presentan interrupciones de agua.

La comisión del WFP indicó en el documento que fue invitada por el gabinete de Nicolás Maduro para hacer esta evaluación en 60 días y sostuvo que tuvo completa independencia en el diseño e implementación de la evaluación y acceso a la información sin ningún impedimento en todo el país.

La inseguridad alimentaria de Venezuela pasa fronteras. El Programa Mundial de Alimentación también determinó en febrero de este año que 55 % de los hogares de migrantes venezolanos en cinco departamentos fronterizos de Colombia están en una situación irregular de alimentación. En esta oportunidad, espera alertar a las autoridades competentes para atender este problema que forma parte de los derechos humanos de los ciudadanos.


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