Un muro de contención, ubicado en la parte de atrás de la quinta Tamanaco, cedió el 6 de octubre, luego de un prolongado aguacero sobre Caracas. Tres familias regresaron a la vivienda el fin de semana, tras el desalojo del hotel donde pernoctaban desde el deslizamiento.
Caracas. Los vecinos de la quinta Tamanaco, en Colinas de Bello Monte, contaron con hospedaje en un hotel de la zona hasta el sábado, 15 de octubre. A partir de esa noche tres familias no tuvieron otra opción que regresar a la quinta, que sufrió daños estructurales luego de las recientes lluvias.
“El sábado pasamos todo el día en la calle, hasta que tomamos la decisión de entrar a la quinta porque también nos daba miedo quedarnos afuera”, comentó Mayré Gómez, una de las afectadas.
A través de la red vecinal los afectados también han recibido ayuda para comer. Los recursos económicos de la familia de Gómez dependen del trabajo que su esposo realiza desde el taller que está dentro de la quinta; desde allí fábrica mobiliario para eventos. Debido al desalojo su trabajo ha estado paralizado.
Un muro de contención, ubicado en la parte de atrás de la quinta Tamanaco, cedió el pasado jueves, 6 de octubre, luego de un prolongado aguacero sobre Caracas. Este derrumbe dejó sin hogar a 12 familias que vivían ahí en anexos.
Aún estamos esperando respuesta de algún ente gubernamental. Muy agradecidos estamos con la red vecinal y el concejo municipal por su gran ayuda”, añadió Gómez.
De esas 12 familias, al menos tres familias pernoctaban en un hotel cercano a la quinta desde el día del derrumbe. Los gastos de hospedaje se cubrieron gracias a la ayuda de la red vecinal de la zona y del Concejo Municipal de Baruta. Sin embargo, no pudieron brindar más hospedaje a los afectados.
“Hemos buscado ayudar, pero no tenemos más recursos”, explicó Luis Aguilar, presidente del Concejo Municipal de Baruta.
La quinta Tamanaco fue desalojada el mismo día del derrumbe. En el lugar estuvieron presentes funcionarios de Protección Civil y los bomberos. Los funcionarios explicaron a los vecinos sobre el grado de inestabilidad en que se encuentra la estructura.
Las 12 familias aún se encuentran a la espera del informe final. Se espera que en esa evaluación los expertos municipales determinen si la casa se puede habitar nuevamente o no.
Acá habían dicho que entre hoy y mañana darán el informe”, explicó Gómez.
Los habitantes de la quinta explicaron que dicha estructura tiene más de 60 años. Añadieron que la propietaria era una señora que falleció hace unos años y quien los tenía allí como inquilinos. Un abogado de la difunta no se hace responsable, por eso algunos de los vecinos dejaron de pagar el alquiler y directamente lo invirtieron en algún mantenimiento de su casa.
“Hay algunas personas que fueron a la Superintendencia Nacional de Vivienda a inscribirse para tener alguna protección”, explicó Anderson Silva, habitante de la quinta.
Desde el día del derrumbe, y luego de las explicaciones de los bomberos y de Protección Civil, los vecinos temen que no será posible seguir viviendo en la quinta. Sin embargo, nueve de los afectados no tienen otro lugar en donde pasar las noches. El resto está en casa de amigos o allegados.
Participa en la conversación