Aunque buena parte de las personas mayores del Litoral Central han obtenido el carnet de exoneración de pago del pasaje, también deben lidiar con el rechazo que expresan los conductores del transporte público a ese beneficio. Otros no pueden pagar el pasaje de traslado diario para sus diligencias.
La Guaira. En las últimas protestas en las calles del Litoral Central, los adultos mayores lo han denunciado. Sin embargo, diariamente la tensión con los conductores del transporte público litoralense va en escalada.
¿Tú no tienes abuelos o gente mayor en tu casa? ¿No ves que no podemos comer con los 130 bolívares de esa pensión? ¿Cómo nos pueden exigir el pasaje completo?”, dijo Francisca Fermín al chofer de la unidad que la trasladó entre Catia La Mar y Caraballeda.
Al descender del bus, Fermín, con 76 años a cuestas, debía seguir hacia su casa, ubicada en la vereda III del sector Blanquita de Pérez, en Caraballeda.
“No tengo dinero para agarrar un jeep y evitar el dolor en mis piernas”, agregó al emprender su caminata por el bulevar Montecarlo, con su bolsa de verduras y aliños.
Mientras en la mayoría de las rutas locales de Caracas el pasaje es de Bs. 4,00 desde el 1° de diciembre, las de La Guaira cobran Bs. 3, lo que representó un alza de 20 % en relación con el pasaje previo.
Para jubilados, pensionados y otras personas de la tercera edad en el Litoral Central, el costo de movilización, producto de las nuevas tarifas , supone un obstáculo adicional para las provisiones de comida y medicinas, las cuales ya se consideran escasas.
Tal obstáculo deriva en un problema superior, cuando algunos choferes del transporte público incumplen el decreto Nº 015-2022 del alcalde José Manuel Suárez Maldonado, de fecha 7 de febrero de 2022, el cual exonera el pago del pasaje en rutas urbanas, troncales y periféricas, a los adultos mayores de 60 años de edad.
Si a mí la Alcaldía de Vargas me dio un carnet que me acredita para el beneficio, ¿eso no vale para estos patanes de los autobuses? ¿Quién manda aquí?”, se preguntó Juan Bolívar, obrero jubilado del Aeropuerto de Maiquetía, mientras esperaba un colectivo en la parada del casco colonial de La Guaira.
“Los peluches complican todo”
Al lado de Bolívar, estaba Olga María Salas, quien a sus 61 años no ha podido obtener su carnet de exoneración para el pago del servicio público.
No obstante, refirió que “los peluches (acompañantes del conductor de la unidad de transporte) son los que complican todo, los que pretenden bajar a la fuerza a las personas mayores si les falta un bolívar del pasaje”.
De acuerdo con otros afectados, el proceso de elaboración y entrega del carnet, por parte del Instituto de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo de la Alcaldía de Vargas, no ha sido expedito.
Igualmente, cuestionaron la pasividad de los agentes de la policía municipal para defenderlos de la arbitrariedad de los transportistas.
“Todo es una mafia: cuando hacen algo bueno, entonces tienen que venir a acabarlo pronto, a desaparecerlo; los ancianos no pegamos una con esta gente”, señaló Celia Escobar, maestra de una escuela rural de Carayaca, que también aguarda por su documento de exoneración.
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