El material del que están hechas las viviendas es vulnerable al agua. En el centro de Valencia se encuentran 1600 casas de valor patrimonial.
Valencia. Las lluvias, además de hacer estragos en las barriadas de Valencia, también hacen mella en joyas arquitectónicas de la capital carabobeña. Tal fue el caso de la casa colonial de la familia Minguet Letteron, ubicada en el casco histórico, la cual perdió su techo y parte de sus paredes.
En el centro de Valencia se cuentan, según cifras oficiales, 1600 casas de valor patrimonial. Se desconoce el estado de cada una de estas viviendas, pero el arquitecto y restaurador Luis Maldonado opina que es un error responsabilizar al Gobierno por no hacer nada por las casas. “Hablamos de propiedad privada”.
El equipo de Crónica.Uno recorrió el casco histórico valenciano en compañía de Maldonado para hacer una evaluación de viviendas afectadas.
Lo ideal para Maldonado es que el Instituto de Desarrollo Urbano de Valencia (Induval) preste apoyo a estos propietarios, bien sea con inspecciones de especialistas que den un plan de acción o la misma Alcaldía consiguiera créditos.
Asimismo, enfatiza que en buena medida los derrumbes de las viviendas se deben a modificaciones que los mismos propietarios hacen.
Van y quitan una teja y no la remplazan o cambian algo en la estructura y no lo hacen con la pericia, eso debilita la construcción y luego pasa lo que pasa”, sostuvo Maldonado.
Una pieza que falte y se cae todo
En la calle Independencia con avenida Urdaneta se alza una casona solariega en alquiler. En ella destaca que parte del tejado se derrumbó y en su lugar crecen árboles y enredaderas.
Bajando por la misma calle, en el cruce con la avenida Boyacá, otra casona hace esquina. Se trata de un hotel de bajo standard. En la distancia se nota la mitad del tejado caído y al revisar en Google Maps, la realidad es mucho peor de lo que parece.
“Es muy raro que un techo caiga solo por el efecto de las lluvias”, explica Maldonado, con la ordenanza del año 1999 que protege el patrimonio cultural y expresa los protocolos a seguir cuando una estructura de estilo colonial va a ser intervenida.
El problema es que ni las instituciones encargadas de restaurar ni las autoridades tienen claro lo que implica la tarea:
La gente cree que restaurar es pasar una mano de pintura. Hay una mala política de gobierno. Porque de nada sirve pintar si no arreglas la falla del techo. Eso no es restaurar, restaurar implica técnicas especiales para llevar algo a como fue en sus inicios”, refirió el arquitecto.
El agua de lejos
El arquitecto especialista en restauración explica que una vez empiezan las filtraciones en los techos, empieza el problema. “El peor enemigo de la tierra cruda es el agua”.
Tierra cruda hace referencia a tres tipos de técnicas de bloque: bahareque, adobe y la tapia. Se llama cruda porque se secan al sol.
Lejos de lo que se puede pensar, reconstruir casas que se han derrumbado no es tan complejo.
“El material sigue estando ahí, es el mismo bloque que se derrumbó, lo qué hay que buscar es la forma de volver a hacerlos. Eso no es tan costoso”, refirió Maldonado.
Pero la falta de mano especializada es el problema, en vista de que Venezuela perdió su tradición constructiva para abrazar el concreto, y con el modernismo llegó la destrucción del centro histórico.
Este desconocimiento incluso ha llevado a cometer errores graves, como ocurrió con la casa Páez en un intento de reparación durante el gobierno de Francisco Ameliach, en el que se frisó con materiales indebidos generando una encapsulación en una pared que acabó cayéndose, informó el arquitecto y último restaurador profesional del inmueble, Fernando De Tovar.
Vista gorda
En la calle Rondón hay otra casa cuya fachada se derrumbó en 2021, desde entonces los escombros siguen ahí, exhibiendo escaleras de cemento y una puerta que no cumple con los estándares patrimoniales de la ordenanza de 1999.
Los cálculos del especialista estiman que en las últimas dos décadas al menos 20 casas se han caído, ni hablar de las casas que han sido demolidas para construir edificios comerciales.
Pero la más reciente de la lista es la enorme casona de los Minguet Letteron, la única casa con arcos polilobulados en Valencia, que fue asentamiento de una antigua familia a la cual José Antonio Páez visitaba y que luego sería habitada por el exgobernador Antonio Minguet Letteron (1939-1941); otros visitantes de altura fueron el artista Arturo Michelena y su padre.
Maldonado se puso en contacto con la familia para aconsejarles los pasos a seguir y así evitar el deterioro de lo que aún sobrevive.
“No hicieron nada. Pasaron varias semanas y pensaba que harían algo. El llamado para mí es a buscar soluciones. El centro puede ser un lugar lleno de vida. Hay que aportar un granito de arena. Lo pasado pasado está”, sentenció Maldonado.