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Alto costo de tratamientos obligan a sucrenses a “patear la calle” en busca de ofertas

By Mónica Salazar @monilibre

March 22, 2021

En Cumaná es imposible costear un tratamiento: los altos costos de medicamentos y el bajo poder adquisitivo mantienen en zozobra a los pacientes, que recorren las farmacias de la ciudad en busca de mejores precios. El sector farmacéutico alerta ante la proliferación de farmacias y centros de expendio de medicinas sin permiso sanitario.

Cumaná. La escasez y el alto costo de las medicinas hace tiempo que son un persistente dolor de cabeza para los venezolanos. Una realidad que en el interior del país se manifiesta, entre otras formas, con mensajes de auxilio por medio de las redes solicitando algún medicamento o para cubrir los gastos que se requieran ante alguna emergencia de salud.

En Cumaná, capital de estado Sucre, Carlos Alberto Mundarain, de 34 años de edad, tuvo que visitar más de 10 farmacias para ubicar “un simple colirio” para un tratamiento oftalmológico de su mamá, y su búsqueda fue infructuosa.

No hay Glaucotencil T en ninguna parte. No me quiero imaginar necesitar un medicamento más específico o de alguna enfermedad crónica”, dijo preocupado.

Durante un recorrido de Crónica.Uno por diferentes farmacias de la ciudad se conoció el caso de Carolina Guzmán, una mujer de 42 años de edad con trasplante de riñón. Ella lamenta que desde hace más de un año no recibe la Prednisona de 5 mg que retiraba por el Seguro Social. Ahora tiene que “patearla” por todos lados. Añade que cubrir un tratamiento completo le resulta imposible.

Es un inmunosupresor que ahora lo recetan para todo y uno no la encuentra fácilmente, pero gracias a Dios pude comprar una caja de 30 pastillas; aunque costó seis millones de bolívares”, contó.

Aun cuando Carolina tiene que comprar la Prednisona, agradece a “todos los santos” que todavía el IVSS le entrega la Azatioprina de 50 mg. “Es la medicina más cara de mi tratamiento, ahora supe que está por encima de los 15 dólares, aproximadamente”.

Dependiendo de otros

La misma angustia viven los pacientes que sufren de lupus eritematoso sistémico (LES), enfermedad que se conoce como una alteración inmunológica que puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, los pulmones y el sistema nervioso de quien la padece.

Tal es el caso de una usuaria de Twitter —quien prefirió no ser identificada— que refiere que para cumplir su tratamiento con Plaquinol (Hidroxicloroquina) de 200 o 400 mg, debe esperar que algún familiar se la envíen o se la donen del exterior “porque hace dos años este medicamento no llega a Venezuela”.

Sucrenses recorren una buena cantidad de farmacias para comparar precios de las medicinas / Foto: Cortesía

Especialistas consultados indican que para el tratamiento del lupus también se usan otros fármacos como antiinflamatorios y esteroides, además de la Ciclofosfamida, la Azatioprina y el Metotrexato, todos de alto costo y accesible para pocos.

Los bajos salarios, la falta de protección social de los trabajadores y la hiperinflación galopante son factores que dificultan y comprometen la adquisición de medicamentos.

Ante este panorama “aquí nadie le pone el cascabel al gato”, dijo Eduardo Gil, “la variedad y la diferencia en los precios es abismal entre una farmacia y otra”, comentó.

Para el tratamiento posoperatorio de su hijo de 14 años de edad, Gil solo pudo comprar una caja de Cefradoxilo de 500 mg de 10 pastillas, por 4,5 millones de bolívares, después de comparar precios en cinco farmacias, en las que el mismo medicamento costaba desde 5, 12 y hasta 20 millones.

Habla el sector farmacéutico

Para el presidente del Colegio de Farmaceutas del estado Sucre, Rafael Aza, es preocupante la proliferación de “farmacias” en Cumaná, y es una condición que se está registrando en el ámbito nacional. “Se están vendiendo medicamentos hasta en bodegones”, alertó.

De acuerdo con el registro de la institución, solo entre los municipios Sucre y Bermúdez se cuenta con más de 80 % de las farmacias en la entidad.

En Cumaná están activas 53 farmacias, mientras que en Carúpano existen 34 locales con permisos para el expendio de medicamentos, para un total de 103 farmacias en todo el estado registradas en el Ministerio de Salud.

Con 47 años de ejercicio, el dirigente gremial explicó que las políticas fiscales del Gobierno han favorecido la importación de medicinas y con ello el auge de farmacias y locales para la venta de fármacos, “que en muchos casos no tienen el permiso sanitario asignado por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel”.

La crisis económica que atraviesa el país y esas normas fiscales que favorecen a los importadores ha promovido una competencia desleal, y aunque ahora se pueden ver llenos los anaqueles, los usuarios no pueden comprar las medicinas”, dijo.

Aza recomienda a los pacientes y usuarios chequear si el medicamento que compran tiene permiso sanitario y si tiene asignado un farmacéutico patrocinante, es lo único que garantiza la calidad y la eficacia del producto. 

Insistió en que hoy se exponen medicinas provenientes de Brasil, India, Irán, Cuba y muchas de ellas sin permiso sanitario para poder ser expedidos.

Como regente de una farmacia es desalentador ver cómo los pacientes se retiran del establecimiento porque el dinero disponible no les alcanza para comprar su tratamiento. Somos quienes le vemos el rostro al problema, los pacientes se debaten entre comer o comprar el medicamento”, agregó.

El gremialista afirmó que la gente no va a la farmacia por gusto, como puede ir a una zapatería a comprar el calzado de su preferencia; la gente va a la farmacia por obligación, porque debe y necesita comprar la medicina para tratar su patología y recuperar su salud.

Aza llamó la atención acerca de cómo se ha distorsionado la cadena de comercialización de los medicamentos en el país. Sostuvo que “antes el laboratorio fabricante suministraba las unidades de medicinas a las droguerías (mayoristas) y estas a las farmacias; pero ahora se negocia con otra figura en la cadena de comercialización conocida como casas de representación.

Estas casas de representación venden a las farmacias a diferentes precios y aunque el desabastecimiento es menor, ahora desconocemos el porcentaje de utilidad en la cadena de comercialización”, acotó.

Advirtió el representante del sector farmacéutico en Sucre, que la proliferación de farmacias viola lo establecido en la ley del ejercicio cuando se permite que cualquiera expenda medicamentos. “Lo legal es que la farmacia la regente un farmaceuta”.

Asimismo, expresó que debe sincerarse el tratamiento que el Gobierno le está dando a la importación de medicinas: “Porque la ética debe estar por encima de lo comercial, para que no seamos testigos de los mercaderes de la salud”.

En estos momentos, Cumaná no cuenta con distribuidoras mayoristas de fármacos, debe abastecer y cubrir su demanda con droguerías de Puerto La Cruz, Maturín, Barquisimeto y Caracas.