El icónico narrador guayanés falleció en las últimas horas del martes 15 de noviembre a los 91 años de edad. Su estilo inigualable de relatar las carreras influenció a las nuevas generaciones.

Caracas. La voz de Virgilio Decán, Aly Khan, se apagó en las últimas horas del 15 de noviembre a los 91 años de edad.

El “Príncipe” de la narración hípica de Venezuela se marchó un mes después de recibir un último homenaje en el hipódromo La Rinconada, al que, pese a sus problemas de salud, insistió en acudir para presenciar la disputa del clásico que lleva su nombre.

Los reconocimientos al nativo de Ciudad Bolívar abundaron en su dilatada trayectoria que inició en la década de los cincuenta en el extinto óvalo de El Paraíso al lado de los grandes de la época Juan Francisco Rodríguez “Don Fulgencio” y Eloy Pérez Alfonso “Mr. Chips”, y se extendió hasta los tiempos del hipódromo La Rinconada, donde se mantuvo activo hasta septiembre de 2003, cuando la prohibición de las transmisiones lo sacó inesperadamente del aire.

Dejó un gran legado

Quizás, la mayor satisfacción para Aly Khan fue el haber sido escuela para la mayoría de los narradores hípicos en Venezuela, aunque su influencia fue tal que también fue un referente para muchos narradores latinoamericanos.

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Virgilio Decán, abogado de profesión, publicista y locutor colegiado, creó un estilo único basado en la buena dicción, la elegancia, la sobriedad y el respeto al idioma en cada uno de sus relatos hípicos, a través de la televisión en el programa “Monitor Hípico” de VTV, y también por radio Continente y otras estaciones.

Poseedor de un gran léxico, marcó la pauta de cómo se narra una carrera de caballos y su forma de describir fue la guía para las nuevas generaciones. Con él se formaron otros buenos narradores como Héctor Alonzo Rivas, Víctor Murillo, David García. José Arturo Sulbarán y Andor Tarkanyi, entre muchos otros.

Aly Khan se caracterizó por su precisión con el micrófono, pero también incorporó una gran cantidad de frases que quedaron en la memoria de los hípicos venezolanos. “Para todo el mundo”, decía cuando un ejemplar no podía perder; “amenaza con venirse de punta a punta”, “tremendo golpe para los apostadores”, cuando ganaba una sorpresa, “tren suicida”, cuando había parciales muy rápidos o “allá rodó”, cuando caía un jinete. Una de sus narraciones más recordadas fue la del primer Clásico del Caribe en 1966, donde se impuso el venezolano Victoreado.

Recuerdo de sus amigos

Los colegas de Aly Khan manifestaron su pesar por su desaparición física y recordaron lo que significó para el hipismo nacional.

Gustavo Ríos expresó: “Se nos fue el más grande narrador hípico de todos los tiempos”. Recordó que “su despedida la anunció el pasado octubre cuando visitó La Rinconada para estar presente en su clásico”.

Alonzo Rivas recordó que Aly Khan fue “el más grande narrador hispanoamericano, un hombre que dejó su voz plasmada con éxito en toda América, además de Inglaterra y Francia”.

Y Sulbarán agradeció al maestro “por las enseñanzas, el apoyo, los regaños y consejos, y por el inmenso legado para la hípica venezolana”.


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