Antigua junta directiva del HUC intenta cambiar informe médico de paciente fallecido por apagón

Querían alegar que la muerte no ocurrió por consecuencia de la falta del servicio eléctrico. Los familiares piensan presentar la denuncia ante el Ministerio Público.

Caracas. Eduan Jesús Pérez Marcano tenía 26 años y no podía respirar por su propia cuenta. Su vida, en gran parte, dependía de un respirador artificial, que es una máquina que suple el mecanismo de respiración de un paciente que físicamente no tiene las condiciones, moviendo el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. Pero el sábado 12 de enero, la máquina de Pérez Marcano se apagó tras una falla eléctrica en el Hospital Universitario de Caracas (HUC), donde había ingresado este joven dos días antes y se mantenía hospitalizado por una hemorragia cerebral y ocular, de acuerdo con su hermana Dayana Pérez, quien cuenta con dolor que nunca se apartó de su lado.

Nicolás Maduro culpó a la oposición política por dicha falla, que dejó un saldo de al menos dos pacientes fallecidos. La responsabilidad de la energía eléctrica en el país recae en el Estado, mediante la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y, en este caso, también depende de la administración del centro asistencial. No obstante, ni el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, ni el exdirector del HUC, José Fernando Alvarado, informaron el número de muertos que dejó el apagón.

Motta Domínguez explicó que la falla fue interna y, dos días después, Delcy Rodríguez designó al coronel y antiguo director del Hospital Militar, Earle Siso, como presidente de la Junta Interventora y Director del HUC. “Ataques extremistas a nuestro sistema de salud no socavarán el derecho sagrado de nuestro pueblo a la salud. En esta nueva etapa garanticemos máxima eficiencia”, expresó en su cuenta de Twitter.  

Cuarenta y cinco minutos después de que se presentó la falla eléctrica, es decir, a las 5:45 p. m., Pérez Marcano falleció. Durante este período los médicos realizaron ventilación mecánica, pero el joven, quien era colector de una línea de transporte público en la ruta Maracay-Valencia, no resistió. Finalmente, los médicos intentaron salvarlo con reanimación cardiopulmonar (RCP), procedimiento que se ejecuta cuando la persona ha dejado de respirar o el corazón ha cesado de palpitar. Tampoco fue exitoso.

Dayana Pérez lamenta que utilicen la figura de su hermano y los otros pacientes fallecidos para “juegos políticos”. 

“Sabotearon los sistemas de recarga y carga eléctrica, los desprendieron, se los llevaron, para crear un show en los medios de comunicación internacional”, dijo Maduro durante la presentación de su Memoria y Cuenta ante la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC) —así calificada por organismos internacionales y la Asamblea Nacional— el pasado 14 de enero.

Por otro lado, Dennis Guédez, representante del Sindicato de Hospitales y Clínicas del HUC, informó el pasado domingo 13 de enero que hay tres plantas eléctricas que, en caso de apagones, suministran energía a las salas de emergencia de adultos y niños, quirófano, retén general (neonatos), terapia intensiva y recuperación. Por lo que, a su juicio, el problema no es si la falla fue interna o externa, es que dichas plantas no han recibido el mantenimiento requerido. Con sus 30 años de trabajo en el Hospital Universitario, asegura que es la primera vez que esto ocurre en este centro.

“Presenté una denuncia hace dos meses por la situación de las plantas y la respuesta fue que no había presupuesto”, precisó Guédez.

La doble versión

A Dayana Pérez no querían entregarle el cuerpo de su hermano. El propio exdirector del hospital le indicó que el difunto requería una autopsia médico-legal y, por ende, debía ser trasladado a la medicatura de Bello Monte, ya que el equipo de Anatonomía Patológica del Hospital se reintegraba este 15 de enero. Los familiares solicitaron que le realizaran una autopsia regular médica en la propia morgue del HUC, pero se la negaron.

Al día siguiente de la muerte de su hermano nadie le daba respuestas. Se acercó hasta la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en El Paraíso, para presentar la denuncia con un informe que le entregó uno de los médicos de emergencia que se encontraba ese sábado, José Becerra, en el que se explica que las condiciones de la muerte del paciente fueron motivadas por la falla eléctrica. “Esto no es un informe. Esto no nos corresponde a nosotros”, le respondió el cuerpo de seguridad. Con todo, escribieron un documento en el que obligan al jefe nacional de Medicina y Ciencias Forenses entregar el cadáver de Pérez Marcano. 

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Fue hasta el lunes 14 de enero que Dayana supo que el cuerpo de su hermano había sido trasladado a la morgue de Bello Monte. Al llegar al sitio, se enteró de que el equipo forense de este lugar tenía otro informe por parte del Hopsital Universitario en el que señalaban que el paciente había fallecido por lesiones y politraumatismo ocasionados por un grupo de ladrones al intentar robarlo.

Se aprovecharon de que mi hermano tenía un golpe por una caída y cambiaron el informe. Un golpe que se dio por su propia condición cuando días atrás se cayó porque perdió la vista por unos segundos. ¿Cómo van a decir que lesiones por robo cuando tenían todo el expediente médico? El propio equipo de neurología del Universitario corroboró su hemorragia cerebral. Además, yo traje las tomografías que le hicieron en el Pérez Carreño y Luciani, dijo Dayana, quien explicó que su hermano presentó diversos síntomas desde el 31 de diciembre del 2018.

La autopsia de Pérez Marcano arrojó que las causas de su muerte fueron por un “edema cerebral a descartar por estudios toxicológicos y colapso pulmonar”. Los allegados nunca tuvieron acceso al segundo expediente. Se los leyeron, pero no les permitieron emitir una copia. Igualmente, piensan realizar la denuncia ante el Ministerio Público. “Todos se burlaron de nosotros”, concluyó Pérez.

La diputada por el estado Sucre y coordinadora del equipo regional de Primero Justicia en la entidad, Milagro Paz, señaló que en los pasillos del hospital se habla de más fallecidos que aún no se han confirmado. “Los responsables de esta situación tienen nombres y apellidos, los usurpadores de Miraflores. ¿Cómo explicar que una falla eléctrica se haya presentado en el hospital por culpa de unas plantas que tienen más de 4 meses dañadas? ¿Cómo explicar que un hospital en esta situación se niegue a recibir ayuda humanitaria, equipos médicos y medicinas?”, cuestiona.

La reciente Encuesta Nacional de Hospitales, publicada en noviembre de 2018, alertó que en 67,57 % de los 40 centros evaluados se presentaron fallas eléctricas todas las semanas y, de ese total, en 32,43 % fallaron monitores, incubadoras, ventiladores y desfibriladores debido a los apagones. Además,  menos de la mitad cuenta con una planta eléctrica. El resto tiene plantas inoperativas o funcionan a media máquina.

“¿Cómo explican los que usurpan el poder que le han regalado 40.000 barriles de petróleo a Cuba y que hoy no tienen para el mantenimiento de las plantas eléctricas del hospital universitario? Lo peor de todo es que estos usurpadores de Miraflores dicen que eso ocurrió por un saboteo y no por la corrupción galopante en las instituciones públicas de Venezuela”, sentenció la diputada.

Foto: Sebastián García Inojosa y Claudia Smolansky


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