Apenas entre 10 y 15 enfermeras atienden en el IRDA para la la vacunación contra la COVID-19

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En Aragua, las interminables colas que se registran frente a los centros de vacunación, además de inhumanas, son un foco de contagio. Las personas permanecen más de 10 horas esperando por la dosis, pues no hay suficientes enfermeras para cubrir la demanda de atención en el IRDA.

Maracay. “Estamos reventadas. Esto es inhumano, tanto para nosotros como para las personas que están afuera”. Así describe la situación que se vive en el centro de vacunación contra la COVID-19 habilitado en el Instituto Regional del Deporte de Aragua, IRDA, una de las pocas enfermeras asignadas a la jornada.

Desde la semana pasada, las colas frente a los centros de vacunación en la entidad se agudizaron ante la escasez de los biológicos. Este lunes, a Crónica.Uno llegaron testimonios, imágenes y videos de cómo cientos de personas hicieron colas por más de 10 y 12 horas, para ser inmunizados, así como reportes del personal de salud que atiende en el IRDA y cuyos nombres son omitidos por su seguridad.

Dentro del IRDA se han dispuesto apenas 10 mesas de vacunación, en donde a medida que van ingresando al área se atiende a unas 40 personas, para un promedio total en el día de aproximadamente 300 personas por mesa.

Pero apenas hay entre 10 y 15 enfermeras para vacunar, porque el resto del personal son estudiantes de Medicina que en muchos casos ni siquiera saben inyectar”, explica el personal de salud.

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Más de 10 horas permanece la gente en la cola esperando para vacunarse. Foto: Gregoria Díaz

Se calcula que para atender el gran volumen de personas que acuden diariamente al IRDA, y que está entre 2000 a 3000 personas, se requieren entre 40 y 60 enfermeras.

“Allí no hay ni siquiera hidratación para el personal, y la comida que nos llevaron estaba tan salada que ni los perritos callejeros se la comieron”, cuenta a Crónica.Uno un miembro del personal sanitario.

Otra de las quejas del personal es la falta de organización y control en la jornada por parte de funcionarios de Corposalud. No hay límite en el número de personas a ser atendidas, y en muchos casos el personal es obligado a permanecer más de 10 horas ininterrumpidas.

“El trabajo fue muy fuerte —cuenta una de las enfermeras—. Uno se desgasta mental y físicamente porque, además, no hay aire acondicionado en el área”.

Las personas que acuden a vacunarse también deben soportar condiciones inhumanas. De ello han sido testigos cientos de ciudadanos que denuncian, por ejemplo, cómo las personas de la tercera edad o con discapacidades no tienen un trato preferencial y son sometidas a extenuantes horas bajo el sol o la lluvia.

Son los policías los que recogen las cédulas y un personal revisa. Pero el trato no es nada cordial”, cuenta una señora de 67 años de edad que permaneció casi 12 horas en la cola.

Igual ocurrió a un joven de 25 años de edad, que llegó al IRDA a las 10:00 de la mañana del lunes y entró a la sala de vacunación a las 9:00 de la noche, en medio de un ambiente sofocante y con una gran aglomeración de personas.

Uno viene a vacunarse para no contagiarte con el virus, pero estas colas son un foco de contagio”, dice.

Las vacunas que están suministrando en el IRDA son la rusa Sputnik V, como primera dosis, y la china Sinopharm, para quienes acuden por la segunda dosis.


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