Marlyn Hernández, madre de las víctimas. Foto: Joanne López

Hay que saberlo

Tras 10 días del naufragio, aún no entregan cuerpos de migrantes venezolanas ahogadas en Colombia

By Joanne López Ch. @JoanneLopezCh

February 07, 2024

El 28 de enero naufragó una embarcación en Necoclí, Colombia. En el hecho, murió Richidmar Morales, su hija, y una adolescente, quien presuntamente viajaba con su mamá. Según una versión extraoficial, esta última siguió su camino por el Darién a territorio estadounidense.

Falcón. Marlyn Hernández recibió una noticia que destrozó su vida. Su hija y su nieta, quienes iban desde Colombia a Estados Unidos vía la selva de Darién, murieron cuando la lancha en la que viajaban naufragó, en la ruta migratoria colombiana que conduce a Panamá.

Richidmar Morales Hernández y su hija Jadbielimar Alejandra Talavera Morales migraron de Venezuela a Colombia hace cuatro años, pero emprendieron viaje a EE. UU. con la nueva pareja de Morales.

Conocida la noticia, los familiares de Richidmar y Jadbielimar se trasladaron hasta Necoclí, Colombia, para reclamar los cuerpos y repatriarlos.

El dolor se prolonga entre papeles e incertidumbre, ante la negación de las autoridades de Turbo, en Urabá –Colombia–, de entregar los cadáveres.

Lorena Ramírez, amiga de la familia, comentó que la agencia con la cual navegaban las víctimas asumirá el traslado de los féretros hasta Maicao, en la Guajira, porque los viajeros contaban con seguros de navegación.

De la frontera a Falcón, los familiares deben asumir los gastos y requieren $450 mínimo para el traslado.

No estamos pidiendo nada del otro mundo, lo que queremos es que nos entreguen nuestros cuerpos. No entendemos qué pasa, son familiares de nosotros, dijo el padre.

Falcón, segundo en migración nacional

Más de 520.000 migrantes atravesaron el Darién durante 2023, según datos del gobierno panameño. La mayoría fueron venezolanos, quienes sobrepasan los 328.000.

La Plataforma de Coordinación para Migrantes y Refugiados de Venezuela (R4V) calcula que 7,7 millones de personas migraron del país, hasta agosto de 2023.

Foto referencial: Joanne López

Por su parte, Hum Venezuela estima que el desplazamiento de venezolanos hacia otros países representa 25 % de la población que existía en 2015.

El estado Falcón se ubica (con 39,5 %) entre las entidades que reportaron mayor número de migrantes hacia otros países, precedido por Táchira (41 %); en tercer lugar, Aragua (36,1 %) y luego Zulia (35,1 %).

La tragedia

Madre e hija partieron desde Coro, Falcón, hace cuatro años para mejorar sus condiciones de vida. En ese entonces Richidmar tenía 21 años de edad y su niña, cinco.

El martes 22 de enero, Richidmar, su hija y Miguel, pareja de la mujer desde hace casi dos años, partieron a Estados Unidos.

Con el dinero en la mano tomaron un autobús desde Santa Marta hasta Necoclí, pueblo de Urabá Antioqueño, donde llegan los migrantes que viajan desde Suramérica, provenientes de Chile, Brasil, Perú, Ecuador y hasta de África.

Richidmar.| Foto Cortesía Madre familia Morales

El recorrido era de unos 572,3 kilómetros. Fueron cerca de 12 horas de camino y pagaron entre $26 a $50 por persona.

La salida desde la bahía de Necoclí estaba prevista para las 5:00 a. m. del lunes 28 de enero. Cada uno de los pasajeros pagó 180.000 pesos.

Sobrepeso, fuerte oleaje y muerte

Miguel contó a sus allegados que en el bote viajaban decenas de venezolanos y colombianos, quienes zarparon para cubrir la ruta entre Turbo y Acandí, dos municipios del golfo de Urabá.

Iban en un bote clasificado como legal por las autoridades colombianas, con permisología y salvavidas, pero las víctimas, a la hora de la recuperación de los cuerpos, no los tenían.

Los sobrevivientes quedaron a la deriva y fueron rescatados horas después.

La lancha llevaba sobrepeso, íbamos 40. Era una lancha rápida. Pero había un fuerte oleaje, uno de los motores se apagó y la lancha se volteó, aseguró Miguel.

Tras el naufragio, Jadbielimar quedó dentro de la embarcación y Richidmar se habría golpeado la frente con el impacto de la ola y cayó al mar inconsciente.

Al llegar el rescate, Miguel se negó a salir del agua, buscaba a su mujer y su niña. A Jadbielimar la encontró primero y a su pareja la vio al volver la vista, estaba justo detrás de él. Ambas ya habían fallecido.

La noticia de la tragedia llegó a la urbanización Los Libertadores, al hogar de los Morales, en Coro, la mañana del martes 30 de enero.

Entre lágrimas, Marlyn recuerda que su hija siempre le decía: Mamá, mi hija tiene que estar conmigo. Si yo como arepa, ella come arepa; si no como, ella tampoco, pero está conmigo. Ahora se fue con ella también. “Se murieron mi hija y mi nieta”.

Las penurias de la migración

No es fácil irse a otro país. Pasamos demasiadas penurias, afirmó Marlyn.

La mujer retornó a Venezuela hace siete meses, mientras su hija y nieta se quedaron en Colombia.

Nos tocó como a muchos, dormir en plazas, bañarnos en río, pasar hambre y aguantar la lluvia, dijo para Crónica.Uno en medio de su dolor e incertidumbre ante cómo hacer para repatriar los cuerpos.

Recordó que su hija se fue por un sueño: comprarle una casa a su hijita, ayudar a su mamá y a sus hermanos.

La adolescente fallecida

María Fernanda Lara Pérez, de 13 años de edad, iba en compañía de su madre Mariannys Noemí Pérez Barreto (32) y de Jesús Miguel Guzmán Pérez, su primo. Habrían viajado el 25 de enero desde Anaco, estado Anzoátegui.

El cuerpo de la adolescente fue rescatado y el departamento de Bienestar trata de dar con sus familiares en Colombia o Venezuela, para que reclamen su cadáver.

Hasta 2020, 46,9% de los migrantes venezolanos dejaban el país para buscar mejores condiciones de vida mientras que 22,4 % lo hacía por incertidumbre sobre el futuro económico, según la organización Cecodap.

El porcentaje de la niñez dejada atrás bajó para el 2020 a 15,4%.  Esta cifra refleja 12,9 % menos que en el 2018, cuando el porcentaje de niños, niñas y adolescentes que eran dejados al cuidado de otros familiares alcanzó 28,3%.

Se conoció que a pesar de lo ocurrido a María Fernanda Lara, su madre y su primo continuaron la travesía para llegar a Estados Unidos.

El equipo de Crónica.Uno intentó contactar a los familiares, pero se niegan a hablar de la situación e informar si reclamarán o dejarán en Colombia los restos de la adolescente.

Mientras, la familia Morales Hernández no ha obtenido ayuda de parte de las autoridades, pero sí la solidaridad de vecinos y ciudadanos.

Aún requieren reunir la cantidad de dinero necesaria para los trámites funerarios y de entierro.

Lea también:

“No es fácil, hay momentos de mucha incertidumbre y soledad”, dice monaguense que cruzó la selva del Darién