Azul Positivo vuelve a los barrios de Maracaibo más fortalecidos que nunca

Azul Positivo

La defensa de los cinco miembros de la ONG detenidos en enero de este año continúa luchando por el cierre de la investigación. A la par, los voluntarios de la organización ya suman 140 personas atendidas en los últimos tres meses en jornadas de despistaje de VIH, sífilis y covid en varios municipios del Zulia con miras a expandir su trabajo. Ahora cuentan con una nueva sede en la que atenderán a sobrevivientes de violencia de género y abuso a menores de edad.

Maracaibo. Los voluntarios de la ONG zuliana Azul Positivo se han propuesto “pasar la página” y seguir con sus actividades en pro de las comunidades. En una entrevista para Crónica.Uno, el voluntario excarcelado, Johan León habló junto con la abogada Lisseth Mogollón, sobre la agenda de trabajo de la organización y el compromiso que mantienen intacto, luego de su detención el 12 de enero 2021 tras un allanamiento a sus oficinas por parte de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) del estado Zulia.

León, junto con Yordy Bermúdez Gutiérrez, Layners Gutiérrez Díaz, Alejandro Gómez Di Maggio y Luis Ferrebús fueron imputados por la Fiscalía 77, por los delitos de manejo fraudulento de tarjeta inteligente o instrumentos análogos, legitimación de capitales y asociación para delinquir. 30 días después fueron liberados bajo una medida cautelar sustitutiva, con régimen de presentación mensual y prohibición de salida del país.

Mogollón explicó que la situación judicial de los cinco miembros se mantiene en “suspenso” a pesar de que la defensa ha solicitado en reiteradas oportunidades el cierre del expediente y la modificación de la medida cautelar.

Hasta ahora no ha habido pronunciamiento ni del Ministerio Público, ni del tribunal sobre la solicitud de la medida, por lo que los miembros de la ONG permanecen en una investigación en la que se resalta la criminalización de la ayuda humanitaria en Venezuela, luego de una detención arbitraria”, dijo la abogada.

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Azul Positivo  prosiguió con su labor humanitaria. Foto: Cortesía.

El silencio por parte de los órganos competentes sugiere para la defensa una vulneración prolongada de los derechos humanos, que se extiende a su campo de acción, es decir, a las comunidades.

“Azul Positivo tiene la labor de salvar vidas ante la crisis humanitaria que existe en el país. Esta situación vulnera aún más los derechos de las personas que son beneficiarios o están en los programas de la organización, por lo que vemos su estado legal con profunda preocupación ante el hostigamiento y criminalización”, recalcó.

Retomando su génesis

Luego de mantenerse bajo perfil hasta mayo, los voluntarios de la organización no gubernamental decidieron retomar la atención, educación y despistaje de VIH e ITS (infecciones de transmisión sexual) en las comunidades, incluyendo jornadas preventivas de COVID-19.

Aunque no niegan los efectos negativos y las limitaciones que aún sufren debido a la detención, reconocen que el recibimiento de las comunidades ha fortalecido su decisión. “Las actividades comenzaron con los programas de despistaje, que con la ayuda de los voluntarios ya sumamos tres jornadas en total y más de 140 personas atendidas. Ahorita estamos en la prevención del COVID-19 porque nos preocupan las cifras oficiales y no podemos divorciarnos de las comunidades que tanto nos han apoyado, es nuestra naturaleza de servicio”, dijo Mogollón.

Johan León agregó que las jornadas se han realizado gracias a insumos que quedaron de actividades anteriores y otros donativos recientes de preservativos, además recalcó la importancia de trabajar con grupos pequeños y controlables para cumplir con las medidas de bioseguridad de la pandemia.

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La ONG sigue contando con el apoyo de voluntarios y las comunidades. Foto: Cortesía.

En este sentido, subrayó la importancia del voluntariado que cuenta con 23 personas, así como de un número importante de promotores que fueron capacitados en 2020.

En Azul Positivo todos somos voluntarios, y bajo esa condición cada uno tiene responsabilidades dependiendo del proyecto y su especialidad”, explicó el fundador.

Sin embargo, la abogada considera importante aclarar que las actividades que se han efectuado están lejos del programa que está siendo investigado y que provocó el arresto de los cinco miembros de la ONG.

Venciendo el miedo

Para Johan León es una fortaleza seguir contando con los voluntarios, después de la detención a principios de año. “Pensamos que el grupo iba a mermar, porque es natural sentir miedo y presión ante situaciones como la que pasamos, pero es una gran alegría saber, no solo que los muchachos se mantuvieron firmes mientras estuvimos presos, sino que siguen de pie y con ganas de trabajar. Creo que hemos vencido el miedo”, dijo.

Mogollón rescata la trayectoria de la organización con más de 17 años sumando esfuerzos y atención en las comunidades de Maracaibo, San Francisco, Jesús Enrique Lossada, Mara y Santa Rita. “Lo relevante durante la detención es que, a pesar del miedo, porque si tenían miedo, es que se quedaron de pie, dando de donde incluso no tenían para apoyar y aliviar, y eso se rescata”.

La receptividad en las comunidades también es un aliciente, según explica León. “Es lo más hermoso de estar en terreno nuevamente, reconfirmar el apoyo de la gente que nos ha recibido con los brazos abiertos y sin miedo. Sinceramente, nos preocupaba el rechazo, pero más bien ha aumentado el compromiso, las promotoras se ponen su franela, apoyan y son las que tienen el protagonismo, mientras nosotros gestionamos los insumos”, dijo.

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Azul Positivo se apoya en las comunidades organizadas en las jornadas de alimentación. Foto: Cortesía.

Azul Positivo tiene un objetivo claro: retribuir a las comunidades el apoyo y eso pretenden lograrlo con la posibilidad de que la gente acceda a los servicios de salud sexual y reproductiva, y prevención de transmisión sexual.

Es nuestra manera de agradecer la energía y el apoyo tan bonito que nos han brindado”, dijo león.

Lisseth Mogollón informó que “la arbitrariedad de lo que pasó en enero se ha reconocido, y lo evidencia que nos devolvieron algunos equipos electrónicos y el vehículo. Pero ha sido muy graneado, faltan documentos y aparatos electrónicos con los que hacíamos labor comunitaria. Hay que entender que esto es parte de un sistema, de un plan que desconocemos y por eso mantenemos las exigencias legales para que se evidencie la legalidad de la organización”.

La realidad sigue golpeando

Los diagnósticos hechos hasta la fecha por la ONG en sus primeras jornadas evidencian el agravamiento de la crisis.

“Antes de llegar a las comunidades hacemos una evaluación de necesidades específicas y se analiza el nivel de vulnerabilidad. Partiendo de ahí lo que observamos es una realidad más compleja. Honestamente a veces no sabemos por dónde empezar”, dijo León

La ONG reveló que, aunque su atención se centra en las enfermedades crónicas como VIH y sífilis, al llegar a las comunidades se enfrentan a las fallas en los servicios públicos como el agua, enfermedades de base como hipertensión, diabetes, entre otras, que no son tratadas por falta de recursos como el transporte hasta la restricción de consultas en los hospitales copados de pacientes covid.

“Hay una serie de situaciones que están reduciendo la esperanza de vida de las personas, una crisis que si bien antes era critica, ahora se está complicando aún más, eso es lo que hemos conseguido en nuestros barrios”, fustigó el voluntario, quien además aplaudió que las mismas comunidades están dispuestas a trabajar, recibir ayuda y compartirla. Por esta razón ya están evaluando expandir su trabajo a municipios más remotos como La Costa Oriental y el Sur del Lago.

Apoyados en las comunidades organizadas con jornadas de alimentación, la ONG está estudiando unirse a esta causa para no abandonar su apoyo en la alimentación. “Nosotros estamos por el momento, analizando las iniciativas y de qué manera podemos apoyar. En el mapeo hemos conseguido comunidades que se unen tres veces por semana para regalar sopa a los más vulnerables y que además nos piden charlas educativas sobre violencia de género o salud sexual”, adelantó.

Una casa para todos

Azul Positivo ya tiene nueva sede. Luego de lograr un alquiler los voluntarios se unieron para acondicionarla y este 21 de junio abrirá sus puertas a través de citas previas que se harán vía telefónica para atención de salud sexual y reproductiva que es su raíz, pero además para las víctimas de violencia de genero.

Es un proyecto que venimos desarrollando con las uñas pero que nos llena de satisfacción. Queremos que principalmente las mujeres puedan tener acceso a nuestros programas y atención psicosocial”, dijo.

La ONG reveló a este medio que desde el año pasado están enfocados en otra realidad: “La atención a niños, niñas y adolescentes en situación de abuso sexual”, por lo que dispusieron de otro espacio físico, alejado del área administrativa, para brindar confidencialidad a las víctimas.

“Un espacio exclusivo para los profesionales que atenderán estos casos”, informó el voluntario, al tiempo que aclaró que todos los servicios que ofrece Azul Positivo son gratuitos.

Mogollón dijo que los abogados de la ONG se mantendrán activos en la exigencia de la libertad plena para los cinco voluntarios y el acto conclusivo de la Fiscalía para el caso. “Nos mantenemos firmes en visibilizar esta situación y la comunidad internacional ha sido de gran apoyo. La exigencia es la libertad plena para Azul Positivo, para sus miembros y para la organización”, concluyó.

Johan León resaltó que continuarán trabajando. “El equipo está más animado que nunca. Esta situación sirvió para fortalecernos en todos los aspectos, tenemos el compromiso firme y nuestros 17 años lo confirman con trabajo y lo seguiremos haciendo”.


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