Banco Mundial prevé que propagación de las variantes de la COVID‑19 desacelere el crecimiento mundial hasta 2023

El organismo estima que en América Latina y el Caribe el crecimiento disminuirá hasta ubicarse en 2,6 % en 2022 y en 2,7 % en 2023. El año pasado la región experimentó un crecimiento de 6,7 %.

Caracas. La aparición de nuevas variantes de la COVID-19, así como el aumento de la inflación y de la deuda provocan proyecciones poco alentadoras para las economías avanzadas y en desarrollo. De acuerdo al informe Perspectivas económicas mundiales publicado este martes 11 de enero por el Banco Mundial, el crecimiento sufrirá una desaceleración en 2022 y 2023 con respecto a los niveles que alcanzó el año pasado. 

El organismo prevé que en América Latina y el Caribe el crecimiento disminuirá hasta ubicarse en 2,6 % en 2022 y en 2,7 % en 2023. “El crecimiento de la región de América Latina y el Caribe se recuperó hasta ubicarse en un estimado del 6,7 % en 2021, impulsado por condiciones externas favorables y diversos acontecimientos relacionados con la pandemia”, se lee en el documento. 

El Banco Mundial considera que la cantidad de nuevos casos de COVID-19 disminuyó drásticamente en toda la región durante la segunda mitad del año; sin embargo, volvieron a aumentar a fines de diciembre, a pesar del avance en el proceso de vacunación. La fuerte demanda en destinos clave de las exportaciones como Estados Unidos y China, los precios altos de los productos básicos y el volumen elevado y constante de las remesas enviadas a los países de América Central y el Caribe también apoyaron el crecimiento registrado en 2021. 

En Venezuela en la primera semana de enero las autoridades informaron de 2316 nuevos contagios. Las regiones que acumulan el mayor número de casos son Distrito Capital, Miranda y La Guaira. 

La institución prevé que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, al pasar del 5,5 % en 2021 al 4,1 % en 2022 y al 3,2 % en 2023.

La inflación se ha incrementado en toda la región y en la mayoría de los casos ha superado las metas establecidas por los bancos centrales, advierte el Banco Mundial. “Este aumento se atribuye a la consolidación de la demanda asociada con la reapertura económica, al incremento de los precios de los alimentos y la energía, a las interrupciones en la producción de electricidad relacionadas con el clima y en algunos países, a la depreciación de la moneda y los fuertes incrementos en la masa monetaria”.

Venezuela, que no está incluida en las proyecciones del Producto Interno Bruto del organismo, cerró otro año con la inflación más alta del mundo. Según datos del Banco Central de Venezuela el año pasado la nación registró una inflación general de 686 %

Un informe de diciembre de la firma FocusEconomics estima que la economía venezolana crezca este año 4,9 %, luego de siete años consecutivos en contracción. Pero economistas aseguran que la recuperación es solo en algunos sectores y que todavía se requieren adoptar medidas para levantar a sectores medulares como la manufactura, la construcción o el de hidrocarburos. 


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