El informe del Banco Mundial indicó que la productividad laboral podría aumentar 3,2 % con la participación de los venezolanos. Mientras que el ingreso fiscal se elevaría a 2200 millones de soles anualmente. Sin embargo, la mayoría de los venezolanos calificados en Perú son ayudantes de cocina, vendedores ambulantes o limpiadores.

Caracas. Son diversos los retos y oportunidades del Perú producto de la crisis de migrantes y refugiados venezolanos. Este país ha recibido más de 854.000 venezolanos, cada uno de ellos podría aportar productividad y aumentar el ingreso fiscal neto si son integrados económicamente. En total son 4,6 millones de venezolanos desplazados por el mundo.

El Banco Mundial presentó el informe “Una oportunidad para todos: los migrantes y refugiados venezolanos y el desarrollo futuro del Perú”. En el documento se indica que la productividad laboral puede aumentar en 3,2 % con la participación de jóvenes venezolanos calificados. 42 % tiene entre 18 y 29 años de edad.

Esto equivale a 3200 millones de dólares anuales o a un tercio del presupuesto del Ministerio de Educación de Perú, explicó María Dávalos, una de las realizadoras del informe. Pero para eso se requiere integrar económica y culturalmente a los venezolanos.

Los migrantes venezolanos también contribuyen como consumidores en la economía al demandar bienes y servicios, estos podrían aportar más de 2200 millones de soles en ingresos fiscales netos en los próximos cinco años, indicó el Banco Mundial. Esto significaría el presupuesto que recibe el departamento de Amazonas.

Ya el Banco Central del Perú estimó el año pasado que 8 % del crecimiento del Producto Interno Bruto se debió a la migración venezolana.

Una de las primeras necesidades de los venezolanos en Perú es encontrar un trabajo para poder subsistir. Aunque 90 % de los venezolanos en edad de trabajar tiene algún tipo de ocupación, explica Dávalos, solo 12 % posee un contrato laboral.

Los altos niveles de indomabilidad han representado una oportunidad para insertarse rápidamente, pero a la vez esto representa vulnerabilidad, dice Dávalos. Los venezolanos ganan 37 % menos por hora que la población peruana.

No existe relación entre la calificación de los venezolanos y el trabajo que desempeñan. 57 % tiene estudios superiores, de esos, 37 % realizaba trabajos profesionales en Venezuela. Estando en Perú, apenas 9 % puede hacerlo.

En contraste, solo 8 % tenía ocupaciones elementales en Venezuela, ahora, más de un tercio de los venezolanos que llegaron a Perú  trabajan como ayudantes de cocina, vendedores ambulantes, choferes o limpiadores.

 “Es una pérdida de talento para el Perú. Hay personas con estudios universitarios trabajando en ocupaciones elementales”, dijo Dávalos.

Otros datos: educación y salud

El informe del Banco Mundial indicó que 35 % de la población venezolana se ha sentido discriminada desde que llegó al país, 10 % ha sido víctima de violencia física a manos de un desconocido.

Paula Rossiaco, del Banco Mundial, señaló que el rechazo se acentúa en la población rural, con menores niveles económicos o educativos. Las razones son: competencia por trabajo y servicios y la sensación de que la inseguridad en el Perú ha aumentado por la presencia de venezolanos.

La participación de venezolanos en los crímenes es ínfima. La Policía Nacional del Perú ha demostrado y ha concluido que el crimen en el Perú no ha aumentado por producto de la migración, destacó Rossiaco.

En 2018 la demanda por cupos escolares se duplicó. Esto hizo que 85 % de los venezolanos en edad escolar no pudiera integrarse al sistema educativo.

Los venezolanos representan 6 % de la población peruana. Menos del 1 % de las atenciones en salud han sido para estos migrantes.

Solo 9 % de los venezolanos tiene acceso a un seguro de salud.

57 % vive en hacinamiento.

Retos para el desarrollo

El Banco Mundial recomienda:

  • Adaptar sus instituciones y leyes para generar políticas multisectoriales de respuestas.
  • Crear mecanismos de coordinación interinstitucional y fortalecer los existentes.
  • Propender la regularización de venezolanos para que puedan trabajar, invertir y ahorrar.
  • Ampliar la capacidad de respuesta de las áreas receptoras. Incluye invertir de manera focalizada en la ampliación de servicios de salud y educación.
  • Mitigar las vulnerabilidades que están experimentando los venezolanos: facilitar la convalidación de saberes, de ubicación de trabajo al nivel que esta población tiene.
  • Desarrollar rutas de atención diferenciadas para poblaciones vulnerables como mujeres, niños separados, comunidad LGBT, indígenas.
  • Trabajar en un pacto social regional, nacional y local de manera conjunta con otros países para hacer una mejor distribución de la población y evitar que se concentren los impactos en uno solo.
  • Crear diálogos nacionales con las comunidades receptoras para apreciar las oportunidades que el fenómeno ofrece.

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