Canoabo se activa con centros de acopio en Carabobo y Caracas para sobrellevar la tragedia

La falta de dragado durante los últimos 6 años fueron las causantes de que Canoabo sufriera un inundación inédita luego que dos de sus ríos se desbordaran. Ahora, los canoaberos necesitan de tu ayuda.

Valencia- El domingo 7 de agosto horas después que las lluvias hicieran estragos en Canobao, municipio Bejuma un grupo de pobladores decidió ponerse manos a la obra para activar centros de acopio. Canoabo lo necesitaba y Rodrigo Morales, empresario del cacao era consciente de ello, por lo que aprovechó sus influencias y montó en redes sociales el servicio público. El aviso era claro, se necesitaban: alimentos no perecederos, medicinas, agua potable, ropa en buen estado, sábanas y colchonetas.

“En en el momento que me di cuenta que la cosa en Canoabo estaba fea y que muchas personas que quería se estaban viendo afectadas. Puse mis locales como centros de acopio en Valencia y traté de hablar con otros conocidos para que me apoyaran y fueran también receptores de ayuda”, comentó Morales mientras cargaba un empaque con botellones de agua de 5 litros.

Fotografía: Armando Díaz.

En los últimos cuatro días Morales no sabe cuántas veces ha hecho el viaje para Canoabo. Lo ha hecho hasta tres veces, sin importarle agotar el tanque de gasolina. Ni los 40 minutos que representa el trayecto, ni mucho menos las más de 100 curvas que hay en el camino. Su deber es ayudar y transformar a la comunidad.

Por eso, en Canoabo pidió a uno de los habitantes utilizar su casa como centro de acopio principal, es el lugar a donde llegan todas las donaciones una vez que Rodrigo Morales se pasea por todos los sitios de Valencia. La casa tiene más de 300 años y data de la época colonial, incluso de la fundacional del pueblo, está a unos 100 metros de la Plaza Bolívar, en la calle Coronel y en la entrada hay una hoja pegada y con letras grandes se lee: “Centro de acopio”.

Ahí un grupo de mujeres recibe, organiza, empaca y distribuyen las donaciones. Es un acto casi frenético, puesto que el tiempo apremia. Cada tanto llega alguien con una bolsa, bien sea con comida y ropa y dan lo que tienen. No siempre el que más da es el que más tiene, si no el que sabe lo que es pasar necesidad.

“Aquí estamos. Yo le pedí apoyo a estas muchachas y no hemos parado”, dice María Elena Chávez  mientras nombra a sus compañeras: Carola Monasterios, Lennys Figueroa, María José Legones, Xiolimar Hernández, Milanyela Repeto, pero explica que pronto deben estar por llegar otras compañeras. “Ellas están en un plan vacacional y me dijeron que después del medio día vendrían”.

Fotografía: Armando Díaz.

Fue el lunes cuando el centro de acopio principal abrió sus puertas a las 8:00 a.m. y desde entonces no ha parado. El equipo no lleva un control de cuántas donaciones han llegado, pero pareciera que lo que más reciben es ropa. Las esquinas de la casa se han transformado en una montaña de bolsas de ropa. No obstante, Chávez calcula que unas 100 personas han llevado donativos para Canoabo.

Le es difícil decir en el caso de la ropa si hay más para niños o para adultos, puesto que hay mucha diversidad. De hecho las muchachas que organizan las donaciones envuelven en paquetes la vestimenta de acuerdo con un rango de edad, tamaño y sexo. En uno de los empaques se lee. “Ropa niña de 5 a 6 años de edad”.

Fotografía: Armando Díaz.

“No nos esperábamos esta receptividad, pero estamos felices de recibir tanta ayuda”, respondió Chávez que precisó que sería en la tarde del 9 de agosto que empezarian la distribución de los donativos y así lo hicieron. “Rodrigo nos va a facilitar su camioneta para llevar la ayuda”.

Este grupo de mujeres ya sabe a donde destinarán la ayuda. Se trata de las comunidades más vulnerables de la zona. Este es el caso de El Despertar, Tierra y Lucha y todas las zonas cerca de las nacientes de los ríos. A unos 10 minutos de distancia del centro de acopio.

Todas las que están recolectando insumos tuvieron la fortuna de no verse afectada por el embate de los ríos Capa y Los Naranjos, la razón es que viven en el sector Félix Jada, el cual se ubica a mayor altura, lo cual los hizo menos vulnerables.

A pesar de las horas transcurridas Chávez no siente cansancio, todo lo contrario. Está llena de energía. Sin embargo, algunas de las mujeres del equipo les corre el sudor por las sienes.

Nos sentimos con mucha satisfacción. Te podrás imaginar. Si no nos ponemos nosotros quién lo va a hacer. Es nuestra gente, es nuestro pueblo y a Rodrigo gracias porque ha estado trabajando incluso en el tema de la carretera”.

Fotografía: Armando Díaz.

María Legones es otra de las que ayuda a recolectar donativos. Su tía María Elena Legones la llamó por teléfono para pedirle ayuda porque estaba llegando mucha, por lo que más manos para acelerar los procesos. “Necesitaban que todo fuera más fácil al momento de entregar”.

Legones se ha dedicado básicamente a ordenar la ropa de niños y bebés. “Aquí es mucho más detallado, porque como todo es pequeñito hay que estar muy, muy atento, pero al principio veía que era de hombres y que de mujeres”.

A pesar del esfuerzo empleado a Legones le embarga una profunda tristeza al ver todo lo que está pasando. “Esto es un pueblo pequeño. Aquí todo el mundo se conoce, entonces al caminar por las calles te das cuenta de toda esa gente que lo ha perdido todo o una buena parte de ello”.

Fotografía: Armando Díaz.

Esta muchacha afirma que la situación económica del país hace todo más difícil y que como canoabera es natural tener esa sensación de gran familia puesto que desde que estaba pequeña se recordaba esa cultura de hermandad.

Pero no todo es negativo. “Si bien ocurrió una tragedia cuando caminamos, también nos topamos con gente que no fue afectada y sale de sus casas y nos ayuda. Hay muchas cosas positivas que han salido a flote como parte de esta situación”.

Para esta joven es decepcionante que la presencia de las autoridades sea algo muy remoto.

Este es un pueblo en donde la misma comunidad resuelve sus problemas. A las autoridades se les ve de vez en cuando, pero no es constante. Si uno pide ayuda es el pueblo el que ayuda, porque por fuera cuando nos ayudan lo hacen por la mitad”, dice Legones en referencia al gobierno local a cargo de Lorenzo Remedios, alcalde de Bejuma y al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava.

Fotografía: Armando Díaz.

Hasta los momentos la población de Canoabo ha distribuido más de 200 bolsas con ayuda para los más afectados. Si deseas colaborar con esta causa. Aquí en Crónica.Uno te dejamos la información.

canoabo

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En el caso de Caracas los puntos para recaudar insumos son la pastelería Azú en Las Mercedes y la empresa de turismo sostenible Ecotur, ubicada en Los Palos Grandes. En los links insertados en los nombres de las empresas podrán encontrar más información.


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