“Caracas es como una obra de arte que no se preservó y se modificó sin mucho criterio”

DAGOR es un artista venezolano de 33 años de edad. Vive en Caracas, ciudad en la que ha pintado muchísimos murales que se caracterizan por ser una mezcla de colores y de formas indeterminadas que define como “abstracción geométrica de la tipografía”.

Caracas. Los murales de DAGOR van desde el este hasta el oeste de Caracas. Son muchos, tantos que él mismo ya no recuerda cuántos ha pintado en los 784 km² de superficie que tiene la ciudad, probablemente sea porque ya son más de 10 años haciendo muralismo, un estilo de pintura artística de grandes dimensiones, que encuentra su lugar ideal sobre superficies callejeras, y además una forma de expresión que da para todo.

DAGOR tiene nombres y apellidos, tiene rostro y una vida más allá de su trabajo artístico, pero todo eso prefiere mantenerlo reservado con la intención de que sea su trabajo artístico, ese que él mismo define como “Dagorismo”, el que sea reconocido por las multitudes, en cada pieza que haya creado, ya sea en una pared o de artes plásticas, que se encuentre en Caracas o en cualquier otra ciudad del mundo.

Este 25 de julio Caracas cumple 454 años de fundada. La capital de Venezuela celebra esta fecha nuevamente en medio de una crisis social, política y económica que se ha extendido por varios años, y que ha deteriorado la ciudad en todos los aspectos.

Pero a pesar de todo lo malo y feo, Caracas no ha dejado de ser un lugar repleto de todo tipo de expresiones artísticas de grandes nombres como Carlos Cruz-Diez, Jesús Soto, Juvenal Ravelo, Mateo Manaure, Francisco Narváez, entre otros tantos.

Me atrevo a decir que es una de las ciudades que tiene más obras de arte público en comparación con otras ciudades de Latinoamérica”.

Y precisamente en estos últimos años se ha convertido en una ciudad cada vez más llena de todo tipo de murales; muchos con mensajes políticos, otros con intención publicitaria y otros más artísticos, con la buena suerte de que cada vez son más los artísticos.

Entre esos están los de DAGOR. Una de sus piezas más recientes está en Los Palos Grandes, se llama La Expresión como Guía y se extiende por una larga pared en la segunda avenida, una obra en la que pareciera que todos los caraqueños quieren tomarse fotos.

“El muralismo es algo que está en la vía pública, de una manera muy accesible a los ciudadanos y que hace más ameno el día a día de los ciudadanos”.

Y así como tiene murales en Chacao y Baruta, también tiene en los municipios Libertador y Sucre, en este último, específicamente en Petare, ha pintado al menos 12 obras con motivo de un proyecto en alianza con la fundación Uniendo Voluntades en el que transformaron botaderos de basura improvisados en espacios limpios y artísticos, esto con la idea concreta de formar una ruta de murales dentro del barrio.

“En el proyecto de Petare tratamos de que las personas se integraran y nos ayudaran. Quitábamos toda la basura, se limpió toda la zona y yo hacía los murales. Nos dimos cuenta de que esto tenía un efecto de apropiación sobre las personas de la comunidad, a raíz de eso ya no tiran basura, cuidan la zona y sienten esa sensación de pertenencia”.

El arte le ha dado la oportunidad a DAGOR de conocer prácticamente toda Caracas, y también una gran parte del mundo. Pero antes del muralismo, en su vida estuvo el grafiti. Esto fue lo que en principio hizo que pintara por toda la ciudad, bajo su seudónimo DAGOR, el cual adoptó desde los 12 años. “Unos amigos me decían así”.

Y aunque en esencia, DAGOR ya no pinta grafitis, su estilo artístico actual, que derivó de la investigación de otras corrientes artísticas más formales, aún conserva algo de la expresión de la calle, además del anonimato. “Lo que yo hago lo llamo abstracción geométrica de la tipografía, siempre le he llamado así porque es una mezcla de la abstracción geométrica tradicional, que data de 1920, y la tipografía del grafiti”.

¿Qué es Caracas?

¿Qué es o qué significa Caracas? Estas son preguntas que pueden tener muchas respuestas, con diferentes connotaciones. Pero hablando desde el ámbito artístico, para DAGOR, “Caracas es como una obra de arte que se congeló en el tiempo, pero que a la vez no se preservó y se modificó sin mucho criterio”, que además considera que tiene un gran punto a su favor: el Ávila.

Tengo una fijación muy intensa con Caracas. Es una ciudad que me encanta. Es impresionante tener una montaña tan gigante tan cerca”.

DAGOR fue criado en la parroquia El Junquito. Ya no vive allí, pero se mantiene radicado en Caracas a sus 33 años de edad, a pesar de que, paradójicamente, entre los 5,4 millones de migrantes y refugiados venezolanos que existen actualmente, la mayoría se encuentra en su mismo rango de edad.

De igual forma, durante su vida ha podido conocer más de 30 ciudades alrededor del mundo. Sin embargo, tiene una conexión con Caracas que no puede definir en palabras pero que siempre lo hace regresar.

“Yo he hecho murales en México, España, Inglaterra, Ecuador, pero me encanta pintar en Caracas, siempre quiero regresar a Caracas, es como algo raro, como una conexión que tiene esta ciudad, y he conocido muchísima gente que también la siente. Siempre quiero hacerle murales a caracas”.

Los murales de DAGOR son una mezcla de colores y de formas. También son efímeros, aunque siempre vuelven a aparecer por la ciudad, con otros colores y otras formas y otras perspectivas. Eso es, en parte, el aporte que hace este artista a la ciudad, al darle vida en medio de la imposición de fachadas grises, pero todo con la idea de “democratizar el arte” y que esté al alcance de la mayor cantidad de caraqueños.

“Siempre quise pintar Caracas. Una ciudad sin arte es una ciudad vacía. Una ciudad de paredes grises es una ciudad sin alma. Los murales aportan mucho a la convivencia, más en una ciudad como la que estamos que también ha sufrido muchísimo desde hace años”.