El desgaste del servicio de agua potable es evidente. Hace 20 años el sistema entregaba a la ciudad 20.000 litros por segundo. Hoy, se están surtiendo nada más 11.000. Casi la mitad de lo que antes recibían los caraqueños. Crónica.Uno hizo un recorrido por varias ciudades del país para saber cómo hacen los vecinos para surtirse de agua. En Caracas, los vecinos que pueden pagarlo, construyen pozos en sus edificios, lo que puede ser un arma de doble filo.

Caracas. Los apagones de 2019 dejaron secuelas. Desde el 7 de marzo que el país quedó oscuro por al menos cinco días, la distribución de agua no volvió a ser la misma en El Paraíso, en el municipio Libertador de Caracas. El agua pasó de llegar dos veces a la semana a estar más de 10 días sin aparecer. Los vecinos ahorraban lo que se almacenaba en el tanque del edificio para distribuir 30 minutos diarios a los apartamentos.

Venezuela es uno de los países con las mayores reservas de agua dulce del mundo y cuenta con alrededor de 90 cuencas hidrográficas, con un potencial hídrico superficial que supera 1 millón de millones (1.000.000.000.000) de mᶟ/año y más de 8000 millones (8.000.000.000) de mᶟ/año en potencial hídrico subterráneo*, sin embargo esto no se traduce en buen servicio.

En el caso de Caracas o municipios como Chacao, en Miranda, hay sectores que suman hasta tres años sin recibir el servicio de forma continua por las tuberías. El desgaste del servicio de agua potable es evidente. Hace 20 años el sistema entregaba a la ciudad 20.000 litros por segundo. Hoy, se están surtiendo nada más 11.000. Casi la mitad de lo que antes recibían los caraqueños.

La idea de construir un pozo ya sonaba en las reuniones de condominio. Faltaba un motivo de peso, alguna situación crítica que los obligara a no tener más opción que gastar mucho dinero en un pozo profundo de agua. Y ocurrió. El agua dejó de llegar, y cuando llegaba, no tenía la suficiente fuerza como para llenar el tanque.

Los vecinos comenzaron a comprar agua de camiones cisternas. Eran más de 60 dólares por un suministro de solo 10 minutos de agua al día por apartamento. El impulso final fue que un edificio de la residencia comenzó a hacer su pozo. Podíamos aprender de su experiencia y hablar con la misma compañía de trabajo, contó la vecina Janett Batista.

Entonces se organizaron: por un lado, buscaban la cotización del trabajo, y por el otro, hacían una encuesta para saber el porcentaje de aprobación de los propietarios. Vimos que era muy costoso, así que evaluamos la posibilidad de aliarnos con otros edificios, comentó Janett y agregó que se unieron con dos edificios más y en total eran 55 familias.

Cada edificio eligió un responsable que se encargó de pasar una segunda encuesta y, más adelante, de recoger el pago de cada vecino. Eran los responsables de cada residencia ante la compañía.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona debe consumir en promedio 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades tanto de consumo como de higiene.

El ingeniero Nelson Rojas, de la compañía Geonarf Consultor, explicó a Crónica.Uno que antes de perforar un pozo hay que hacer un estudio geofísico para ver si es posible la captación de agua subterránea en ese terreno a través de una metodología bipolar, que consiste en hacer sondeos eléctricos con impulsos de corriente. Así, determinan si es posible o no meter una máquina de perforación. Este análisis cuesta entre 400 y 500 dólares.

En el edificio de Janett fueron recogiendo el dinero a medida que el trabajo iba avanzando. La empresa con la que decidieron abrir el pozo les dio un cronograma de pago que dividía la suma total en tres grandes partes.

Los vecinos que tenían la disponibilidad de pagar el monto completo, lo hicieron. Otros prefirieron ir dando el dinero por partes, e incluso, algunos propietarios se apoyaron en un fondo económico del edificio para tomar un préstamo y contaron con la ayuda de otros vecinos para que su plazo de pago fuera aún más amplio.

Rojas enfatizó que la construcción de un pozo puede costar entre 20.000 y 25.000 dólares. La duración de un pozo dependerá de si está bien hecho o no y de su mantenimiento anual, pero en promedio, tiene una vida útil de 80 años.

Fue una tarea de paciencia y negociación con los vecinos que no podían pagar. Nos encontramos con alguna resistencia a pagar, pero como comunidad decidimos salir adelante con el proyecto, sostuvo Janett.

Foto: cortesía vecinos

La calidad del agua subterránea al noreste de Caracas es buena. Según Rojas, el acuífero da abasto para perforar pozos, pero podría llegar a ser un arma de doble filo que tiene que someterse a una regulación, para evitar que se comiencen a abrir pozos a diestra y siniestray prevenir que baje el caudal.

El ingeniero Jesús Vázquez, coordinador de Monitor Ciudad, agregó que una extracción descontrolada de agua por pozos podría generar asentamientos diferenciales en la tierra, algo que ocurre en otras partes del mundo, como Ciudad de México.

Otras consecuencias de sobreexplotar un acuífero es que se pueda salinizar el agua, dañar tuberías o se disminuya la curva de abatimiento de los pozos hasta el punto de que no se pueda extraer agua. Hay casos que perforan pozos y luego la producción es cero litros por segundo (…) Hay pozos que se perforan y encuentran cierto lecho o acuífero impermeable de suelo. Entonces, tienes un agua que no se recarga, que no es renovable, explicó Vázquez.

Foto: cortesía vecinos
¿Quién regula?

El reglamento de la Ley de Aguas, publicado en el Decreto N° 3.367, de fecha 12 de abril de 2018, establece que cualquier persona natural o jurídica debe presentar ante el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo un estudio hidrogeológico para poder tener el permiso de un sondeo exploratorio, que incluye la perforación del terreno para buscar agua subterránea.

Rojas indicó que ese aspecto legal ha estado paralizado. Antes de la llegada de la COVID-19 al país, el pasado 13 de marzo, el sector de construcción de pozos y el Ministerio para el Ecosocialismo estarían tratando de ponerse al día con la permisología. Pronto comenzará la regulación, afirmó.

Vázquez resaltó que Hidrocapital está en la potestad de cobrar el agua que se extrae de un pozo. Las aguas son de dominio público y, por lo tanto, nadie se puede apropiar de ellas, enfatizó y recordó que se ha visto que la empresa de servicio del Estado ha expropiado algunos pozos para la comercialización de agua más económica y manejada por afectos al gobierno de Nicolás Maduro.

Sin embargo, Vázquez denunció que en algunos casos hay pozos que se están recargando con la pérdida de agua de tuberías de Hidrocapital que están rotas. Además, se cuestionó lo que podría pasar si, en un futuro, se mejora el servicio de agua en la ciudad y varios de estos pozos se dejan de utilizar, pues se tendría mayor consumo hacia la red que no estaba prevista.

Las zonas que buscan los pozos

Chacao y Baruta lideran la lista de municipios en los que buscan abrir pozos.

Desde Monitor Ciudad afirman que el municipio más afectado por la falta de agua es Chacao, debido a que depende del Alimentador Este, el cual distribuye agua por gravedad y por eso las presiones son menores. El servicio es muy irregular. En 399 reportes del servicio que registran en su plataforma, el 48 % no recibió agua y el 57,6 % tuvo una apreciación negativa.

Agua en Chacao. Foto: cortesía Monitor Ciudad

En el caso del municipio Baruta es distinto, porque hay zonas que dependen del Tuy I, Tuy II y Tuy III. Entonces, hay sectores como la avenida Miguel Ángel o Bello Monte que tiene una distribución de agua frecuente, y otras zonas como Vizcaya que en promedio solo reciben el servicio por 30 horas semanales.

Las alcaldías de estos municipios se han montado en la construcción de pozos públicos para sus habitantes. En Chacao, el alcalde Gustavo Duque está avanzando con nueve pozos profundos para aliviar la escasez de agua. Uno de estos fue construido en la avenida Mohedano con calle Páez. Este municipio tiene aproximadamente 120.000 habitantes y hay zonas a las que no llega el agua por tuberías desde hace cinco años.

En Baruta, el alcalde Darwin González prometió la construcción de 13 pozos profundos. Dos ya están listos y el tercero está en proceso. Uno de los pozos está en el parque Agustín Codazzi en Prados del Este y tendrá capacidad de asistir a 2200 baruteños. El segundo pozo está ubicado en polideportivo Rafael Vidal de La Trinidad. La población de este municipio es aproximadamente 530.000 habitantes. 

“Un plus”

Que un edificio tenga un pozo también es un plus a la hora de su venta o alquiler. Yulman Romero, asesora inmobiliaria, comentó que luego del apagón del 7 de marzo el orden de los municipios donde las personas buscan vivir es Chacao, Baruta, El Hatillo, algunas zonas de Sucre y, por último, Libertador.

Esto tiene una razón: hay mayor demanda en conseguir edificios que ya tengan pozos o estén en proyectos de construcción. Si el edificio no tiene pozo, entonces sus clientes le preguntan si el apartamento tiene tanques de agua internos.

He estado en viviendas que tienen hasta dos tanques, resaltó Romero.

El precio también puede aumentar. Romero destacó que en Venezuela un apartamento o casa que tenga pozo no cuesta lo mismo a uno que solo tenga tanque de agua y el servicio de agua sea irregular. Es como un agregado. Antes te preguntaban cuántas habitaciones tenía el inmueble, cuántos baños, cuántos puestos de estacionamiento. Ahora, lo primero que te preguntan es por el agua, electricidad y gas, lamentó.

agua
Foto: Luis Morillo
¿La solución?

En Caracas, la construcción de una red de pozos podría ayudar a gestionar los recursos hídricos. Pueden ser parte de la solución, pero no la solución completa, afirmó el ingeniero Vázquez y remarcó que en este momento es un alivio particular de un condominio o urbanización.

Desde el punto de vista de una solución para la escasez de agua de todos los caraqueños, destacó que los acueductos, además de ser más económicos, tienen la particularidad de programar mejor el servicio. En cambio, con el agua subterránea y la ausencia de mecanismos para medir la capacidad de producción, puede ocurrir que un pozo que se perforó en pocos años se quede seco.

El gobierno de Maduro ha insistido en medidas que parecen poco efectivas como la importación de 252 cisternas desde China, que tampoco tenían dónde llenarlas con frecuencia por la poca presión de agua en el Parque del Este y en otros llenaderos de Caracas. En contraste, expertos como José María de Viana, expresidente de Hidrocapital, recomiendan arreglar los sistemas de bombeo para traer más agua desde los embalses hasta la ciudad.

Eso requiere más trabajo del que se piensa. Implica inversión, un equipo de profesionales, la rehabilitación de todos los sistemas del país. Y así que, con suerte, al final del tercer año de trabajo la situación cambiaría para pensar en construir obras nuevas.

Mientras tanto, los venezolanos buscan soluciones rápidas para el día a día. Los vecinos que no tienen recursos para construir un pozo buscan agua de quebradas, pagan cisternas, almacenan la mayor cantidad que puedan en sus hogares, y hasta la recogen cuando llueve.

El Observatorio Venezolanos de Servicios Públicos (OVSP) reveló en su último informe que 93,8 % de los hogares venezolanos almacenan agua potable. De este grupo, 38,6 % señaló que mantiene reservas para más de cinco días ante la deficiencia del servicio, y 20 % destacó que debe desplazarse a diversos lugares para conseguir el recurso y acarrearlo hasta sus viviendas.

Todo esto consecuencia de una pésima gestión del agua. Ponen a estar cazándola en vez de que no sea una preocupación que tengan los particulares, lamentó Vázquez.

Foto: Gleybert Asencio

* “La gestión de los recursos hídricos: un factor en la crisis humanitaria en Venezuela”, del ingeniero Luis Alejandro Padrino.

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