A Daisy Olivares le asesinaron al único hijo varón que le quedaba vivo, Jesús Manuel Olivares, el viernes 11 de mayo en el 23 de Enero. En octubre de 2016 le quitaron la vida a Víctor Martínez en la masacre de Barlovento.
Sus familiares tuvieron que vender una cocina para pagar el traslado del cadáver desde Caracas hasta Mamporal.
Caracas. Aún no se cumplen dos años desde que a Daisy Olivares le asesinaron a un hijo. Y antes de acostumbrarse a esa pérdida ya tiene que lidiar con otra: la muerte del único varón que le quedaba vivo. A Jesús Manuel Martínez Olivares lo encontraron muerto en el 23 de Enero.
Al joven de 20 años lo localizaron en un basurero con varios impactos de bala el viernes 11 de mayo. Fue trasladado hasta el hospital Pérez Carreño, desde donde avisaron a sus familiares. A su mamá le confirmó la noticia una sobrina, quien se enteró por la red social Facebook.
Jesús apenas tenía un mes en Caracas, pues anteriormente vivía en Barlovento con su mamá. Se mudó al barrio Nuevo Horizonte en Catia, con la intención de conseguir un empleo que le ayudara a mantener a su hija, en medio de esta crisis económica.
Falleció el sábado 12 de mayo. Su madre denunció que no recibió la debida atención médica en el hospital. El viernes, día en el cual le dispararon, cumplía 20 años.
Su familia desconoce qué pasó, presumen que le dispararon para robarlo porque no tenía los zapatos, su bolso ni la mercancía con la que trabajaba como vendedor ambulante.
Tenía una hija de un mes de nacida, quien vive con su madre también en Barlovento.
A mi primer hijo varón lo mataron en la masacre de Barlovento y casi dos años después me mataron a otro hijo. Su cadáver lo encontraron el 16 de octubre de 2016. Y Jesús era el único varón que me quedaba vivo”, soltó Daisy, sentada desde la sala de espera de la morgue de Bello Monte. Ahí aguardaba, paciente, a que otra de sus hijas culminara lo necesario para trasladar el cadáver hasta Mamporal.
Víctor Manuel Martínez Olivares tenía 20 años cuando lo asesinaron. Fue una de las 12 víctimas de la masacre de Barlovento, durante una Operación de Liberación del Pueblo (OLP) el 16 de octubre de 2016.
Los cuerpos de los jóvenes fueron hallados sepultados. A dos los encontraron en el sector El Café el 24 de noviembre y al resto en el sector Aragüita, en la vía de Guatopo, el 25 de noviembre.
A las víctimas las detuvieron en medio del operativo llevado a cabo por el Ejército Camacarao 323 de Cumaná y desaparecieron. Nueve uniformados se encuentran detenidos.
Seguimos en la lucha para que no los suelten, pero a cada rato hay un problema y difirieren la audiencia”.
El cadáver de Jesús fue enterrado este viernes 18 de mayo, una semana después de su muerte, porque sus parientes no tenían el dinero. La urna le fue donada por las autoridades de Barlovento y para pagar los 17 millones de bolívares del traslado tuvieron que vender una cocina.
Foto: Archivo