En rueda de prensa, el rector Pedro Calzadilla anunció que el directorio del CNE aprobó las denominaciones de 20 nuevas organizaciones: 8 nacionales y 12 regionales. La tarjeta de la MUD estará asignada a sus antiguas autoridades, encabezadas por José Luis Cartaya.
Caracas. Las elecciones del próximo 21-N siguen tomando forma a través de las decisiones del Consejo Nacional Electoral (CNE), que este martes anunció a través de su presidente, Pedro Calzadilla, que en una decisión unánime del directorio, se aprobó habilitar la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para los venideros comicios.
Además de la tarjeta de la MUD se aprobaron otras siete organizaciones políticas nacionales: Fuerza Vecinal (pasó de regional a nacional); Convergencia; Activistas Democráticos Electorales y Alternativos (Adelante); Movimiento Centrados; Movimiento Progresista de Venezuela; Suma País, y Unión y Cambio. Otras 12 organizaciones, de carácter regional, también fueron aprobadas por el CNE, pero Calzadilla no dio a conocer sus nombres.
La tarjeta de la MUD fue usada por última vez en las elecciones parlamentarias del año 2015, cuando el grueso de los partidos de oposición participó usando esa tarjeta como muestra de unidad en contra de las fuerzas políticas del chavismo. En esa ocasión, la MUD logró obtener 7.728.025 votos, lo que la convirtió en la tarjeta más votada de la historia del país.
Para finales del año 2017, luego de la ola de protestas en Venezuela, la MUD tuvo problemas internos entre los partidos miembros, los cuales llevaron a la disolución de la alianza. En 2018, los partidos más grandes de la oposición apostaron por una reorganización de fuerzas y constituyeron el Frente Amplio Venezuela Libre en un acto realizado el 8 de marzo de ese año.
El verdadero final de la MUD llegó en enero de 2018, cuando el TSJ inhabilitó esta tarjeta para participar en el proceso de recolección de firmas ordenado por el CNE con el objetivo de validar a los partidos políticos de la oposición. El argumento de la Sala Constitucional era que una persona no podía militar en la MUD y en otro partido pues esto significaba “doble militancia”.
De acuerdo con tres fuentes contactadas por Crónica.Uno, la tarjeta volvió al control de sus autoridades originales para el momento de la inhabilitación, encabezadas por José Luis Cartaya.
“Chúo” Torrealba dice que hoy no existe una fuerza que represente a la MUD
Para que la tarjeta de la MUD pudiera aparecer en el tarjetón electoral fue necesario inscribirla como un partido político formal ante el CNE. En ese momento la directiva de la coalición opositora la encabezaban Jesús “Chúo” Torrealba y José Luis Cartaya.
Para Torrealba este es un asunto esperanzador, pues pudiera significar un envión rumbo a una nueva unidad política de las fuerzas opositoras. Sin embargo, destaca que lo que fue la MUD en su momento, ya no existe en el panorama político venezolano.
La tarjeta de la MUD se correspondía a una alianza política que fue disuelta, y hoy en día en el panorama político actual, no existe nadie que pueda decir que expresa la voluntad de las fuerzas que en su totalidad la conformaban”, declaró a Crónica.Uno.
Pese a esto, el dirigente mantiene la esperanza de que la tarjeta de la MUD “sea un motivo para que los factores de oposición recompongan una alianza” la cual les permita articularse en el escenario político.
“Ojalá sea motivo de unidad, que recompongan una alianza similar a la que tuvieron, y no me refiero a esto por la cantidad de siglas y partidos, sino por otras cosas, por características que tenía la MUD y que hoy no existen: estrategia compartida, vocería consensuada y dirección colectiva. No tener estas características es una de las razones por la que los resultados antes y después de 2015 hayan sido tan patéticamente diferentes al triunfo en las (elecciones) parlamentarias”, dijo.
A pesar de sus buenos deseos para la oposición, Torrealba recordó que cuando el TSJ judicializó la tarjeta de la MUD, “ninguna de las organizaciones que hicieron vida ahí levantó la voz de protesta”, por lo que es cauto sobre una nueva Unidad Democrática.
“Cuando la judicializaron privaba el concepto absurdo y errado de unas organizaciones que creían que no estaban creciendo como partidos porque el paraguas de la MUD les hacía daño y absorbía la referencia de los electores opositores. Pensaron que si la MUD desaparecía, ellos iban a cobrar en sus partidos”, recordó.
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