Comerciantes rechazan la medida de advertencia impuesta por Freddy Bernal, la cual implica retirar de sus vitrinas el café colombiano en dos semanas. Aseguran que los productos colombianos han saciado el hambre de los venezolanos cuando en el país hubo escasez de productos y les ha permitido florecer en medio de la crisis económica que vive el país.
San Cristóbal. Rechazo total es lo que manifestaron los comerciantes sancristobalenses a la medida de presión ejercida por el diputado a la Asamblea Nacional, Freddy Bernal, quien este fin de semana dio plazo a mercaderes regionales para el retiro del café colombiano de los anaqueles.
Aseguraron los comerciantes que la medida es, por lejos, una arbitrariedad, pues el mercado colombiano es el que ha brindado el apoyo al venezolano no solo de la frontera, sino de casi todo el país, cuando en el mismo territorio nacional han escaseado las marcas nacionales.
Al protector se le olvida que la harina colombiana fue la que permitió que los venezolanos hicieran sus arepas, o que los niños usaran pañales porque aquí no había nada de eso y aunque hay, no todos tienen la plata para pagar producción nacional”, dijo Marcos Araque, quien tiene una venta de productos colombianos.
Para implementar su negocio, Araque hizo modificaciones a su vivienda y acondicionó parte de lo que en su momento era el porche. Asegura que comenzó con pocas cosas, pero es el producto colombiano el que le ha llevado prosperidad económica a su hogar.
El café colombiano siempre ha sido preferido por los venezolanos. Cuando la gente iba a Cúcuta se traían el Sello Rojo. Ahora hay muchas marcas para todos los bolsillos”, destacó.
Para Alexis Chacón, el tema radica en que las regulaciones y expropiaciones acabaron con la industria cafetalera del país, pues el imponer un precio regulado al café afectó la producción.
A Bernal se le olvida que aquí sacaron un café regulado y las mismas empresas comenzaron a sacar el famoso café gourmet y otras variantes que eran lo mismo, pero con otro nombre, para subirles el precio porque ese precio regulado no cubría la producción del café. Ahí comenzó la debacle y la escasez del café y la gente buscó en Colombia la alternativa para satisfacer la tradición de su cafecito”, dijo.
Lamenta que esta situación ocurra. Indica que el café colombiano, al igual que otros rubros de la cesta alimentaria, no es traído por vías legales, sino por contrabando.
Josefina Torres, vendedora de productos colombianos, advierte que esta situación no es porque el café colombiano sea de mala calidad, sino porque se viene un proceso comicial y buscan ganar votos.
Con el cuento de apoyar la producción nacional. Que vaya y mire cómo está el central azucarero de Ureña, los cañaverales, la floricultura y todo lo relacionado con producción. Quién sabe cuántos chavistas a quienes no les alcanza el sueldo venden productos colombianos para sobrevivir. A sus camaradas los va a dejar sin trabajo también”, dijo.
Competencia desleal
Para el economista tachirense, Aldo Contreras, la “competencia desleal” no solo se da con el café, sino con otros productos colombianos.
“Está el rubro farmacéutico, el de alimentos, golosinas y un sinfín de productos, que como lo denuncia la gobernadora Laidy Gómez, pasan por trochas e inundan el mercado nacional”, dijo.
Añade Contreras que el café venezolano otrora llegó a ser de exportación, pero en la actualidad a duras penas satisface el mercado interno.
Advierte que de querer legalizar el ingreso del café colombiano, cosa que se puede hacer de abrirse la frontera, esto se debe realizar bajo las medidas legales como el pago de aranceles y de importación, lo que elevará sus costos en el mercado.
Y no como se comercializa hoy en día en el comercio informal y que viene a competir con el café nacional, que al igual que muchos productos venezolanos tiene grandes problemas de permisologías”, sostuvo Contreras.
El economista recomienda la implementación de aranceles y devolver la legalidad a la importación de este y otros productos. Advierte que en el mercado nacional se debe tener claro que la competencia se hace con precios y calidad “y no queriendo que el Gobierno suprima”.
Asegura que decir que el café colombiano no va a ingresar al estado es imposible, por lo que aboga por reglas claras y políticas de mercado que fomenten la competencia leal.
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