Hasta 6 % en tributos y 22 % por aseo urbano, en Caracas, es lo que calcula Consecomercio que deben pagar de sus ingresos brutos las empresas, que siguen lidiando con la intermitencia del 7+7 y la caída del consumo. Según el gremio, en la capital del país se paga 3000 % más por recolección de desechos que en Toronto, Canadá.

Caracas. Penalizaciones, multas y hasta medidas de embargo son algunas de las consecuencias que están afrontando comercios y empresas que no pueden cancelar impuestos municipales y tarifas de aseo urbano, pese a que por la pandemia de COVID-19 parte de los negocios solo pueden trabajar 14 días al mes y el bajo consumo impide aumentar la facturación.

Según cálculos del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 los impuestos municipales aumentaron entre 1200 % y 1330 %, según la zona del país, y pasaron de abarcar un máximo de 0,5 % hasta 6 % de los ingresos brutos que reciben las empresas del sector por sus actividades.

La presidente de Consecomercio, Tiziana Polesel, señaló que la desproporción en cuanto a cobro de fisco es tal que hay casos de impuestos municipales en el estado Delta Amacuro que llegan a ser superiores a los del estado Miranda, a pesar de sus diferencias en cuanto a movilidad, consumo y actividades económicas.

El pago de impuestos exacerbados compromete al sector y los márgenes de ganancia son muy estrechos, cuando los hay. Es fundamental que se suspendan las multas generadas en el año de la pandemia y se establezcan costos coherentes”, dijo la empresaria.

Polesel indicó que, gracias a la presión ejercida por las diferentes cámaras regionales de comercio, “algunas alcaldías han accedido a dar descuentos” que pueden llegar hasta 50 % de los tributos. Sin embargo, destacó que medidas como esa “no solucionan el problema”, pues son muy discrecionales y pueden ser removidas en cualquier momento por las autoridades.

Criticó, en cambio, que las alcaldías no tomen en consideración el hecho de que la mayor parte de los comercios son parte de sectores no priorizados, por lo que no pueden abrir sus puertas continuamente sino cada siete días, aunado a que, de hacerlo “bajo cuerda”, corren riesgo de ser sancionados o tener bajas ventas por la crisis económica.

Enrique*, dueño de un comercio dedicado a venta de ropa de vestir en una de las transversales del bulevar de Sabana Grande, explicó que abrir su negocio en semana radical implica estar a merced de los funcionarios de la policía municipal, quienes —aseguró— extorsionan a los comercios no priorizados que deciden vender para mantenerse a flote.

A veces pasan en la tarde, a veces en la mañana. La santamaría la dejo abajo, semiabierta para que lo vean los clientes, pero cuando sabemos que la policía está cerca, prefiero cerrar de una vez porque no voy a producir para darles dinero a ellos”, comentó el comerciante, quien pidió mantener su nombre en reserva.

Según cálculos hechos por Consecomercio, las empresas venezolanas podrían pagar el servicio de aseo urbano más caro del mundo, ya que estiman que las tarifas actuales, al menos en el Área Metropolitana de Caracas, ya abarcan 22 % de los ingresos brutos que perciben, cuando antes de la pandemia era 8 %.

La agrupación gremial comparó el costo de la recolección de desechos sólidos de Caracas con Toronto (Canadá) y Madrid (España), tomando en cuenta características similares, como número de trabajadores, tipo de negocio, cantidad y calidad de los desechos y que operen con los mismos estándares de auditoría y supervisión.

En el caso de la ciudad norteamericana, el costo promedio del servicio de aseo urbano representa 0,66 % de los ingresos brutos de los negocios, mientras que en el caso de la capital española la cifra es de 0,42 %. Consecomercio destaca que, en enero de 2020, las empresas venezolanas pagaban 1200 % más que las de Toronto y un año después la diferencia llegó a 3000 %.

Tiziana Polesel, además, advirtió que en algunas ciudades del interior del país los costos por ese servicio pueden ser superiores a los de Caracas y que, por la imposibilidad de cubrir todas sus obligaciones, hay compañías que prefieren cerrar o migrar hacia la informalidad.

Estamos pagando uno de los servicios más caros del mundo, sería el colmo que prestaran un mal servicio (…) Es importante señalar que, incluso a las empresas que venden sus desechos a procesadoras, la factura del aseo urbano les llega como si los recolectaran”, destacó Polesel.

La presidente de Consecomercio llamó a las alcaldías a “tomar conciencia” de las tarifas de aseo urbano, pues son los entes encargados de distribuir el pago de ese servicio a las empresas privadas encargadas, y criticó que, en ocasiones, las empresas tengan que correr con los gastos de recolección de desechos ante las negativas municipales, salvo excepciones, de incrementar las tarifas residenciales.

Desde finales de 2019 y principios de 2020 las tarifas de aseo urbano de los municipios Baruta, Chacao y El Hatillo del estado Miranda se encuentran ancladas al petro, la moneda virtual ideada por el gobierno de Nicolás Maduro y que equivale, según el Banco Central de Venezuela (BCV), a cerca de 56 dólares y varía junto con el valor de la divisa estadounidense.

Si bien en las respectivas gacetas municipales se establecen montos de acuerdo con parámetros como tipo de actividad económica o dimensiones del local, los comerciantes aseguran que con la pandemia, la cuarentena y la pérdida del poder adquisitivo sus ingresos han mermado, por lo que en ocasiones pagan un servicio que no es del todo utilizado.

Además, tal y como recalca Consecomercio, persisten las denuncias de imposibilidades para pagar o declarar impuestos municipales cuando las empresas tienen deudas con el aseo urbano, que en los tres municipios capitalinos de Miranda es administrado por la empresa Fospuca, lo que podría acarrear multas aún mayores.

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