855 centros educativos de la AVEC no tienen cloro, desinfectante, jabón, termómetros, mascarillas y otros insumos para el plan armar un protocolo de bioseguridad. Mientras que Fe y Alegría inició un diagnóstico sobre la situación de los planteles en cuanto a agua, higiene e infraestructura. “Aquí pueden decir que todos van a clases, pero si no tiene agua esa semana la escuela, no se puede abrir el plantel”.

Caracas. La Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (AVEC) ha propuesto al Ministerio de Educación que el retorno a clases, después de un año declarado el confinamiento por la COVID-19, sea “gradual, progresivo, escalonado y descentralizado”. La institución recomienda que los planteles culminen el año escolar 2020-2021 con las asesorías pedagógicas, una modalidad de encuentro entre el profesor y el estudiante que desde octubre del año pasado fue implementada por el gobierno. 

Este lunes llegaron 500.000 dosis de la vacuna china. Delcy Rodríguez, vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro, informó que se iniciará el plan de inmunización del personal docente. El 28 de febrero Maduro dijo que en abril los estudiantes volverían a las aulas con un plan de “bioseguridad absoluta”. También anunció que los maestros serán vacunados este mes de marzo. 

No todas las escuelas están preparadas ni en condiciones para el retorno de los estudiantes a las aulas. “La gran mayoría de las instituciones carecen de implementos de bioseguridad”, dice Alicia Boscán, presidenta de la AVEC, “porque la mayoría son escuelas subvencionadas y el aporte de los padres no alcanza para esos implementos”. 855 centros educativos no tienen cloro, desinfectante, jabón, termómetros, mascarillas y otros insumos para armar un protocolo de bioseguridad. 

Hasta julio de 2017 la AVEC tenía 1090 afiliados, de los cuales, 925 formaban parte del Convenio con el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) y 165 son autosustentables por recursos propios. Estos últimos, dice Boscán, sí podrían recibir a los estudiantes en las aulas para el retorno a la escuela. 

La AVEC manifestó al Ministerio de Educación el 21 de febrero que para los centros educativos es “costoso garantizar las medidas de bioseguridad de los docentes, administrativos y obreros, y es casi imposible que los padres puedan cubrir la de los niños”. Además, señalan que no todas las escuelas espacios suficientemente amplios para cumplir el distanciamiento físico dentro del aula.

“Para poder cumplir con las medidas de bioseguridad, es necesario contar con un buen servicio de saneamiento y agua potable y varias escuelas carecen de un servicio regular”, se lee en el documento. 

Ante la COVID-19, en Venezuela 40 % de los niños, niñas y adolescentes, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (2019) falta algunas veces a la escuela por fallas en el servicio de agua, apagones, falta de comida en el agua, transporte y falta de docentes,

“Si no hay agua, esa semana no se abre la escuela”

Dentro del plan de respuesta rápida de Fe y Alegría que se inició con pandemia para atender la modalidad de educación a distancia, se incluyó una etapa de transición: nivelación-recuperación y retorno seguro a la escuela. 

Noelbis Aguilar, directora del Programa Nacional Escuelas Fe y Alegría, que preparan un diagnóstico sobre la situación de los planteles en cuanto a agua, higiene e infraestructura. “Cada escuela va a elaborar su plan de retorno a clases en función de las condiciones que tienen. Aquí pueden decir que todos van a clases, pero si no tiene agua esa semana la escuela, no se puede abrir el plantel”, dice Aguilar. 

Esta semana Fe y Alegría comenzó un programa de formación dirigido al personal de mantenimiento, equipos de gestión y representantes sobre cómo diagnosticar, notificar y atender una situación ante un posible contagio. Luego comenzarán con taller sobre protección y bienestar, por último, la creación de un protocolo que genere un ambiente seguro en la escuela.

Aguilar mencionó que las agencias internacionales han apoyado con dotación de baterías de baño, potabilización del agua, implementos de bioseguridad.

Foto referencial: Luis Morillo.


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