Con siete máquinas se atiende a 49 pacientes renales en la Unidad de Diálisis del Hospital de Cumaná  

La crisis humanitaria compleja en Venezuela se palpa día a día. Los pacientes que dependen de un tratamiento de sustitución renal pasan las de Caín. En el Huapa de Cumaná son 49 pacientes fijos, pero la cifra ha aumentado y puede llegar a 60 mensuales. De  las 12 máquinas, solo funcionan siete.

Cumaná. Para nadie es un secreto la grave crisis sanitaria que enfrentan todos los hospitales en Venezuela. Esa realidad, imposible de ocultar, es reportada desde cualquier rincón del país. El colapso de la infraestructura hospitalaria, la falta de insumos, la precariedad de los servicios públicos básicos como luz y agua, además de la migración de médicos, enfermeros y personal especializado es un denominador común en los principales centros dispensadores de salud. Un claro ejemplo es el Hospital Universitario de Cumaná Antonio Patricio de Alcalá, conocido como el Huapa, que se encuentra en condiciones críticas, y los pacientes crónicos que dependen de un tratamiento de sustitución renal a diario sortean un sinfín de obstáculos para poder recibir la debida y oportuna atención en la Unidad de Diálisis de este centro hospitalario. Solo cuenta con siete máquinas para atender a 49 pacientes renales.

Con más de 30 años en funcionamiento, la Unidad de Diálisis Dr. José Maza Carvajal del Huapa, creada para atender emergencias, cuenta con 12 máquinas para el tratamiento de los pacientes renales, pero a la fecha solo están en servicio siete aparatos.

En el recorrido que hizo el equipo de Cronica.Uno por las áreas de la referida unidad se pudo conocer que “se atiende a pacientes que se trasladan desde todo el territorio sucrense. Desde Cumaná hasta Güiria”, contó un trabajador que prefirió no identificarse.

Llama la atención que, conscientes de las precariedades que tienen que enfrentar todos los días y que padecen junto con el paciente y sus familiares, los trabajadores manifiestan temor de visibilizar la crisis que los golpea.

49 pacientes renales
En la Unidad de Diálisis del Hospital Universitario de Cumaná se atiende a pacientes de todo el estado Sucre. Foto: Mónica Salazar.

No obstante, se pudo conocer que esta unidad atiende actualmente a 49 pacientes renales fijos, cifra registrada a principios de noviembre, además de los que pudieran ingresar por emergencia.

Algunos familiares describen la angustia que viven a diario por la espera que deben soportar hasta que su paciente sea atendido. 

Aquí se presta el servicio los tres turnos: mañana, tarde y noche, con lapsos de tres horas de tratamiento, cuando lo recomendado son cuatro horas”. Pero es la única manera de poder atender el mayor número de pacientes posible.

La atención es semanal de lunes a viernes, y sábados y domingo solo estrictas emergencias. La cifra de atendidos entre los fijos y las emergencias puede llegar a 60 pacientes mensuales, y va en aumento. En los últimos días han ingresado pacientes jóvenes, con edades comprendidas desde los 19 y 20 años hasta un niño de 9 años.

Este repunte en las estadísticas se lo endosan en gran parte a malnutrición de la población, altos niveles de estrés, hipertensión, desgaste físico, deshidratación y padecimiento de enfermedades crónicas como diabetes y cáncer; el tratamiento de estas últimas tienen alta incidencia de afectación en los riñones.

Recientemente los pacientes renales protestaron por la escasez de agua en el Huapa, situación que, con la intermitencia del servicio eléctrico, estaba afectando la adecuada y oportuna atención de los enfermos, que al final del día terminaban descompasados y sobrecargados de líquidos.

49 pacientes renales

Trabajadores de la Unidad se Diálisis y familiares de los pacientes renales reconocieron que las irregularidades de los servicios básicos de agua y luz se han ido solventando hasta ahora con la puesta en funcionamiento de una planta eléctrica y el suministro de agua por cisterna: “La cisterna estaba surtiendo de agua a la Unidad de Diálisis de forma diaria, pero en esta semana solo ha venido una vez”.

La migración o éxodo de un importante número del personal de enfermería especializado, en busca de mejorar su calidad de vida, es otro factor que se suma y que merma la atención de los enfermos renales, por cuanto se traduce en la recarga de las horas/trabajo del personal que queda.

En cuanto a los medicamentos, se supo que el Seguro Social ha despachado el requerimiento semanal de este servicio, pero no pueden prever medicamentos adicionales porque no saben si ingresará algún paciente por emergencia; de manera que “si ingresa algún paciente se soluciona con los medicamentos que haya en existencia al momento”.

Por ahora, al paciente solo se le pide la solución de Betasine, “para una cura confiable”, y un buen adhesivo para iniciar su tratamiento de sustitución renal.


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