Los pacientes que acuden a las áreas de psiquiatría y psicología en los hospitales Universitario de Caracas, Vargas y Lídice deben llegar en la madrugada para lograr una consulta. El personal les pide que lleven los insumos y las medicinas deben ser costeadas por ellos mismos.
Caracas. Katherine Martínez* acudió a principios del mes de julio a solicitar una cita por primera vez en el servicio de psicología y psiquiatría clínica del Hospital Vargas de Caracas, al noroeste de la ciudad. La cita era para su hijo de 14 años de edad con diagnóstico de depresión.
“Te la doy para dentro de 15 días”, le dijo la encargada de anotar las citas a Katherine y además le solicitó llevar hojas, un lápiz y una carpeta.
El servicio de psiquiatría y psicología clínica del Vargas está al fondo del pasillo del ala derecha del hospital. El área a simple vista está limpia y en mejores condiciones que otros espacios del centro de salud. Sin embargo, no se escapa de la falla en los servicios básicos ni de la falta de insumos y medicinas.
Katherine y su hijo viven en La Pastora, cerca del hospital. El día de la cita, el viernes 15 de julio pasado, ambos llegaron a las 6:00 a. m. Una vez en el lugar esperaron más de seis horas, hasta que finalmente entraron a consulta con un psiquiatra a la 1:00 p. m.
“Al final no supe para qué me pidieron las hojas, el lápiz y la carpeta, supongo que son para hacer los récipes y armar las historias. Lo bueno es que la próxima consulta se la dieron para el 21 de julio, una fecha más cercana. Le recetaron antidepresivos, pero no me dijeron si en el hospital había o no, solo me dieron el nombre y ya”, relató Katherine.
Ese viernes, el servicio de psicología y psiquiatría infanto-juvenil del Vargas era donde más aguardaban pacientes: niños, niñas y adolescentes en compañía de sus representantes, En cambio, en la sala de espera de atención de adultos la mayoría de las sillas lucían vacías.
Para pedir una primera cita en el servicio de psicología y psiquiatría del Hospital Vargas los pacientes tienen que ir entre lunes y jueves, de 8:00 a. m. a 11:00 a. m., con una referencia médica.
La presidenta de la Federación de Psicólogos de Venezuela, Clara Astorga, explicó que solo se tiene conocimiento de que la única unidad de psicología que funciona dentro de un hospital público es la del Hospital Vargas. Este servicio se inauguró hace cinco años. De resto, son unidades psiquiátricas, desde donde laboran algunos psicólogos adscritos.
“Existe una necesidad extraordinaria de profesionales para atender los temas de salud mental. Por eso las organizaciones internacionales están proponiendo estrategias para poder cubrir esta brecha”, explicó la presidenta, quien añadió que el número de psicólogos inscritos en la federación desde hace más de 40 años son al menos 16.000.
Hospital Universitario de Caracas
Solo los lunes hay triaje de pacientes en el servicio de psiquiatría del Hospital Universitario de Caracas. Ese día apenas atienden a los primeros nueve pacientes que se anotan en una lista cerca del Banco de Sangre.
Según explicaron trabajadores del servicio, no es necesario llevar una referencia médica previa, como sucede en el Hospital Vargas.
Los pacientes empiezan a llegar desde las 4:00 a. m. para poder entrar en la limitada lista de personas que atienden cada lunes. En el servicio laboran 11 psiquiatras en total, más un grupo de psicólogos. Las consultas empiezan pasadas las 7:00 a. m.
Quienes estén entre las primeras nueve personas pasan directo a una primera consulta con un psicólogo y un psiquiatra, quienes luego de determinar el diagnóstico pasan a la etapa de consultas consecutivas.
Por los momentos están suspendidas las hospitalizaciones, aclaró uno de los psiquiatras residentes.
El último triaje será el lunes, 25 de julio, porque los médicos se van de vacaciones hasta el 19 de septiembre”, precisó la encargada de anotar a los pacientes.
El área de psiquiatría del Universitario es un espacio amplio ubicado en el piso dos, en donde también reciben prácticas estudiantes de posgrado de esta rama de la medicina.
Estos largos pasillos tienen poca iluminación y algunas de las paredes están curtidas o con la pintura desgastada y con algunas puertas en mal estado.
Hospital Psiquiátrico de Caracas
El Hospital Psiquiátrico de Caracas, ubicado en Lídice, aún atiende pacientes a pesar de las precarias condiciones en las que laboran médicos, personal de enfermería y demás trabajadores de este centro de salud con más de 100 años de fundado.
La primera cita es por orden de llegada. Una persona encargada anota a los pacientes en una hoja y les asigna un número. Los pacientes llegan aproximadamente a las 6:00 a. m. y la atención depende de la hora de llegada de los médicos.
“Tienes que ir a sacarle copia a esta hoja”, es lo primero que le indican a cada nuevo paciente, con el papel donde se anotará su historia.
A las 11:00 a. m. del este lunes, 18 de julio, había 28 pacientes anotados y ya habían atendido a 13. Solo una doctora pasaba la consulta, en un espacio donde apenas el bombillo daba algo de claridad. Pero al salir del consultorio la oscuridad arropa al pasillo donde están las escaleras que dan a la segunda planta.
Este espacio es de las edificaciones más viejas del Hospital de Lídice y ahí improvisaron un área para atender emergencias y consultas, debido a que el edificio donde en realidad funcionan estos servicios lo remodelan desde 2021, comentó Peter Contreras, directivo del Sindicato de Hospitales y Clínicas y extrabajador del hospital psiquiátrico.
Los trabajos de remodelación ya están prácticamente terminados. Por fuera el edificio está limpio, con pintura nueva y rejas en buen estado. Desde una reja se ven cajas con letras chinas, donde aún permanece guardado el nuevo mobiliario que llegó hace un mes. Solo hace falta que este espacio sea inaugurado para trasladar las consultas y la emergencia hacía allí nuevamente.
A pesar de la remodelación y de que todo en el edificio luce nuevo, el tiempo que ha tardado la inauguración hizo que los bombillos de la sala de espera ya empiecen a fallar. En varias lámparas las luces parpadean constantemente.
En el Hospital Psiquiátrico hay 20 personas hospitalizadas. Según Contreras los nuevos ingresos no están paralizadas, pero las condicionaron a lo poco que hay dentro del hospital para atender permanentemente a los pacientes, como la comida.
La comida depende de lo poco que nos llegue o de las donaciones que traigan al hospital”, expresó el sindicalista.
Polémicas del hospital psiquiátrico
En la actualidad hay una nueva dirección del Hospital Psiquiátrico de Lídice, que acaba de asumir y hace contraloría de lo que hay dentro del centro médico.
A la anterior dirección le tocó asumir la más reciente polémica del hospital: los cerdos que vivían en el psiquiátrico.
En mayo se conoció que dentro del hospital vivían varios cerdos. Esta información fue difundida por redes sociales por un estudiante de psiquiatría, que posteriormente eliminó los mensajes. Días después funcionarios de gobierno de Nicolás Maduro se llevaron a los animales.
Esos cochinos pertenecían a un proyecto de autogestión impulsado por los milicianos que trabajan aquí. Lo que se buscaba era que sirvieran de sustento para la alimentación de los pacientes y otra parte para la venta”, explicó Contreras.
En 2019 varios medios de comunicación denunciaron que el Hospital Psiquiátrico de Lídice estaba en mal estado, al igual que los pacientes internos ahí.
Desde ese momento hasta el presente, la realidad del Hospital Psiquiátrico no ha cambiado mucho. Aún hay déficit de personal en todas las áreas debido a los bajos salarios.
No hay una buena alimentación para los pacientes, lo que más comen son granos. Aunque la limpieza ha mejorado la mayoría de infraestructura aún sigue deteriorada, solo un edificio fue remodelado.
Los pacientes tampoco reciben las medicinas de su tratamiento psiquiátrico, a pesar de que la mayoría son de recursos económicos limitados. Esporádicamente llegan nuevos envíos por parte del Ministerio de Salud y muchos presuntamente llegan vencidos.
“Mi hijo tiene 12 años como paciente de este hospital. Hace poco le cambiaron la medicación y aquí no la están dando. En mi casa aún tengo disponible la anterior medicación y no sé qué hacer con eso. Tengo que comprar la nueva de mi bolsillo y cuesta 72 bolívares que no tengo. Esto es desesperante”, comentó Wilmer Contreras, familiar de un paciente.
Los servicios de psiquiatría infantil están cerrados por falta de médicos especializados desde hace varios años. La atención a personas con adicciones —como a las drogas o el alcohol, entre otras— está limitada por la falta de operatividad del laboratorio del centro y por la escasez de insumos, medicamentos y de personal.
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