Con Winder Rangel, ya son 11 los niños fallecidos este año en el servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos

servicio de Nefrología

Winder Rangel era el último paciente que había sobrevivido al brote infeccioso del hospital en 2017 y fue uno de los primeros pacientes en ser amparados por las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en 2018.

Caracas. Winder Rangel, de 11 años de edad, es el undécimo paciente infantil que fallece en el servicio de Nefrología del hospital J. M. de los Ríos en lo que va de año. La ONG Prepara Familia confirmó este deceso el martes 10 de agosto a través de sus redes sociales, apenas siete días después de la muerte de Niurka Camacho, otra paciente del servicio, de 15 años de edad.

Rangel falleció a las 2:00 a. m. de este martes y llevaba meses hospitalizado por una bacteria. Era paciente de diálisis desde hacía años y, al igual que otros, se encontraba a la espera de un trasplante de riñón que nunca llegó, debido a que el sistema de procura de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene) ya cumple cuatro años detenido desde su último registro de actividad, en junio de 2017.

Los otros 10 niños que han fallecido del servicio de Nefrología en lo que va de 2021 están: Winder Rangel (11 años), Niurka Camacho (15 años), Elvis Hernández (10 años), Elio Bravo (16 años), Eugenia García (12 años), Samira Oyer (5 meses), Jhojanyerlis Camejo (8 años), Jeandel Silva (14 años), Anastacia Delgado (8 años), Elián Graterol (2 años), Eliezer Aleta (15 años).

Katherine Martínez, directora de Prepara Familia, explicó que Rangel fue uno de los primeros pacientes en ser amparado por las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en 2018. Sin embargo, mencionó que el Estado no ha dado respuesta a estas medidas. Además, Rangel era el último paciente que había sobrevivido al brote de infeccioso del hospital en 2017.

La falta de condiciones dentro del hospital juega un papel fundamental a la hora de que los pacientes puedan seguir el tratamiento adecuado. Martínez indicó que actualmente la unidad de hemodiálisis está constituida por 15 máquinas, de las cuales solo funcionan siete, lo que dificulta la atención de todos los pacientes de manera adecuada.

Asimismo, otras áreas tampoco presentan las condiciones ideales para trabajar. Entre esas está el laboratorio de Nefrología y el laboratorio central, que no funcionan, lo que obliga a los representantes de los pacientes pediátricos a hacer los exámenes en otros lugares para luego llevarlos al hospital.

Otro aspecto que destacó Martínez fueron las condiciones del personal, que cada vez es más reducido, y que en el caso de los pacientes de Nefrología y Hematología debe ser especializado para tratar a este tipo de pacientes, por lo delicado de la patología.

Necesitamos que se aumente el número de enfermeras, que se les pague un salario digno. Lo mismo con el personal médico, que cada vez hay menos, puntualizó Martínez.

El deterioro en las condiciones del hospital ha sido motivo de protesta tanto de pacientes como de personal médico durante los últimos años. A principios de marzo de 2021, las madres y mujeres cuidadoras del servicio de Nefrología protestaron en la entrada del J. M. de los Ríos, precisamente, para denunciar todas las carencias que impiden que el centro de salud funcione como debería.

El servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos fue el primero en recibir medidas cautelares de la CIDH, en 2018, luego de que las organizaciones Prepara Familia y Cecodap presentaron un informe documentando el desabastecimiento de medicamentos, la crisis de infraestructura y los brotes infecciosos en el hospital, que han devenido en la muerte de más de 20 niños en los últimos tres años.


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