Uno de los problemas que aqueja al sector industrial es la falta de acceso a financiamiento. La incertidumbre en el escenario político y el de mayor peso: la baja demanda nacional, debido a la falta de poder adquisitivo, según reveló una encuesta cualitativa del tercer trimestre del año.

Caracas. El sector industrial sigue amenazado por la disminución de la demanda nacional, debido a la pérdida de poder adquisitivo de los venezolanos, la deficiencia en los servicios básicos y el auge de productos importados, algunos de ellos exentos de impuestos. Los industriales rechazan un modelo que, a su juicio, hace más cuesta arriba la producción local.

En los últimos meses el aumento de bodegones no pasa desapercibido. El negocio puerta a puerta, donde se comercializan desde medicinas hasta licores, pone en jaque al sector industrial. De acuerdo con el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Adán Celis, esto ha creado una burbuja en el país, que está lejos de generar desarrollo y empleo.

Los empresarios no desestiman la importación. Sin embargo, consideran que la exención de impuestos en algunos rubros abre las puertas para que se dé una competencia desleal. Esto en un contexto donde el sector no tiene acceso a financiamiento y que opera al 20 % de la capacidad instalada desde el año pasado.

Una encuesta elaborada por Conindustria del tercer trimestre de 2019, aplicada a más de 250 empresas, reveló que 87 % de los industriales no cree poder mantener actividad por más de dos años, si las condiciones se mantienen igual. Además, 46 % de los encuestados dijo que su producción ha sido afectada en más de 26 % por las deficiencias del servicio eléctrico.

La tendencia en las exportaciones se mantiene igual que los últimos trimestres. Solo 2 de cada 10 empresas industriales exporta sus productos a otros países.

El presidente de la asociación gremial también recordó que el Estado debe garantizar que los productos importados cumplan con la normativa sanitaria para que puedan competir en el mercado de forma legal. “Abrir un puerto y que entren productos que ni siquiera pagan impuestos eso no lleva a desarrollo. El progreso no está allí”, dijo.

El sector de la construcción apenas trabaja a 5 % de su capacidad, siendo uno de los más contraídos, al igual que el metalmecánico o el automotriz.

Celis insistió en que la perdida de poder adquisitivo afecta a todos los sectores por igual. Por otro lado, agregó que en Venezuela no hay una dolarización. “Aquí lo que hay es una anarquía monetaria, donde todo el mundo vende algo en bolívares o dólares, donde nadie sabe si es legal o no y eso no ayuda en la generación de confianza”.

Los tributos fiscales y parafiscales que más impacto tienen en la producción, según 44 % de las empresas encuestadas, es el IVA de retención semanal; mientras que 24 % dice que es el impuesto a las grandes transacciones financieras; 20 % apunta que son los impuestos municipales y 12 % indica que es la Ley de impuesto a los grandes patrimonios.

La capacidad instalada en el tercer trimestre de 2019 se ubicó en 20,5 %, lo que representa una leve mejoría si se compara con el trimestre anterior, cuando se ubicó en 19 %. No obstante, el panorama para la industria sigue siendo desalentador, motivado a que el mismo periodo de 2018 (III trimestre) la capacidad instalada era de 23,6 %.

La capacidad instalada de las industrias venezolanas ha disminuido más de 60 % en los últimos 10 años, algo que los agremiados califican de dramático. La generación de empleos también se ve amenazada. En la encuesta 76 % manifestó que el empleo disminuyó con respecto al mismo periodo de 2018.


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