Este lunes en la mañana proseguían las detonaciones y sobrevuelos militares en La Victoria, estado Apure, luego del enfrentamiento entre las FANB y disidentes de la FARC este domingo. Desplazados venezolanos fueron atendidos en El Arauquita –Colombia– por la iglesia Asamblea de Dios. El Ministerio de la Defensa confirmó la muerte de dos militares venezolanos y de un cabecilla de los grupos irregulares, así como la detención de 32 personas.
San Fernando de Apure. Habitantes de La Victoria, estado Apure, informaron este lunes en la mañana que, aunque con menor intensidad que ayer, aún se escuchan detonaciones y observan sobrevuelos militares en la zona, luego del enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas Nacionales y disidentes de las FARC.
Las versiones de estos habitantes fueron recogidas por medios de comunicación de Arauquita, municipio homónimo del departamento de Arauca, Colombia, adonde llegaron familias atemorizadas procedentes del margen del río Arauca venezolano, que huyeron de la zona de conflicto este domingo en la noche.
La continuación de estas operaciones fue confirmada este lunes por el comunicado oficial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en el que se da el parte de los sucesos y se informa: “El Estado continúa ejecutando operaciones de escudriñamiento y persecución en la zona” en consonancia con la política “tolerancia cero” a grupos irregulares que operan en la frontera, ordenada por Nicolás Maduro y ejecutada mediante la operación Escudo Bolivariano 2021, orden fragmentaria Lanceros de Apure, a cargo del Comando Estratégico Operacional con unidades de la Redi Llanos.
Por otro lado, de acuerdo con fuentes periodísticas de Arauquita, los desplazados fueron recibidos en la iglesia Asamblea de Dios, de la vereda El Troncal de esa localidad, y atendidos por los organismos de socorro activados el domingo en la tarde mediante consejo de seguridad convocado por el alcalde de Arauquita, Etelivar Torres, para responder a la situación.
FANB reporta dos oficiales y un irregular fallecidos
El comunicado oficial informa que en el encuentro armado resultaron fallecidos el mayor Edward Ramón Corobo Segovia, del batallón 911 fuerzas especiales Tcnel. Eliécer Otaiza, y el primer teniente Yonathan Miguel Duarte, comandante de la segunda compañía batallón 923 Caribe Sucre, así como alias el Nando, cabecilla de los insurgentes.
Precisa, además, la versión oficial que, como consecuencia del enfrentamiento con “grupos irregulares armados colombianos” en el sector La Coromoto, parroquia Urdaneta del municipio Páez, fueron destruidos seis campamentos y capturados 32 irregulares, así como decomisados armamento, municiones, explosivos, pertrechos de guerra, vehículos y drogas.
Hermetismo sobre salud de los heridos
Con mucho hermetismo se maneja la información relacionada con los uniformados heridos en combate este domingo en el estado Apure. Ni funcionarios del Hospital Militar de San Cristóbal ni autoridades regionales aportan información sobre la evolución de los militares. Los heridos fueron trasladados desde el mismo domingo a la capital del Táchira.
De acuerdo con la información obtenida de forma extraoficial, algunos de los heridos son: Jhoan Ascanio, que tiene un impacto de bala en el abdomen; Jesús Pérez, con fractura del maxilar; Chadin Shadan, Gabriel Arjona, José Jaimes, Johan Jiménez, Danny Moreno, Leonardo Jaimes y Edgar Solórzano.
El domingo informaciones extraoficiales daban cuenta de catorce uniformados que fueron heridos. Sin embargo, este lunes en la tarde se supo que tres funcionarios más ingresaron al Hospital Militar de San Cristóbal.
No obstante, aunque el comunicado de la FANB afirma que hay heridos, solo menciona que están recibiendo atención médica, sin precisar el centro asistencial donde se encuentran, el número de personas, ni revelar la gravedad de sus lesiones.
El cuarto de este año
El enfrentamiento de La Victoria, parroquia Rafael Urdaneta del municipio fronterizo José Antonio Páez del estado Apure, es el cuarto en lo que va de este año, desde que se implementara la operación Escudo Bolivariano, a finales del pasado de enero, en las fronteras de los extensos estados venezolanos Apure y Amazonas con los departamentos Arauca y Vichada colombianos.
Históricamente, sus lugareños han denunciado que estas zonas de intrincadas selvas y extensas llanuras son corredor de operaciones de secuestro, contrabando, extorsión, narcotráfico y reclutamiento de menores para las filas de las guerrillas colombianas ELN y células disidentes del décimo frente de la FARC, lo cual no es reconocido por el gobierno venezolano, que identifica a estos grupos como irregulares de grupos estructurados de delincuencia organizada (Gedo).
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